Docentes resilientes. El artículo de hoy es muy especial para mí porque por primera vez aborda el tema de la resiliencia desde la perspectiva docente. Son varios los artículos publicados en Justifica tu respuesta acerca de la resiliencia, pero todos estaban enfocados a los estudiantes. Si me he decidido a abordar este tema nuevamente es porque en nuestra labor como docentes se viven momentos de desánimo, momentos en los que no sabes qué hacer porque tienes la sensación de que no hay nada que hacer. Y no tiene por qué ser así.
¿Quieres saber qué cualidades poseen los docentes resilientes? ¿Quieres descubrir qué estrategias funcionan cuando tienes la sensación de que no hay nada que hacer? ¿Quieres aprender a superar la frustración y el desánimo? Si es así, te doy mi más sincera enhorabuena porque has dado el primer paso. Ahora sólo me resta invitarte a que continúes con la lectura de este artículo que espero te sea de utilidad. ¡Comenzamos!
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Docentes resilientes. ¿Qué es y para qué sirve la resiliencia?
Por definición, la resiliencia es la capacidad de superar cualquier diversidad saliendo reforzado de la misma. Si atendemos al origen de la palabra resiliencia, observarás que procede del término de origen latino resilio que podría traducirse como ‘rebotar’. La psicología ha adoptado este término precisamente de la física porque en física la resiliencia permite a un cuerpo físico recuperar la forma original después de haber sido sometido a una deformación como, por ejemplo, un colchón de látex.
La resiliencia, por tanto, permite a las personas afrontar y superar situaciones adversas, situaciones que en tu labor como docente seguramente habrás vivido en más de una ocasión. Los docentes resilientes son aquellos que tienen la capacidad de transformar lo negativo en positivo. Pero,
¿cómo se consigue tal transformación?
Sigue leyendo y lo averiguarás.
¿A qué se enfrenta un docente en su día a día?
Básicamente, el docente parte de dos posibles adversidades:
- El ambiente o clima del aula o centro escolar. Esta primera adversidad podría relacionarse con un elevado número de alumnos, alumnos con un trastorno severo de conducta, mala o nula relación con los compañeros…
- La situación personal. Esta adversidad es externa al centro y tiene que ver con tu estado de ánimo, autoestima, autoconcepto, miedos e inseguridades, fobias…
Cuando se juntan ambas adversidades es cuando los problemas dentro y fuera del centro escolar se agravan dificultando una buena labor docente. De ahí que sea tan importante la resiliencia para afrontar con las mejores garantías las adversidades que van apareciendo durante un curso escolar.
¿Qué características poseen los docentes resilientes?
No es fácil convertirse en un docente resiliente pero, sin ser fácil, sí es posible. Y este aspecto me parece fundamental porque sin ser innata, sí puede aprenderse. Los docentes residentes:
- Son conscientes de transformar las adversidades en oportunidades.
- Controlan su vida en lugar de que la vida les controle a ellos.
- Son capaces de verbalizar cuáles son sus debilidades.
- Son altamente empáticos.
- Afrontan los problemas desde una posible solución y no recreándose en ellos.
- Son capaces de tomar decisiones.
- Entienden que el fracaso es un proceso más de cualquier aprendizaje.
- Saben felicitarse por sus éxitos y no se recrean en sus fracasos.
- Se preocupan por su bienestar y por el bienestar de quienes los rodean.
- Son generosos. Practican actos de bondad.
- Son responsables de sus actos y los asumen como propios.
- Son conscientes de la importancia de centrarse en uno mismo y no en lo que deberían hacer los otros.
- Son capaces de tomar la iniciativa ante las adversidades sin esperar que terceras personas les resuelvan los problemas.
- Saben manejar adecuadamente el estrés para que no les afecte en su rendimiento profesional y en su vida personal.
- Son optimistas.
- Son capaces de desdramatizar determinadas situaciones por medio del humor.
Ser resiliente te permitirá tener una salud y una fortaleza emocional capaz de afrontar y superar las adversidades que tienen lugar a lo largo de un curso escolar.
Las 3 fases para convertirse en docentes resilientes.
Joan Vaello en su libro El profesor emocionalmente competente distingue tres grandes fases para convertirse en docentes resilientes. Son estas:
1. Resistencia a la destrucción. Esta primera fase consiste en aguantar las primeras adversidades importantes que se dan en un curso académico, es decir, aguantar sin derrumbarse o abandonar la práctica docente.
2. Reconstrucción. Consiste en ir recomponiéndose pese a las circunstancias adversas que rodean un curso escolar.
3. Fortalecimiento de defensas. Se basa en la previsión y prevención ante adversidades que pueden suceder en un futuro a corto o medio plazo.
Estrategias para convertirse en docentes resilientes.
Ahora que sabes algunas de las características de los docentes resilientes y conoces las fases por las que debes pasar para convertirte en uno de ellos, es el momento de abordar cuáles son algunas de las estrategias para facilitar convertirse en una persona resiliente, en un docente resiliente. Son estas:
- Es fundamental estar y sentirse bien con uno mismo. Es imposible afrontar un curso académico desde una perspectiva resiliente si no estás emocionalmente bien. Hay que darse cuenta de ello y ser capaces de reaccionar para discernir si las adversidades que vives en tu centro son causadas por el ambiente del centro o por cómo te encuentras tú en ese momento.
- Afrontar las adversidades de forma gradual. ¿Qué significa esto? Muy sencillo. Si tienes varias adversidades en tu centro escolar, nunca debes afrontarlas todas a la vez. Lo mejor es empieces por aquellas de más fácil resolución y controlarlas. Posteriormente se trata de ir afrontando las que te suponen una mayor dificultad, pero sin caer en la evitación, es decir, posponiéndolas durante todo el curso académico.
- Pasar a la acción. Lo bueno de la resiliencia es que se trata de una competencia eminentemente práctica. ¿Qué quiere decir esto? Que hay que pasar de la palabra a la acción. Lo mejor es poner fecha al problema al que queremos enfrentarnos, llevarlo a la práctica y evaluar su grado de consecución. Si no se ha alcanzado el grado de consecución, se repite en otra fecha programada o se busca una solución diferente. Si quieres aprender a transformar problemas en soluciones te remito al siguiente enlace.
- Vivir el presente sin que te consuma el futuro. Este apartado me parece fundamental. Las personas que carecen de resiliencia viven permanentemente en el futuro, es decir, viven y reviven los problemas que creen que pueden llegar a pasar sin darse cuenta de que la solución no radica en preocuparse por el futuro, sino en aprovechar el momento presente para, precisamente, poder disfrutar o afrontar con las mejores garantías el futuro que tantas veces nos consume y nos obsesiona.
- Redimensionar los problemas. Algo que sucede con mucha normalidad entre docentes y no docentes es la tendencia a magnificar un problema o una adversidad. ¿Cuántas veces un problema que nos parecía enorme o imposible de resolver se ha resuelto de una forma sencilla o incluso se ha resuelto solo? De ahí que sea tan importante relativizar y poner en perspectiva las adversidades para no caer en el error de pensar que son mayores de lo que se piensa.
- Aprender de uno mismo. Aunque creo que es importante tener modelos de conducta entre tus compañeros de trabajo, no debes olvidar que estos compañeros no vivirán ni tu vida ni tus adversidades. Por tanto, de quien más puedes aprender es de ti mismo. Y hacerlo desde los éxitos y desde los errores o fracasos. Ahí radica el verdadero aprendizaje y desde ahí se forman los docentes resilientes.
- Saber pedir ayuda. Así es. No hay que avergonzarse de pedir ayuda a un compañero. No hay que avergonzarse por abordar problemas con la intervención de terceras personas. En este sentido es importante que partas de una ayuda que proceda de dentro del centro y otra que esté fuera del centro para fortaleza el ámbito escolar y el personal.
- No sufrir hoy por lo que ha pasado ayer. Joan Vaello en su libro El profesor emocionalmente competente
lo define como desconexión emocional, es decir, no hay que recrearse ante lo que no ha salido bien el día anterior y más cuando se ha tratado de un problema de difícil o imposible solución.
- Ser consciente de que todo problema tiene una parte positiva y un aprendizaje. Si no se es capaz de sacar nada bueno de un problema se corre el riesgo de que este problema se repita hasta enquistarse.
Docentes resilientes. A modo de conclusión.
A lo largo de mi carrera como docente, al igual que tú, he pasado por momentos realmente difíciles. Son momentos que me han puesto a prueba, momentos en los que he dudado si realmente servía para ejercer la docencia, momentos en los que no era capaz de hacer nada porque creía que no había nada que hacer.
Pues bien, rebelarme del no hacer nada ha sido providencial para mí, es decir, darme cuenta de que los problemas se resuelven mediante la acción, que los problemas y las adversidades no te hacen más fuerte, sino más resistente. La resiliencia o, lo que es lo mismo, la resistencia consiste para mí no en ganar, sino en
no darse nunca por vencido
Las aulas son espacios en los que siempre habrá sonrisas y lágrimas, alegría y dolor, aciertos y errores. Por tanto, si queremos convertirnos en docentes resilientes debemos tener muy claro que la mejor victoria parte de la mejor resistencia.
Acabaré con una cita de Von Sagant que reza así:
La derrota suele ser pasajera; es la claudicación la que la vuelve permanente.
Fuente del artículo: El profesor emocionalmente competente
WILSON JAIME MEDINA ROJAS says
Sumamente interesante, que bueno encontrar artículos descriptivos que nos trasladen reflexivamente a nuestra realidad docente y nos brinden herramientas que contribuyan a nuestra propia metacognición.
Santiago says
Muchas gracias Wilson
MANUEL ANTONIO SALDAÑA RUBIO says
Interesantísimo el tema de la resiliencia del docente.
Pienso que todos y cada uno de nosotros necesitamos ser resilientes, ya que somos testigos de las diversas conductas negativas de nuestros estudiantes, quienes cada vez asumen actitudes negativas que provienen de sus hogares y a las que hay que enfrentar sin poder actuar con libertad ya que trabajamos parametrados por «situaciones» que son causantes de esta terrible y triste realidad social por la atravesamos y que desgraciadamente no tiene ni asomo de solución, al contrario, se empeora cada día más y más.
A dónde iremos a aterrizar, en este viaje sin piloto.
FELICITACIONES SANTIAGO MOLL.
luis alfredo says
Muy buen tema para tomarlo en cuenta en nuestra labor diaria, ya que , como lo comentaste todos los días trabajamos y experimentamos diversas situaciones comunicativas y de convivencia.
Te felicito por abordar estos temas y te deseo un buen día.
Vicente Galabay says
Felicitaciones a la autora y a los que comentan este importante y debatible tema. Las educadoras y educadores, aunque no matemos a una persona, en el campo ideológico podemos matar a toda una generación. Cada día y cada instante en nuestra labor docente se presentan dificultades y retos que hay que afrontarlos con una buena dosis de vocación, paciencia, capacidad de tomar decisiones para resolver los problemas y un gran poder de voluntad para seguir adelante.
Santiago says
Muchas gracias Vicente. Cordiales saludos
Bertha Lozano Chávez says
Es un tema de actualidad y sobre todo de mucha utilidad que ayuda a realizar un análisis profundo en ámbitos, emocionales, profesionales, personales de ser humano y en nuestro caso como docentes, visualizar nuestras fortalezas para disminuir considerablemente problemas que desde nuesto punto de vista común pueden ser de alto impacto.
Santiago says
Gracias por tu aportación Bertha
Esteban De Las Heras García says
Muy buen post Santiago. Sin lugar a dudas, este tema, es el pan nuestro de cada día. Nuestro estado de ánimo influye de manera bastante determinante en nuestro forma de dar clase. Joan Vaello da pautas muy claras en sus libros, todos geniales, tuve la suerte la acudir a un curso suyo, celebrado aquí en Ceuta, ¡aluciné! Me encantó la tranquilidad y el sosiego que transmitía, su coherencia en todo lo que decía, proponía estrategias sencillas para llevar a la práctica. La verdad que es uno de los ponentes que más me ha impresionado. Retomando la idea del post, la resiliencia es muy importante en los docentes, debemos ser conscientes de que habrá días buenos, regulares y malos, y que para seguir mejorando como docentes, tendremos que equivocarnos una y mil veces.
Un abrazo. Gracias por tus aportaciones.
Santiago says
Muchas gracias a ti Esteban por su lectura y comentario. Aprender de Joan Vaello siempre es un auténtico placer.
Alicia says
Pues yo claudiqué hoy en la mañana y recién he leído este post. Me siento fatal.
Santiago says
Siempre hay que mirar al mañana con ilusión. Mucho ánimo. Mis mejores deseos
José Almeida Garcia says
Ciertamente el docente pudiera encontrar en el devenir de su ministerio adversidades diversas: directivos abusadores, compañeros que no colaboran, alumnos que se niegan a estudiar, etc., etc., sin embargo el docente resiliente como parte de su formación asertiva podrá hacer frente a estas situaciones para mejora de su actividad educativa. Santigo, gracias por tus notas y tus aportaciones, recibe un abrazo desde México. (Disculpa,¿no hubo error de dedo en la conceptualización escribiendo diversidad por adversidad?)
Alexandra Suasnavas says
Gracias, llego en un momento muy oportuno, nuevamente gracias
Santiago says
Me alegro mucho Alexandra. Mis mejores deseos y mucho ánimo
Iván Pittaluga says
¡Muy buen artículo! Gracias! Sobre este tema me ayudó mucho el libro «El cansancio de los buenos» de Roberto Almada y «Con el tanque vacío» de Wayne Cordeiro.
Santiago says
Gracias Iván por tus recomendaciones
Francoise Azucena says
Muy buen articulo , me ha ayudado para terminar mi tesis de resiliencia y competitividad profesional que mañana voy a exponer. Gracias.
María-irun says
Muy interesante. Este es el gran tabú de nuestra profesión: el no reconocer que se tienen problemas y pasarlo mal por no pedir ayuda o no saber resolverlos solo.
Me gustaría que trataras más el tema de las emociones de los docentes: como afrontar cuando te han tratado mal familias, jefes, compañeros… Es una sugerencia.
Margarita A.Visconti says
Muy lindo tema , realmente ,el control emocional saber manejarlo es muy importante cuando se trabaja sobre todo con personas , saber reconocernos como humanos y que tenemos debilidades y fortalezas ,es comenzar a decir tengo un aprendizaje nuevo , saber aprovecharlo y salir a trabajar con la tranquilidad que podemos hacerlo, vivir las instancias aùlicas mas alla de lo que se puede presentar con la alegria que cada dia estamos proporcionando una enseñanza con amor , realmente el docente entrega todos los dias sus sentimientos y sus conocimientos a los demàs, un abrazo
Silvia says
Excelente publicación , gracias por compartir tan útiles temas de actualidad.
Maria Ines morales triviño says
Valioso para nuestro trabajo como docente y para mi diario vivir en una sana convivencia con las demás personas.Gracias por esos mensajes que enriquecen nuestra forma de interactuar
Silvia says
Me encanta lo de la resiliencia, y comparto los que escribes, me chiflaría que a modo de fantasma me hubiera alguien acompañado en mis clases e in situ poder haberla practicado…éste era mi tercer intento- con ganas me quedo aún de poder hablarlo con alguien..y que me sirva!, escribir a «arriba»..dónde?,cambiar el craso»fallo de sistema» desde abajo, pero no sóla, que alguien comparta el «por el bien común»..sin pensar en puntos ni en sexenios(?)…y xyz- en fin, que muy a mi pesar, estando de baja por»trastorno de ansiedad generalizado», aunque debería ser «accidente laboral’, tras seguir dándome y dedicándome con amor y entereza como entiendo acorde a mis valores, creyendo que podía, y ser competente, empatizar, acercarme a cada quien en función de su situación e intereses….blablabla…me vi de nuevo sin poder comer, dormir, responder a cada contestación, comportamiento disruptivo, falta de respeto, vejación, acoso, burla,…etc, etc, etc ..cada minuto en cada clase!-sin comentar lo que observo en otros compañeros respetados, haciendo uso de su hombría macha, del insulto, del grito .y que permiten que los grandes acosen a los tranquilos, en nombre de la integración (?), para mí es una apología a la agresión, violencia y humillación…y son las personas con las que supuestamente me he de coordinar, entre otras cosas ..
Con mucho dolor de corazón, locura absoluta ya y depresiva en soledad por dedicación a esta labor, y nadie llama …creo que claudicaré, aunque no es lo más justo, no para todos mis años de esfuerzos, ni para tantas personitas a las que creía que podía acompañar en su camino..
Gracias por la posibilidad, enhorabuena por tu valor y dedicación, es la 1era vez que me comunico así..ánimo a las residolientes!