Hoy quiero abordar en este artículo el concepto de identidad digital y cómo se diferencia esta de la identidad personal. En una sociedad cada vez más hiperconectada, la identidad digital o, lo que es lo mismo, el ser en la red se me antoja una de los grandes retos a los que deberán enfrentarse jóvenes y no tan jóvenes.
¿Quieres saber más acerca de qué se entiende por identidad digital? ¿Quiere descubrir qué diferencias existe entre la identidad digital y la personal? Si es así, estaré encantado de que me acompañes en la lectura de este artículo.
Sin más demora, zarpamos…
Imagen extraída de Shutterstock
Identidad personal vs. Identidad digital. Ser vs. Ser en la red.
¿Qué se entiende por identidad personal? Aquí va una posible definición:
«Proceso de intercambio en el que las personas que conviven entre sí se muestran, se analizan, se comparan y se aprueban o desaprueban, estableciendo estrategias que permitan lograr el reconocimiento social a través de la expresión de ideas, sentimientos y valores«.
Si leemos con detenimiento esta definición, me parece que hay una término clave: ‘proceso‘. ¿Por qué? Pues porque la identidad no es propia de una etapa concreta en la vida de una persona, sino que está permanentemente en construcción. De ahí su importancia porque es algo que nos acompañará toda la vida.
Si nos centramos en los más jóvenes, al hablar de identidad debemos hacerlo como la capacidad de reconocerse a sí mismos, es decir, la identidad es todo aquello que soporta muchas otras identidades como la identidad:
- De género
- Sexual
- Social
- Psicológica
- Moral
- Social
Pero no solo de la identidad viven los adolescentes, sino que esa identidad entra en contacto con la interacción con la que abordan el mundo real y también virtual o, lo que es lo mismo, es la interacción del mundo y su mundo. Y en esos mundos la identidad está íntimamente ligada a la autoestima.
Una autoestima que cada vez más depende de mensajes valorativos, de juicios valorativos sobre uno mismo en redes sociales, mensajería instantánea, foros…
¿Y cómo afectan estos mensajes valorativos a los más jóvenes? Aquí van algunas pistas:
- Ser demasiado crítico con uno mismo
- Querer complacer a todo el mundo
- Aumentar los pensamientos negativos automáticos
- Encajar mal las críticas
- Necesitar una aprobación constante
A propósito de la identidad digital. Ser en la red.
La identidad digital es la información que se tiene sobre una persona, entidad u organización con presencia en la red, es decir, desde datos personales, imágenes, vídeos, artículos, redes sociales, preferencias políticas, religiosas, sexuales, información académica, gustos y aficiones… Esta identidad digital que se puede encontrar rastreando fácilmente en la red cada día está ganando más peso en detrimento de la identidad personal.
Ante este peligro a los que cada vez más están expuestos jóvenes y adolescentes, la OCDE ha presentado una serie de propiedades reconocidas de las que me gustaría destacar cuatro:
-
Social. A medida que el individuo proyecta su personalidad en la red, especialmente en las redes sociales, los usuarios le caracterizan y reconocen de forma efectiva, incluso en ocasiones sin necesidad de darse a conocer.
-
Subjetiva. Tanto la percepción del “yo” como del “nosotros” están basadas en la experiencia que personas diferentes construyen y que les permiten reconocerse.
-
Referencial. Una identidad no constituye una persona o un objeto, sino una referencia a dicha persona.
-
Responsable. La divulgación de la información en ocasiones puede generar efectos, y en otros casos, es la no divulgación la que constituye una amenaza en sí misma.
Así, a la importancia de la identidad digital, hay que añadirle otro concepto fundamental en la construcción del yo: la reputación digital.
Identidad digital y reputación digital.
La reputación digital es la opinión o consideración que otras personas de la red tienen de la experiencia online de una personal, entidad u organización. Y en esta reputación online entran en jugo tres factores clave:
- Las acciones que un usuario lleva a cabo como, por ejemplo, subir una foto o responder a un comentario en una red social.
- El contenido generado por otras personas que forman parte del entorno de un usuario en la red. Este factor debe considerarse clave en los adolescentes ya que la necesidad de pertenencia y aceptación a un grupo hace que se tomen muy en cuenta opiniones de aquellos con quienes se relacionan a menudo, sobre todo virtualmente.
- La información que un usuario tiene en la red, creada por otros y accesible a todos.
¿Qué protocolos se pueden seguir para conseguir una buena reputación digital y una buena identidad digital?
Quiero compartir con vosotros al respecto de la identidad y la reputación digital un protocolo elaborado por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Información (INTECO) en la que se tienen dos áreas de actuación:
1. Actuaciones de prevención.
- Creación de perfiles responsables
- Configuración óptima de la seguridad
- Participación respetuosa en la red
- Hábitos de seguridad en la navegación
- Revisión periódica de la reputación e identidad digital
2. Actuaciones de reacción.
- Denuncia a proveedores de servicio
- Denuncia judicial
- Denuncia sobre delitos informáticos.
Identidad digital. A modo de conclusión.
Nos guste o no, habrá que irse acostumbrando a que cada vez la identidad digital adquirirá una mayor importancia en todos los ámbitos de nuestras vidas como el personal, profesional o académico. Por tanto, debemos dar la importancia que se merece a una identidad, la identidad digital, que mal gestionada puede hacer que un adolescente pierda el control de su propia identidad, se convierta en un mero producto de consumo, caiga en los estereotipos e incluso acabe por cosificarse.
Tal y como he dicho al inicio de este artículo, estamos inmersos en un mundo hiperconectado, en un mundo donde la frontera que separa lo real de lo virtual cada vez es más sutil. De ahí que como educadores debamos ayudar a los más jóvenes a que descubran quiénes son y hacerlo velando por su seguridad y apelando a la responsabilidad.
Yo, como siempre, cuento contigo.
Fuente del artículo: Empantallados. Cómo convivir con hijos digitales. Ed. Larousse.
Santi Casanova says
Gracias Santiago por tu entrada. Me preocupa este asunto desde hace tiempo y siempre lo toco en las formaciones que imparto para padres, familias, profesores… Lo que no me gusta es incidir en este doble lenguaje: identidad personal e identidad digital que, si bien es verdad que es útil para saber de lo que estamos hablando, puede generar también cierta esquizofrenia. ¿Se puede ser diferente en la red que en el entorno físico? ¿No somos también distintos en diferentes ámbitos de nuestra vida aunque no estemos en la red? Yo creo que el mensaje es que hay que animar a nuestros jóvenes a ser y estar en la red de manera verdadera, que tienen que ser ellos mismos, mostrar y compartir la verdad de sus vidas. En el fondo, creo que estamos en lo mismo.
Un abrazo
Santiago Moll says
Gracias por tu reflexión, Santi. Me ha gustado mucho. Un abrazo de vuelta
Raquel Gimenez says
No globaliceis. Estamos en un mundo digital. Un adolescente puede perder el control de en las redes sociales igual que lo puede hacer un adulto.
Los adolescentes son plenamente conscientes de lo que exponen y dejan de exponer en las redes. Podríais empezar a tratarlos como el futuro del mundo porque con vuestras opiniones solo hacéis que empeorar.
. says
¡Hola Santiago! Me parece fantástico que estés abordando el tema de la identidad digital y la reputación online en los adolescentes. En la era digital en la que vivimos, es fundamental que los jóvenes comprendan la importancia de cuidar su imagen en línea y tomar decisiones responsables.
La identidad digital se ha vuelto un aspecto integral de nuestras vidas, y es crucial que los adolescentes entiendan cómo sus acciones en internet pueden tener repercusiones en su reputación a largo plazo. Al educar y concienciar sobre este tema, estás brindando a los jóvenes las herramientas necesarias para navegar por el mundo digital de manera segura y responsable.
Es esencial fomentar la reflexión sobre el impacto que nuestras publicaciones y comportamientos online pueden tener en nuestras vidas personales, académicas y profesionales. Animar a los adolescentes a construir una identidad digital positiva, basada en valores y respeto hacia los demás, les ayudará a desarrollar una reputación online sólida y confiable.
Asimismo, es crucial recordarles que su identidad va más allá de lo que muestran en internet. Promover un equilibrio saludable entre el mundo digital y el mundo real es fundamental para su bienestar emocional y social.
Gracias por abordar este tema tan relevante. Espero que tu post genere conciencia y promueva una cultura de responsabilidad digital entre los adolescentes. ¡Sigue adelante con tu excelente labor!