Cuando pienso en la palabra sintaxis me acuerdo de una profesora que tuve cuando iba al instituto. Esta profesora explicaba sintaxis. Aquel año recuerdo que la única asignatura que suspendía era la de Lengua Castellana y Literatura. Vaya panorama para un estudiante que quería estudiar la carrera de Filología Hispánica. Esta profesora explicaba sintaxis y yo intentaba escuchar atentamente sus explicaciones. Una vez había explicado, nos pedía que analizáramos un sinfín de oraciones. Yo la había escuchado y entendido, pero no tenía ni idea de cómo analizar sintácticamente una oración. Al final aprobé por los pelos en junio o, seguramente, fue la profesora que explicaba sintaxis la que me aprobó a mí.
Imagen extraída de Shuttershock
En el segundo año de facultad había una asignatura que trataba exclusivamente de sintaxis. Imaginad la ilusión que me hacía dicha asignatura. Para más inri, el profesor que impartía la asignatura era un profesor de la vieja escuela, un profesor muy duro y exigente que nos tenía a todos aterrorizados. Pero debo decir que aprendí a analizar con él. Tenía yo por aquel entonces diecinueve años. Cuando aprobé la asignatura en junio era capaz de analizar hasta la proposición subordinada más compleja. No había ninguna oración ni ningún sintagma que se me resistiera sintácticamente. ¿Por qué razón? Pues porque este profesor cascarrabias no explicaba sintaxis, este profesor enseñaba sintaxis y fue él que me enseñó a mí.
En este artículo mi intención es explicaros por qué diferencio entre explicar sintaxis y enseñar sintaxis. Lo cierto es que se trata de una distinción mía, pero creo que a muchos de vosotros os hará reflexionar sobre cómo enfocáis en el aula una sesión lectiva de sintaxis.
Explicar sintaxis.
Estoy absolutamente convencido de que una buena parte de profesores que imparten clases de sintaxis lo hacen explicando. Para mí se trata de una forma equivocada de transmitir la sintaxis a los alumnos. Explicar sintaxis es lo más fácil y lo más cómodo para un docente, pero resulta ineficaz para buena parte de los alumnos.
Los profesores que explican sintaxis abren el libro de texto, leen un par de definiciones, leen dos ejemplos del libro, leen la definición de un complemento, escriben unas cuantas oraciones en la pizarra, se sientan en su silla y dan lo que queda de clase para que los alumnos analicen las oraciones. Cuando faltan unos minutos para que finalice la clase, pide quién quiere analizar las oraciones en la pizarra. Siempre son dos o tres los alumnos que se ofrecen como voluntarios. Estos alumnos salen a la pizarra y analizan las oraciones correctamente. El profesor pregunta al resto de alumnos si lo han entendido y uno o dos -los que habían levantado la mano- le dicen que sí. Suena el timbre y la clase finaliza.
Así he explicado yo durante varios cursos la sintaxis, hasta que me di cuenta de que era una absoluta pérdida de tiempo. El método que utilizaba sólo servía para un porcentaje mínimo de alumnos, y estoy seguro de que estos alumnos hubieran aprendido igual a analizar sintácticamente sin mi ayuda. Fue en ese momento cuando decidí enseñar sintaxis en lugar de explicar sintaxis. Fue cuando decidí levantarme de la silla.
Enseñar sintaxis.
Vaya por delante que todos los docentes que imparten sintaxis están perfectamente capacitados para enseñar sintaxis. Se trata de un tipo de enseñanza más compleja y que requiere más dedicación, pero os puedo asegurar que los resultados de un grupo son significativamente mucho mejores al final de un curso académico.
Para explicaros cómo enseñar sintaxis, aquí os doy algunas pistas que os pueden servir de orientación. En mi caso tengo un método propio que me he inventado, pero que en este artículo, dada su extensión, no os podré enseñar. Lo dejaré para otras entradas.
1. Categorías gramaticales. Es inútil explicar sintaxis si los alumnos no dominan las categorías gramaticales. Esto es algo que a muchos docentes se les olvida y a mí, personalmente, me parece crucial. ¿Verdad que ningún profesor de matemáticas enseña a dividir sin antes haberles enseñado a multiplicar? ¿Por qué enseñamos sintaxis si sabemos que una parte importante de nuestros alumnos no dominan las categorías gramaticales? La solución es muy fácil. Dedica un trimestre a trabajar duro las categorías y dos a explicar sintaxis. Saldréis todos ganando.
2. Sintagmas. Al igual que las categorías gramaticales, no se puede enseñar sintaxis sin dominar los sintagmas. Muchas veces asimilamos la sintaxis con el análisis de oraciones, pero muchas veces olvidamos que la sintaxis se debe empezar enseñando no a partir de oraciones, sino de sintagmas.
3. Funciones sintácticas por parejas. Otro error muy común a la hora de impartir sintaxis es que se explican las funciones sintácticas de forma lineal. Me explicaré con un ejemplo. Una semana se trabaja el Complemento Directo y la semana siguiente se trabaja el Complemento Indirecto. Creo que explicar así los complementos es un error. Hay complementos que debemos enseñar a la vez. Se deben enseñar los complemento por parejas siempre que se pueda: CD y CI, CC y CRV, Atributo y CPred.
4. La caja. Aunque analicemos oraciones en clase, siempre les digo a mis alumnos que hay que centrarse en los sintagmas. Yo les enseño a analizar por cajas. ¿Por qué? Pues porque el alumno es capaz de acotar mucho más. Una vez aprende a reconocer sintagmas el procedimiento a seguir es muy sencillo: 1. Marca la caja del sintagma. 2. Busca el Núcleo del sintagma. 3. Escribe el nombre del sintagma. 4. Escribe la función sintáctica. Lo hago así porque creo que es fundamental mecanizar en todo lo posible la sintaxis. Hay partes de la sintaxis que se pueden hacer automáticamente y hay que enseñar este tipo de automatismos. Os aseguro que no es nada difícil.
5. Justificación. El problema de los alumnos a la hora de analizar una oración es que juegan mucho con el azar o simplemente dejan la oración o el sintagma incompleto. El motivo es muy sencillo. No son capaces de justificar aquello que analizan. Este aspecto es clave, porque si no justifican los núcleos, sintagmas, oraciones, proposiciones y funciones, habremos fracasado en nuestro intento de enseñar sintaxis. Lo que habremos hecho habrá sido explicar sintaxis. El problema es muy sencillo. El alumno no domina la teoría sobre la sintaxis. No sabe el porqué ni el para qué. Y ahí reside nuestro gran reto. Un reto que no nos permite estar sentados cómodamente en nuestras sillas. Si un alumno no es capaz de justificar la sintaxis, nunca aprenderá sintaxis.
6. Teoría. La teoría que deben saber los alumnos no tiene nada que ver con las definiciones. Son tan inútiles como improductivas. De lo que se trata es de que los alumnos hagan las preguntas adecuadas y respondan a las respuestas que nosotros les habremos enseñado. ¿Por qué es Complemento Directo? Porque el verbo es predicativo y se puede sustitur por lo. ¿Por qué es un Sintagma Nomina? Porque su núcleo es un nombre.
7. Pizarra. Para mí analizar oraciones en la pizarra es una absoluta pérdida de tiempo. Se pierde muchísimo tiempo, aumenta la disrupción en el aula, muchos alumnos no corrigen, sino que simplemente copian… Se pueden trabajar los procedimientos de la sintaxis de maneras mucho más productivas e individualizadas como, por ejemplo, analizar sintácticamente de viva voz, reconocer errores de oraciones ya analizadas, analizar sintácticamente mediante el aprendizaje cooperativo -os lo enseñaré en otro artículo.
Estos son algunas pautas que aplico en mis clases de sintaxis. Como ya he dicho, he elaborado un método que creo que permite a un gran número de alumnos aprender sintaxis. Pero no nos debemos conformar sólo con que la aprendan. Una vez la han aprendido, de lo que se trata es de hacerles ver su utilidad, de hacerles ver que dominando la sintaxis, podrán dominar mejor el idioma.
Como podéis veis el trabajo es enorme. Pero si nos olvidamos del trabajo que supone y lo transformamos en un reto, os puedo asegurar que la satisfacción será enorme, porque en tu clase habrás conseguido algo realmente extrordinario. No hay cambio que no produzca cierto miedo o recelo. Pero lo que diferencia a un docente que explica a uno que enseña es que el primero cree que enseña, mientras que el segundo contagia lo que enseña.
¿Aceptas el reto?
Vicente Rafael Riera Escriva says
Hay que pedir a los alumnos que argumenten sus análisis. Si afirman que un determinado sintagma nominal es objeto directo, tienen que demostrarlo, No basta con la simple labor de etiquetaje.Como afirma Ignacio Bosque: no todo en la sintaxis es cuestión de mera opinión: si un determinado segmento oracional es sujeto u objeto directo, si las pasivas reflejas se construyen o no con verbos transitivos no son cuestiones que quedan sujetas al la opinión arbitraria del discente.
smoll73 says
No puedo estar más de acuerdo contigo Vicente. En muchas ocasiones sólo nos detenemos en el reconocimiento, pero no en su justificación. Gracias por interactuar con el blog. Un cordial saludo.
Alicia says
Excelente artículo lleno de observaciones acertadísimas y de consejos sumamente útiles. Muchísimas gracias, Santiago.
En cuanto a lo de «no empezar la casa por el tejado», yo creo que nunca debemos dar nada por sabido. Es decir, en este caso, como tú comentas, no podemos dar por sabidas las categorías gramaticales, sino que tenemos que comprobar si realmente las dominan y, si no es el caso, conseguir que lo hagan.
Algo parecido me pasó a mí cuando en un grupo al que enseñaba español, uno de los primeros días de clase teníamos que ver que en castellano existen tres conjugaciones verbales… Al planificar la clase pensé que primero tenía que asegurarme de que todos entendieran perfectamente qué es un verbo (los estudiantes eran adultos, algunos sin estudios).
Un saludo.
Isaura says
Dame un ejemplo concreto, creo importantes las acotaciones sin embargo me gustaría un ejemplo concreto y aplicado
smoll73 says
Gracias Isaura. En esta réplica no tiene cabida. En breve publicaré ejemplos prácticos al respecto. Un cordial saludo
Anaïs says
Muchísimas gracias por toda esta información. Soy filóloga inglesa pero tengo que enseñarle sintaxis española a una chica de bachillerato y andaba un poco perdida.
Definitivamente, me he sentido identificada con ese pequeño grupo de alumnos que sabía hacer las frases pero no por las explicaciones del profesor sino a base de buscarme la vida por otras vías (internet, otros compañeros, …). Intentaré no ser como mi profe de bachillerato 😉
¡Un saludo y gracias otra vez!
Santiago says
Gracias Anaïs. Pues ya me contarás 😉
Manuel says
Completamente de acuerdo con lo que dices. La asignatura de lengua puede ser una tortura si está mal explicada (y por mal explicada entiendo cuando muchos de los alumnos no se enteran bien).
Salvando las distancias, en el sistema diédrico del dibujo técnico pasa exactamente lo mismo que explicas. Casi todos los profesores explican los conceptos básicos (un punto en el espacio, planos, lineas) en poco tiempo, y luego pasan meses dando cosas cada vez más complicadas, y los alumnos cada vez más perdidos. Sin embargo, si se insiste en lo básico durante mucho más tiempo, el resto de las cosas que se puedan representar se ven como una unión de puntos, lineas y planos, y se ven facilmente.
Un buen profesor es el que hace que el alumno torpón entienda y asimile, porque el listo va a aprender con profesor o sin él.
Santiago Moll says
Muchas gracias Manuel
Adelaida Serrano says
Es que no es lo mismo conocer algo que saber transmitirlo. Eso es así. Hay que ponerse en manos de buenos profesores.