Hoy quiero darte a conocer un síndrome que tal vez te resulte desconocido. Se trata del Síndrome de Hikikomori. Un síndrome acuñado por el psiquiatra japonés Tamaki Saito y que está relacionado directamente con la reclusión voluntaria, es decir, al abandono del mundo real para adentrarse en un mundo virtual.
En una sociedad donde el uso de las pantallas puede llegar a pasar del uso al abuso y del abuso a la adicción, el Síndrome de Hikikomori es la consecuencia de vivir en un mundo virtual que cada vez permite satisfacer buena parte de las necesidades más importantes de los adolescentes, en detrimento de las relaciones sociales plenas y afectivas.
Por tanto, en este artículo tengo la intención de abordar qué se entiende por este síndrome y cuáles son sus síntomas.
Así que, sin más demora, zarpamos…
Imagen extraída de Shutterstock
¿Qué es el Síndrome de Hikikomori?
Como he señalado en la introducción a esta entrada, el Síndrome de Hikikomori fue definido en el año 2000 por el reputado psiquatra japonés Tamaki Saito. Si tuviéramos que traducir el término Hikikomori, podría definirse como ‘vivir apartado’, ‘vivir recluido’, ‘vivir aislado’.
Se trata de un síndrome donde el que lo padece decide por voluntad propia aislarse de la sociedad, del mundo real para adentrarse en el mundo virtual, un mundo virtual rodeado de pantallas y en el que dichas pantallas son capaces de satisfacer todas sus necesidades desde el punto de vista social y, por qué no decirlo, también desde el punto de vista emocional y afectivo.
Por tanto, estaríamos hablando de un fenómeno psicopatológico y sociológico en el que las personas deciden huir del mundo real al menos durante seis meses.
Las personas que padecen el Síndrome de Hikikomori permanecen recluidas en su habitación durante largos períodos de tiempo, eludiendo así cualquier actividad, bien sea profesional, académica o social.
Sin duda, se trata de un síndrome que está ligado a las nuevas tecnologías, sobre todo a los dispositivos electrónicos como smartphones, tablets, consolas, mensajería instantánea o plataformas de contenidos como, por ejemplo, YouTube. Además, las relaciones que se establecen suelen darse a través de las redes sociales, foros, chats…
Según Saito, se calcula que, por ejemplo, en Japón existen 1,2 millones de personas que padecen este síntoma.
En España, aunque la realidad es muy distinta, estudios como el publicado por la revista International Journal of Social Psychiatry, ha evaluado 164 casos de toda España que tenían un período medio de aislamiento superior a los tres años, concretamente, 39,3 (fuente). Al respecto de dicho estudio, el Dr. Víctor Pérez-Solà, director del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar ha comentado:
«Hasta ahora en España sólo se habían reportado casos puntuales de hikikomori y esto parece estar motivado porque son pacientes que están en su domicilio, no piden atención médica ni tienen otros trastornos de conducta que puedan ser detectados por los servicios médicos de emergencia o por equipos ambulatorios. La creación en Barcelona de un servicio de atención domiciliaria para personas con trastornos mentales graves, ha permitido sacar a la luz la verdadera dimensión de este síndrome».
¿Qué síntomas padece una persona con el Síndrome de Hikikomori?
Entre los síntomas más relevantes de este síndrome cabría destacar:
- Pérdida de interés por todo lo que pasa en el mundo real
- Descuido de la higiene personal
- Habitaciones muy desordenas (incluso ha habido casos de síndrome de diógenes)
- Mala alimentación
- Pérdida de la autoestima
- Dependencia obsesiva por los dispositivos electrónicos, en especial el smartphone
- Trastornos de conducta
- Trastorno del sueño
- Conducta depresiva
- Presión familiar
- Víctima de acoso o ciberacoso
¿Qué perfil de edad sufre el Síndrome de Hikikomori?
El Síndrome de Hikikomori afecta especialmente a la etapa de la adolescencia, una etapa donde todavía deben definirse aspectos que resultarán clave para la vida adulta. Los adolescentes que padecen dicho síndrome normalmente son personas:
- Sensibles
- Tímidas
- Con baja autoestima
- Muy inseguras
- Con pocas amistades
Además, las personas que padecen este síntoma entienden el mundo real como un lugar inseguro y peligroso, y esa inseguridad y peligrosidad se convierte en la excusa perfecta para su reclusión, normalmente entre las cuatro paredes de su habitación. También es importante reseñar que se trata de un síndrome que afecta principalmente a los varones.
Síndrome de Hikikomori. A modo de conclusión.
El Sindrome de Hikikomori no es más que el producto de una sociedad cada vez mas tecnólogica, cada vez más aislada. También es verdad que se trata de un síndrome que afecta a un número muy reducido de población.
Pero síndromes como el que ha ocupado esta entrada deben hacernos reflexionar sobre el valor de las relaciones interpersonales, sobre la importancia de una comunicación efectiva y afectiva con aquellos jóvenes que cada día que pasa se sienten más atraídos por un mundo virtual capaz de satisfacer buena parte de sus necesidades.
Manual de interés:
-
Hikikomori: Adolescence without End, de Saito Tamaki.
Artículos de interés:
- ‘Hikikomori’ Perdidos en su habitación, El País
- Hikikomori hasta la muerte, El Mundo
manuel machado says
Gracias por la información Santiago, lamentablemente muchos de nuestros adolescentes están más insertados en el mundo virtual que es importante diferenciar quien está bajo el síndrome y quién necesita orientación para desarrollarse como joven en la realidad…
Un abrazo desde Venezuela.-
Ásthar says
Yo creo que cuando surgió el síndrome en Japón se contemplaba también como causa la presión social y académica sobre los jóvenes, constantemente empujados al sobreesfuerzo y la excelencia. No es que se recluyan en un mundo virtual porque sea más atractivo o cómodo, es que no pueden ya más con el mundo real. Y honestamente, lo entiendo. Creo que vale la pena no perder de vista ese factor. Un saludo
Carlota lopez says
Gracias por el artìculo¡¡¡
Marta Estévez says
¡Hola Santiago! te sigo desde hace tiempo y siempre me han parecido muy interesantes tus artículos. Te felicito por tu blog, es de gran ayuda.
Muchísimas gracias por la información. Me he quedado alucinada, ya que no conocía este síndrome. Creo que este documental puede crear conciencia, en los profesionales educativos, para estar más alerta a unos primeros avisos. Y, por supuesto, me ha servido para reafirmar la importancia de la relación familia y escuela, ya que la educación es parte de todos.
Un saludo y enhorabuena.
Santiago Moll says
Muchas gracias por tus palabras Marta. Un cordial saludo y mis mejores deseos
Eva says
Es interesante saber que muchas personas se aislan del mundo y llenan ese vacio con las pantallas. Es curioso ver que los tales sintomas que padece un adolescente con este sindrome tambien y en alto indice se ven en adultos, quizas adultos que no vencieron del todo la etapa de la adolescencia. Gracias por la ensenanza.