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Qué hacer cuando un alumno rompe a llorar en el aula

25/06/2015 Escrito por Santiago Moll 66 Comments

Reímos juntos. Lloramos solos. El artículo de hoy quiere ser una reflexión en voz alta sobre un aspecto que desde hace varios cursos me tiene profundamente preocupado y es el hecho de encontrarte con un alumno que rompe a llorar en el aula. Tras varios cursos académicos que puedo considerar emocionalmente complicados, creo que ha llegado el momento de dar voz a esa problemática, a la problemática del llanto. Ojalá tenga la suerte de que me acompañes en la lectura de este artículo porque al final del mismo te voy a pedir un pequeño gran favor. Comenzamos.

alumno

Imagen extraída de Shutterstock

Reímos juntos. Lloramos solos. La problemática del alumno que llora en el aula.

Hace un par de cursos tomé conciencia de algo que venía repitiendo erróneamente año tras año. Era algo que tenía frente a mis narices pero que no había sido capaz de percibir. Se trata de un aspecto que tiene que ver con lo que se denomina gestión de aula, un término del que no soy nada partidario.

La obviedad que quiero compartir contigo seguro que tú también la has vivido en mayor o menor grado. Se trata, concretamente, de que en el aula la risa siempre es algo que se comparte con el docente y todo el grupo, es decir, reímos juntos, nos reímos con los alumnos. Seguramente como yo es algo a lo que le das muchísimo valor porque la risa siempre es un elemento de cohesión y es un excelente aliado para trabajar la inteligencia emocional. Pero,

¿qué sucede cuando un alumno rompe a llorar en el aula?

Esta es la pregunta que quiero plantearte y que ha dado pie a esta entrada. Hace un par de cursos me di cuenta de que, así como el grupo y yo compartíamos la risa, cuando un alumno rompía a llorar por la razón que fuera, automáticamente le pedía que saliera de clase, bien solo, bien acompañado por alguno de sus compañeros.

Soy consciente de que hay muchas razones por las que llorar, pero en este artículo no es mi intención hacer una clasificación de los motivos por los cuales un alumno se pone a llorar. En lo que quiero incidir es en la manera en que se aborda el hecho de que un alumno se ponga a llorar.

Como he dicho más arriba, en los últimos cursos académicos he tenido varios grupos con una problemática significativa, grupos de los que he sido tutor y en los que he visto llorar a demasiados alumnos demasiadas veces.

No se a ti, pero a mí ver a un alumno llorar es algo que me parte el corazón. Pero hay que saber no sólo entender la razón de ese llanto, sino actuar sobre ese llanto de la mejor manera posible para el alumno, para el grupo y para ti.

El problema de gestionar emociones en lugar de enseñar emociones a un alumno.

No sé si tengo la solución al tema que planteo en este artículo, pero lo que sí tengo claro es el error en el enfoque a la hora de trabajar todo tipo de emociones en el aula. ¿Qué quiero decir con esto? Muy sencillo. En los centros no se tiende a educar en las emociones, sino que se gestionan. Y ahí viene el error porque una emoción gestionada es una emoción trabajada a posteriori, es decir, cuando esta ha ocurrido. Por tanto, de lo que se trata es de enseñar emociones a priori para que cuando estas ocurran todos seamos capaces de afrontarlas con la mejor predisposición.

¿Qué es gestionar el llanto de un alumno?

Para mí es un error gestionar una emoción como el llanto. ¿Por qué? Porque el llanto se ve como una interrupción de clase, un problema y, como tal, no se plantea una solución, sino que se evita el problema haciendo que el alumno salga de clase. Cuando esto sucede, se pierde una oportunidad de trabajar emociones básicas como la ira, la alegría o la tristeza. Entonces,

¿cómo debemos afrontar el llanto de un alumno en el aula?

Enseñar emociones al alumno. Del problema a la oportunidad.

Si en lugar de gestionar una emoción, es decir, si en lugar de evitarla la enseñamos, lo que estamos haciendo es una transformación total de la inteligencia emocional en el aula. ¿Por qué? Porque emociones como la ira o la tristeza que se manifiestan en ocasiones a través del llanto ya no se ven como un problema, sino como una oportunidad tanto para el alumno como para el grupo. Pero,

¿cómo se enseña una emoción?

Ahí es donde a día de hoy creo que está todo o casi todo por hacer en el aula. En mi caso he tomado la determinación de, cuando un alumno rompe a llorar en el aula, intentar por todos los medios que este alumno permanezca en el aula con el resto del grupo. ¿Para qué?

Algunas orientaciones sobre cómo afrontar el hecho de que una alumno rompa a llorar en el aula.

Antes de que el alumno rompa a llorar.

  • Prevención. Hay que enseñar las emociones a priori, esto significa preparar a los alumnos para cuando lloren o vean llorar a algunos de sus compañeros.
  • Vivencia. Es importante hacer durante algunas sesiones que todos los alumnos rememoren algún momento en el que han llorado. Deben ser capaces de recordarlo y compartirlo y comentarlo con el resto del grupo. Esta labor es idónea para trabajar en las sesiones de tutoría, por ejemplo.
  • Dinámicas de grupo. Otro factor sumamente importante y que recomiendo son las dinámicas de grupo para trabajar las emociones. Una muy buena dinámica para afrontar el dolor que supone el llanto es la que he denominado Acto de bondad.
  •  Protocolo de actuación. Un protocolo de actuación es algo realmente útil a la hora de trabajar las emociones. En primer lugar porque los protocolos se hacen a priori y en segundo lugar porque sirven para establecer lo que yo denomino compromisos emocionales. Es muy conveniente que cada grupo cree su protocolo de actuación, aunque lo ideal sería que fuera una decisión de etapa o de centro. Dicho protocolo debería estar expuesto en el aula en un lugar visible. En otro artículo tengo la intención de profundizar más sobre este apartado.
  • Roles. Los chicos no lloran. ¿Verdad que te suena esta frase? Lamentablemente es una de las muchas frases estereotipadas contra las que se debería luchar en las aulas. Hay que insistir en que el llanto tiene la misma importancia y las misma consideración para un chico que para una chica. Creo que se trata de una excelente oportunidad para trabajar conductas sexistas. Y sí. Los chicos también lloran y pueden hacerlo acompañados.

Cuando el alumno rompe a llorar.

  • Recordatorio. Es muy importante que recuerdes cuál es el protocolo que el grupo ha decidido.
  • Verbalización. No hay mejor remedio para el llanto que verbalizarlo. Me explico. En lugar de que el alumno salga corriendo fuera del aula, ¿por qué no comparte verbalmente ante el grupo el porqué de su llanto?
  • Prioridad. Auque no todos estaréis de acuerdo en este punto, personalmente creo que hay que interrumpir la sesión lectiva en cuanto a contenidos se refiere para ceder todo el protagonismo no al llanto, sino a la emoción provocada por ese llanto. Porque ese llanto es una excelente oportunidad para trabajar la emoción de forma espontánea.
  • Fase de consuelo. La tranquilidad que implicar verbalizar el llanto debe ir acompañado de lo que yo denomino la fase de consuelo. No es fácil para un alumno explicar el motivo de su llanto. Por eso es que hay que verlo como un acto de valentía que debe tener su recompensa en la comprensión del grupo. Dicha comprensión debería especificarse en el protocolo de actuación.
  • Fase de ayuda. Por último, se trataría de intentar dar respuesta al motivo de ese llanto. Como es natural, no siempre es posible y en muchas ocasiones es normal quedarse en la fase de consuelo.

Después de que el alumno rompa a llorar.

  • Seguimiento. Así como en el aula no tenemos ninguna dificultad en llevar a cabo un seguimiento de lo que el alumno aprende en el aula, ¿por qué no hacer también un seguimiento de las emociones? Un seguimiento que puede hacerse de muy diversas maneras, es decir, durante un descanso ese mismo día, al día siguiente en una entrevista personal con el alumno, en una sesión de tutoría con todo el grupo.

A modo de conclusión. Reír y llorar juntos. Hacia una educación emocional integral del alumno en el aula.

Como muchos de los artículos de Justifica tu respuesta, quiero pensar que esta entrada tiene más preguntas que respuestas. Porque en educación emocional esta casi todo por hacer. Es por esto que, tal y como he anunciado al inicio de este artículo, te pido un pequeño gran favor. Se trata de que en los comentarios des tu testimonio de cómo trabajas el llanto de un alumno en el aula, qué te funciona, qué te ha dado buenos resultados. Yo, como siempre, cuento contigo. Gracias por adelantado.

Libro recomendado. Aprovecho para recomendarte un excelente libro que te puede servir como punto de partida para trabajar las emociones en el aula.

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Santiago Moll
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Firme defensor de la educación inclusiva, apasionado de las nuevas tecnologías y un enamorado de la educación emocional.
Profesor de secundaria, formador presencial y online y blogger autor de 'Justifica tu respuesta'.

Filed Under: Educación emocional, Resolución de conflictos Tagged With: ALUMNO, docente, empatía, inteligencia emocional, resiliencia, resolución de conflcitos, romper a llorar

Comments

  1. Luis says

    25/06/2015 at 10:28 pm

    Este artículo me ha hecho meditar estas situaciones que aparecen a veces por sorpresa en nuestras aulas.
    Hace poco me ocurrió, fue un comentario divertido que le hice a un alumno en torno a su hermanastro.
    Me pareció que el tema era muy, muy personal y le pedí que saliera a relajarse fuera de clase.
    En otra ocasión, y ya muy personal, me explicó lo que le pasaba, era lo que yo creía, algo muy personal.
    Lo del protocolo me ha parecido fenomenal.

    Responder
    • Santiago says

      25/06/2015 at 11:20 pm

      Muchas gracias Luis por compartir tu vivencia a través de los comentarios de esta entrada

      Responder
    • Santiago says

      25/06/2015 at 11:20 pm

      Gracias Luis. lo del protocolo es algo que creo que puede ayudar y mucho en este tipo de situaciones

      Responder
    • Vanesa says

      27/06/2015 at 9:24 am

      Primero de todo quiero decir que soy docente en Formación Profesional, por tanto mis [email protected] son personas adultas. Un día en clase, en lugar de explicar cuál es el perfil que debe tener un relaciones públicas, decidí plantear una actividad. Tenían que leer sus apuntes y analizar cuáles de esas cualidades tenían y cuáles no y por tanto, sobre que deberían trabajar para mejorar sus capacidades. La clase terminó siendo un mar de lágrimas a raíz del análisis de una alumna, pues contagió al resto y a mí, que tuve que hacer un sobreesfuerzo por reconducir una «simple actividad». Fue revelador, descubrí la falta de autoestima de esta alumna en concreto, pero sobretodo sirvió para fortalecer al grupo y a mí para trabajar con ellos, de manera directa e indirecta, su inteligencia emocional.

      Responder
    • Edita Narro Miranda says

      29/06/2015 at 11:04 pm

      Cuando una estudiante lloró en el aula, por verguenza de que derramó su refrigerio (canchita de trigo) corrí lo abracé me senté con ella incluso leo que le quedó en el bolsillo lo comí para demostrarle que era un alimento muy rico e incluso medicinal, le di confianza y calmé su llanto.

      Responder
      • Santiago says

        29/06/2015 at 11:33 pm

        Excelente testimonio Edita. Muchas gracias

        Responder
  2. Claudia Elizabeth Troncoso says

    25/06/2015 at 10:29 pm

    ¡Excelente texto! En mi experiencia como docente (profesora de español lengua extranjera para adultos) me pasa con mucha frecuencia este asunto, cursos académicos no te enseñan éste tipo de asunto, al principio con mucha intuición, intenté de entender y administrar tal asunto, después con el tiempo tuvo que aprimorarme más. Lo que también me doy cuenta es lo cuan nos afecta dichos sentimientos «ajenos», por eso la práctica de la resiliencia. Obs: mis clases son individuales y/o en parejas, donde el conecto es más íntimo. Dejo una pregunta: ¿Cómo le lidian con éste tipo de cuestión?
    Creo que es necesario charlar más sobre el asunto.

    Responder
    • Santiago says

      25/06/2015 at 11:19 pm

      Muchas gracias Claudia. En ti comentario citas para mí un palabra fundamental: residencia. Creo que ahí radica la clave para trabajar emociones relacionadas con el llanto. Un cordial saludo

      Responder
  3. Douglas García says

    25/06/2015 at 11:02 pm

    Santiago, vaya desde Caracas, un saludo cordial. No dejo de leer tus importantes artículos, de mucha construcción y orientación. Soy docente a nivel universitario con alumnos andragógicos que también lloran. Me sucedió que una chica rompió en llanto ante un consejo mío pues su actitud era como de saboteo a la sesión lectiva. Acto seguido abandonó el recinto de clases y no volvió más, tampoco a mi cátedra. Sus compañeros muy amablemente me informaron que la dama tenía problemas familiares. En esos casos es difícil entender al semejante, el porqué se ciertas actitudes. Gracias.

    Responder
    • Santiago says

      25/06/2015 at 11:18 pm

      Muchas gracias Douglas por tu testimonio. Un cordial saludo

      Responder
  4. Rosa says

    25/06/2015 at 11:50 pm

    Gracia Santiago ; yo tengo el emocionario y lo uso con mis alumnos; excelentes consejos los tuyos siempre. Saludos!

    Responder
    • Marcos says

      04/03/2022 at 5:32 am

      Hola

      Responder
  5. Lydia Zoe Negron says

    26/06/2015 at 12:00 am

    Yo he tenido varias experiencias en mi grupo (niños con necesidades especiales ) nunca he sacado al estudiante fuera del salón ,eso es un arma de doble filo. Simplemente me le acerco y le digo en el oido baja la cabeza llora desahogate, luego si quieres compartir q te pasa estoy aquí para ayudarte. Los demás se quedan quietecitos escuchandome y pendientes de el. Luego si se puede compartir en la clase lo dialogamos juntos y buscamos alternativas, y escribo lo q sucedió en el cuaderno de record anecdotico. Si el problema es grande q yo sola no pueda arreglarlo lo refiero a las personas pertinentes. Y si yo trabajo mucho sobre las emociones en mi sala de clases.

    Responder
    • Elida Mahyde Guzmán López says

      11/08/2015 at 4:02 pm

      Hola para todos! En mi clase cuando se presentan estas situaciones, me gusta comenzar conmigo, claro, si aparece algún valiente que decida exponer su sentimiento antes que todos, adelante. Me da gusto aclarar que normalmente los chicos son traviesos y tienden a burlarse de casi todo, pero cuando les educas para trabajar las emociones siempre ponen el corazón, y yo me quedo con la certeza de que al salir del aula,se harán bromas de distintos argumentos pero no del sentimiento expuesto en la clase. 🙂 Saludos Santiago!

      Responder
  6. Cuca Gálvez says

    26/06/2015 at 12:02 am

    Me interesa mucho este tema porque cada vez más aparece esta situación. Evidentemente, depende mucho de la causa del llanto. Nunca he pedido al alumnado que saliera del aula cuando ha ocurrido. Ellos tampoco me lo piden. No se me ha ocurrido nunca sacarlos del aula; no sé por qué, pero no entraba en mis reacciones normales apartar a alguien que se siente mal. A cambio, lo hablamos. Todos. No uso protocolo porque cada grupo funciona de una manera, pero podría ser interesante hacerlo. Si alguien se ríe o ridiculiza ese llanto, aprovecho para analizar esa reacción con ellos. Así ganamos todos. Cuando lo estimo conveniente, digo o hago algo que rompe la tensión: puede ser una broma, algo que relaje el ambiente, que quite importancia al asunto o que lo ponga en su justa medida. El que llora suele sonreír o, al menos, descargar emoción. Luego, puedo pedirle que vaya si lo desea a lavarse la cara. Suele funcionar.

    Responder
  7. Jaime Giraldo Salazar says

    26/06/2015 at 2:37 am

    Muchas gracias por compartir tus propuestas, pues en este campo y aspecto en particular pocos docentes son tan asertivos.

    Responder
  8. isabel says

    26/06/2015 at 4:36 am

    soy profesora de educación física y mi enseñanza es a través del cuerpo y el movimiento, en una oportunidad tuve un episodio al impartir clases para adultos, una persona no participaba de la clase, y luego se disculpo por no participar, ella explico que al intentar realizar el movimiento indicado una angustia profunda la invadió, es que ella se estaba divorciando, en resumen lo que quiero transmitir con este relato es que el cuerpo es el receptor de las emociones y también el transmisor. culmino con una frase» todo lo que tu boca calla tu cuerpo grita»

    Responder
  9. MANUEL ANTONIO SALDAÑA RUBIO says

    26/06/2015 at 4:47 am

    Un saludo muy especial a Justifica tu respuesta, al amigo Santiago Moll, quien día a día direcciona nuestro trabajo pedagógico. En varias oportunidades, he tenido la experiencia de un estudiante llorando en clases, especialmente mujer, no la he sacado del aula, he preguntado por el motivo de sus lágrimas, algunas palabras de consuelo, algún abrazo reconfortador, y algún resultado positivo, luego todo quedó ahí.
    GRACIAS.

    Responder
  10. Mari Carmen says

    26/06/2015 at 7:01 am

    Hola:
    Yo trabajo con alumnado de primaria, y quizá por eso para mí sea más fácil. Cuando un alumno llora en mi aula (tienen 9/10 años) en seguida los compañeros corren a abrazarlo y consolarlo…es una reacción natural.
    Yo también lo hago, primero el gesto de consuelo, después las preguntas y aclaraciones.
    A todo el mundo nos gusta que nos consuelen cuando nos sentimos mal.

    Responder
  11. Mercedes says

    26/06/2015 at 9:29 am

    Santiago, por primera vez no estoy del todo de acuerdo con tu artículo. Creo que hay que tomar el llanto de un alumno con naturalidad y sin invitarlo a salir del aula. Pero parar la clase y convertir al alumno en ese momento en el foco de atención creo que puede ser perjudicial para él. No creo que esté preparado para verbalizar su estado emocional. Incluso puede despertar cierto morbo al resto de compañeros.
    Gracias de todas formas por tus aportaciones.Son muy interesantes. Mercedes.

    Responder
    • Laura says

      19/01/2017 at 1:12 am

      Opino igual que usted. He hecho lo que el autor dice que hacía: le digo al estudiante adolescente que salga del aula, se dé una vuelta por el colegio, tome agua, vaya al baño, que respire, y cuando se sienta bien, regrese al aula. No sé si lo he hecho bien, pero así lo hago y cuando termina la clase, llamo al alumno y le pregunto si se encuentra mejor, a lo que por lo general el estudiante me dice, no es nada, profe… en clases más adelante he tenido estudiantes que llegan y me cuentan lo que les pasó. Pero no me ha gustado detener la clase para enfocarme en un alumno, ya que pienso que se va a sentir observado. A veces creo que entran llorando porque si se quedan afuera del aula van a perder la clase, pienso que lo hacen así por responsabilidad, no porque quieran compartir el problema con toda el aula.
      A ver si el autor nos sugiere qué hacer porque ese es el sentimiento que siempre he tenido con estos casos.

      Responder
  12. Rossana Marlene Franco Cortez says

    26/06/2015 at 2:22 pm

    Me encantó éste tema.Soy profesora de Grado especial y Preescolar y ya he pasado varias situaciones de llantos en el aula.Con estas experiencias me he dado cuenta de que el niño o niña la mayoría de las veces lloran por algún motivo de problemas personales que ya no pueden soportar y rompen llantos.Unas de las actividades que realizo es el trabajo en grupo y también individual es las 10 formas de abrazos.Esta estrategias lo realizamos los primeros días de clase en donde pasa un alumno/a en frente de todos y con mi ayuda hacemos la
    demostración de diferentes tiposde aabrazos. Después de que todos puedan vivir esa experiencia nos comprometemos al abrazo y palabras de consuelos y motivación en las situaciones requeridas durante el año. Me he dado cuenta de que tiene buen resultado.siempre se realiza el seguimiento de cada caso.

    Responder
  13. MARIA VASQUEZ says

    26/06/2015 at 6:36 pm

    CUANDO VEO LLORAR A MIS ESTUDIANTES ME ACERCO, PREGUNTO EL MOTIVO. CUANDO ME DICEN QUE ES POR UN PROBLEMA FAMILIAR , LES DIGO QUE NO SE PREOCUPEN ,QUE MAÑANA ES OTRO DÍA Y LAS COSAS SE VEN DE DIFERENTE COLOR. CUANDO NO QUIEREN HABLAR, LES DIGO QUE ESOS OJOS BONITOS SE VAN HA GASTAR, SIEMPRE SONRÍEN Y DESPUÉS LAS ENVÍO A LOS SERVICIOS PARA QUE SE LAVEN LA CARA. NO SÉ SI ESTARÉ HACIENDO LO CORRECTO

    Responder
    • Santiago says

      27/06/2015 at 12:01 am

      Gracias por tu valiosa aportación María. Nunca se equivoca aquel que tiene el valor de hacer algo bien

      Responder
  14. Azahara Casas says

    26/06/2015 at 11:09 pm

    Gracias por compartir Alfonso!! Tema interesante! Depende mucho del alumno y de la situación, pero básicamente hago 3 cosas:
    – Dejarle espacio (si quiere puede salir a lavarse la cara, respirar…)
    – Pedir al grupo respeto y colaboración
    – Escuchar al alumno a solas en algún momento(s) y, si es necesario, también al grupo.
    Y en el camino te encuentras acompañándole en el proceso de consuelo y/o reparación.
    Para cuando el artículo «¿Qué hacer cuando un profe rompe a llorar?» También están aumentado los casos! 😉

    Responder
    • Santiago says

      27/06/2015 at 12:00 am

      Gracias Azahar. Tomo nota Un cordial saludo

      Responder
  15. Nuria says

    26/06/2015 at 11:38 pm

    Muchísimas gracias por tu artículo.
    ¿Podrías mostrar algún ejemplo de protocolo?
    Un saludo,
    Nuria

    Responder
    • Santiago says

      27/06/2015 at 12:00 am

      Gracias Nuria. Estoy en ello. A ver si lo publico en breve. Un saludo

      Responder
  16. Rosa GL says

    27/06/2015 at 7:50 am

    Hola, gracias por el artículo. Difiero en algunos aspectos en cuanto a la gestión de emociones:
    Ante todo, detrás del llanto existe una emoción que necesita ser expresada (ya sea rabia, miedo, tristeza, …) y, dependiendo de la persona y del momento, sería conveniente o no, salir del aula. Así que, más que invitarle a salir, yo le invitaría a que ‘elija’ salir o no.
    ¿Cómo protocolar algo improtocolable? Una emoción es una emoción: identificarla, mirarla, sentirla, expresarla… esa persona precisa su espacio en ese momento… Gestionar no es Evitar…
    Posiblemente, quienes han de ‘aprender’ a Gestionar esa situación son las personas que están presentes…
    Acompañar a ese alumno…
    Y esto es un trabajo de antelación: qué hacer «los demás» si esto ocurre…
    Saludos a todos

    Responder
  17. MA. DOLORES says

    30/06/2015 at 1:34 am

    SIN DUDA ALGUNA UN TEMA MUY IMPORTANTE ABORDADO EN SU ARTICULO SOY DOCENTE FRENTE A GRUPO Y CON ALGUNAS EXPERIENCIAS SIMILARES DENTRO DE LAS CUALES SOLAMENTE ME E QUEDADO EN LA FASE DEL CONSUELO Y DE AHORA EN ADELANTE TRATARE DE EDUCAR CON EMOCIONES.

    Responder
    • Santiago says

      30/06/2015 at 7:19 am

      Muchas gracias Ma. Dolores

      Responder
  18. Rocio says

    01/07/2015 at 11:06 am

    Hola, antes que nada felicitarte por esta entrada, ya que es un tema que refleja la sensibilidad que demuestras hacia tus alumnos mas alla de impartir simplemente la materia. Ya me hubiera gustado encontrarme en el instituto con un profesor asi, en serio, estoy segura que despiertas mucha admiracion entre los alumnos y vocacion a la enseñanza. Perdona que no conteste a tus preguntas, ya qur por ahora tengo poca experiencia docente. Sin mas decirte que siempre me ha preocupado que el sistema educativo se vaciara de su vertiente humanistica y emocional para dejar prioridad en los conocimientos experimentales, tecnicos, y por consiguiente huir de la reflexión sobre lo que somos, lo que hacemos, los valores personales, la cosciencia de que estamos insatisfechos, y como la escuela no trata de educar en estos temas porque se le utiliza como instrumento dentro de un sistema orientado a la rentabilidad economica.En fin no hay tiempo para la educacion emocional de los jovenes, y mas en una etapa en la que se encuentran desorientados por los cambios internos que viven y que la sociedad solo les responde con consume, estudia, sacate esta carrera, se el mejor en tal cosa, … Tu propuesta tiene mucho valor porque es una isla de cooperacion, de colaboracion, de respeto, empatía dentro de un mar de competicion, individualismo, idiotez, sociopatía. La pedagogía no puede desligarse de la eapiritualidad y los valores. Me encanta pensar que todavía se pueda cambiar la escuela desde dentro. Ojala tu propuesta se expanda y se haga una ola. http://circulosdemujeres.blogspot.com.es/2010/06/claudio-naranjo-el-mal-de-la.html?m=1

    Responder
    • Santiago says

      02/07/2015 at 7:45 pm

      Muchas gracias Rocío por tan bonitas y sentidas palabras

      Responder
  19. Magali says

    06/07/2015 at 12:31 pm

    Hola Santiago!!!
    Antes que nada decirte que me encantó este artículo, soy profe de educación física y por el momento estoy en el nivel inicial, creo profundamente en la educación en valores, con los chiquitos esto pasa todo el tiempo, si bien es más difícil manejarlo con los chiquitos porque ellos todavía no toman conciencia de la importancia de los sentimientos, si se que si tuviera q

    Responder
  20. Magali says

    06/07/2015 at 12:51 pm

    hacer una autocrítica de mis prácticas, me gustaría manejarlo diferente, trabajarlo de otra manera, ya que con los chiquitos es moneda corriente que siempre haya uno de ellos triste o llorando, porque extraña a la mamá, o no quiere hacer educación física, o bien se siente cansado, en fin, diversos motivos, y lamentablemente se excluye de la clase, y lo atiende la maestra de jardín, porque por ejemplo en sala de tres, son 31 niños y aveces me veo obligada a continuar con mi clase mas que nada debido a la cantidad… sería muy interesante trabajar con los niños el llanto desde otro ángulo…
    Me pareció muy interesante tu artículo…
    Un saludo muy grande Santiago… desde Bahía Blanca …Prov.de Buenos Aires.

    Responder
  21. VIRGINIA SÁNCHEZ JIMÉNEZ says

    07/07/2015 at 5:31 am

    Hola Santi que gusto poder opinar con algo que para mi ha sido común en mi clase y pensé que sólo a mi me pasaba, pues bien cuando esto sucede con los pequeños igual casi me hacen llorar y he advertido que cuando se dan cuenta de la sensibilidad de su maestra se sienten tan acompañados en su dolor y de esa forma es mas fácil poder comprender sus emociones en este caso casi siempre de pérdidas, lo que hago es hablarles con mucho amor, cariño y tratar de ponerme en sus zapatos y pedir de forma discreta al grupo nos unamos en un gran abrazo fraternal. Una vez pasado el momento quedamos todos sensibilizados y aprovecho para reforzar valores. Gracias por permitirme expresar mi humilde opinión. Abrazos.

    Responder
  22. Nilda Chambe Molinero says

    17/08/2015 at 5:59 pm

    No hay nada mejor para un niñ@, que recibir el abrazo de su [email protected] cuando está deprimido, triste o simplemente rompe en llanto. Los maestros debemos de ser muy observadores, y si vemos que un niño está triste, callado, no participa en clase, es porque definitivamente algo está pasando, y es en ese momento, en el que debemos brindarle nuestra atención y, a su vez, la comprensión de sus compañeros

    Responder
  23. Dani says

    07/09/2015 at 5:41 pm

    Muchas gracias. Yo tengo un par de alumnos que lloran mucho, y en ocasiones resultan más sencillo ignorarlos. Creo que es básico que se cree una cultura dentro del aula, en donde se conozca de las emociones y haya tolerancia y control sobre las mismas.

    Responder
    • Santiago says

      07/09/2015 at 10:49 pm

      GRACIAS A TI DANI

      Responder
  24. hadha says

    06/11/2015 at 7:06 am

    Buenos días. Te sigo desde hace tiempo y hoy me he animado a escribir. Varias veces me he encontrado con alumnos que lloran por diversos motivos y nunca les he pedido que salgan del aula (a menos que ellos lo solicitasen). Siempre he tratado de calmarlos, hablarles, ayudarles… y siempre he contado con el apoyo del resto de compañeros de clase, que han contribuido a que el alumno se calme y asuma que, llorando no soluciona nada, aunque alivie su tensión en ese momento. Lo que desconocía es que estaba trabajando las emociones sin darme cuenta. Es algo que los profes olvidamos y no deberíamos. Gracias por tus artículos.

    Responder
    • Santiago says

      06/11/2015 at 5:04 pm

      Muchas gracias por tu comentario. Un cordial saludo desde Justifica tu respuesta

      Responder
  25. Silvia says

    06/11/2015 at 1:47 pm

    Me ha costado mucho entender que todas las emociones son buenas y tienen un porqué. El llanto ayuda a liberar el estrés que tenemos acumulado.
    El curso pasado fué un año muy dificil con niños problemáticos y con muchos problemas. Yo suelo impartir en FP con alumnado mayor pero con la implantación de la FP básica me estoy encontrando alumnado de 15 años con todas las emociones a flor de piel y opino como en el artículo: Si hay que reir todos reímos pero si hay que llorar acompañamos y empatizamos con la persona que llora.

    No me gusta dejar salir a un alumno solo. Si no ha sido posible consolarlo en clase si que he interrumpido las explicaciones y he salido con él fuera para intentar consolar en lo posible y sino al menos acompañar hasta que se calman. Es una situación complicada y muchas veces nos vemos incapaces de prestar ayuda pero al menos si podemos acompañar.
    El curso pasado eran 19 chicos, ningúna chica en clase y al menos ví llorar a 9 por no saber como controlar sus emociones. Me hubiese gustado recibir algún curso de inteligencia emocional para saber afrontar este tema de otra manera.

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    • Santiago says

      06/11/2015 at 5:04 pm

      Muchas gracias por tan valioso testimonio Silvia. Un cordial saludo

      Responder
  26. Paola says

    12/03/2016 at 7:01 am

    yo siempre que sucede que mis alumnos lloran les abrazo y sentada frente a ellos les pregunto el porque, una vez uno de ellos lloro tras no dejarlo salir porque no habia hecho el trabajo(iba a hacerlo con el cuando todos salieran) al sentarme a su lado le pregunte que porque lloraba y no decia nada, sus labios estaban sellados. pero se notaba que estaba frustrado, comenzamos a trabajar y sus lagrimas se disiparon al momento que termino el trabajo salio con una gran sonrisa. la otra ocacion mas resiente, le grite a una alumna que se callara y sali del aula, estaba realmente frustrada pero yo no tenia razon latente para molestarla a ella, entonces al regresar la vi llorando le abrace y me vio llorando a mi tambien, entonces ella sonrio y le dije que si seguia con animos de trabajar y dijo que ella estaba llorando porque me fui sin regresarle su libro.

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    • Santiago says

      12/03/2016 at 9:07 am

      Muchas gracias por tan valioso testimonio Paola. Cordiales saludos

      Responder
  27. Antonio Esquivias says

    13/03/2016 at 7:29 pm

    Hola Santiago, sigo tu blog pero esta entrada se me había escapado y me parece importante. Sale lateralmente algo que me gustaría señalar. El llanto la mayor parte de las veces tiene como fondo emocional tristeza, también puede ser rabia e incluso alegría. Cuando es tristeza, como parece ser el caso que planteas, pone a prueba el trabajo sobre la tristeza propia del docente. Hay un miedo en el ambiente a la tristeza y entre los profesores también, por eso está esa reacción de «sacar del aula». Sin el trabajo personal del docente sobre sus propios miedos y reacciones, será imposible que afronte algo así. Solo así se puede, tal como dices, educar en emociones. Quizá me he puesto algo doctoral, pero es algo que me toca en el fondo y que yo personalmente he tenido que trabajarme y soy muy consciente que sin ese trabajo es imposible «gestionar» o «educar» la emoción del alumno/a

    Responder
  28. [email protected] says

    19/03/2016 at 4:04 pm

    Hola, gracias por tus articulos, realmente desde que empecé a leerlos perece que me van preparando para acontecimientos a los que me enfrento en el aula…es como una especie de «premonicion» por asi llamarlo….soy profesora de secundario y justo ayer con una seccion de 5to año un chico rompio a llorar por una situación en la que los directivos de la institucion se dirigieron al grupo para llamarles la atencion por ciertos comportamientos que vienen presentando que implican destrucción del moviliario del aula, entre otras cosas. El joven a quien acusaron directamente de «no querer a la institución» luego que salieron todos del aula rompio en llanto, lo abrace y trate de consolarlo…le dije que era un buen chico y que esta situación era una oportunidad para demostrar que estaban equivocados con respecto a las acusaciones que le hacian…trate de calmarlo y de hacerle sentir mejor, luego convers con los especialistas solocitando que le hicieran el seguimiento oportuno al joven pues no se si actue bien o si tengo las herramientas adecuadas para canalizar la situación. Trabajar con las emociones es un asunto complejo y delicado, sobre todo en los adolescentes que atraviesan por situaciones complejas y que tienen sus sentimientos a flor de piel.

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  29. Guadalupe says

    05/05/2016 at 3:24 pm

    Hola Santiago, saludos desde Mexico, trabajo con adolescentes, ultimamente se han presentado varios casos en mi aula, lo que hago es preguntarle al estudiante si todo esta bien en tono tranquilizador y normal, sin excepcion responden que si, les ofrezco la oportunidad de salir, dicen que no, continuo mi clase y rato despues salen se quedan cerca del salon desahogandose y cuando regresan estan mas calmados, la siguiente clase les pregunto si todo esta bien de nuevo me dicen que si.

    Responder
  30. juana elda says

    12/05/2016 at 3:37 am

    Es cierto, los/las estudiantes aprenden de los docentes; pero lo que no saben ellos es que los docentes aprendemos más día a día relacionándonos, compartiendo con ellos. Soy docente del nivel secundaria, y claro que he tenido estudiantes que en algún momento han llorado en plena clase lo que hago es acercarme a el/ella la miro fijamente a los ojos, le pregunto porque el llanto, si me responde comparto ese momento, escucho, abrazo fuertemente, o le toco el hombro, si se calma rápido le digo palabras bonitas y de aliento. Si no quiere compartir su aflicción salgo con el/ella fuera del aula y trato de tener una comunicación asertiva en un lugar privado, sin dejar de tener un contacto físico (abrazo, tocamiento del hombro, mejilla, cabeza) El contacto permite que el estudiante se sienta seguro y en confianza para compartir ese sentimiento que esta experimentando en ese momento. Esto me ha permitido mejorar la relación con mis estudiantes y por ende el trabajo académico.

    Responder
    • Santiago Moll says

      12/05/2016 at 8:29 am

      Gracias Juana

      Responder
  31. Ana María says

    04/06/2016 at 10:06 pm

    Soy docente de niños de primero de primaria es normal que los niños el primer día de clases lloren cuando los dejan sus papás pero después de un determinado tiempo sigue con esa actitud lo que hago es tomarla de la mano brindar seguridad y pedirle que sea mi secretaria, así esa personita se siente importante aumentando su autoestima de una forma más fácil, también que se siente detrás del escritorio reparta actividades, se le pasa su inseguridad y retoma la clase ya más tranquila

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  32. Margarita A.Visconti says

    05/06/2016 at 12:44 am

    Santiago este tema es para ser tratado en las aulas ,cuando daba en secundario Formaciòn Etica y ciudadana, tenia dentro de la curricula trabajar con las emociones , y es real , amar u odiar dan un resultado diferente en lo humano, reir y llorar , son tambien por motivos diferentes , la risa no causa verguenza ,pero descubrir el llanto muchas veces si, porque detras de esta manifestaciòn emocional hay un problema que no ha podido trabajarlo para solucionar y esas lagrimas son el llamado de atenciòn que necesita apoyo afectivo para resolver.
    Nunca saque alumnos afuera ni en circunstancias de mala disciplina porque creo que el docente debe tratar en primera instancia resolverlo y de no ser asi llamar al personal que corresponde de la escuela para que trabaje de apoyo, muy bueno el artìculo el comprender y detenerse ante el sufrimiento del otro en este caso el alumno es trabajar con empatìa.Abrazos

    Responder
  33. NALDY RUTH LIMA MAMANI says

    06/06/2016 at 5:06 am

    Querido Santiago estoy muy de acuerdo contigo yo también he dejado la sesión para después;porque el simple hecho de que alguien llore es porque necesita ayuda y creo que se puede hacer mucho por ello siempre he dejado también que sus compañeros participen y puedan escucharse y porque no contar tal vez lo que a otros sucede y eso hace que muchos vean que todos tienen problemas y que son en mayor o menor intensidad y así todos aprovechamos para aprender algo, y el estudiante que llora se siente acompañado en su problema y no esta solo.

    Responder
  34. Alma Matías says

    29/06/2016 at 7:19 pm

    Usualmente si un estudiante de primaria llora es por dolor, tristeza, coraje, vergüenza. Trato de solucionar el asunto con naturalidad e incluso sus compañeros contribuyen en cierta manera. Sin embargo tuve un alumno que siempre daba gritos y pataletas al momento de comenzar a realizar la tarea. Simplemente no deseaba realizarla. Era tan seguido esta conducta que tuve que enviarlo a la dirección cada vez que lo hacia para evitar esa conducta repetitiva. Conversando con la madre nos dimos cuenta que era su modo de manipular y conseguir lo que deseaba en cualquier lugar.

    Responder
    • Santiago Moll says

      30/06/2016 at 9:23 am

      Gracias por tu testimonio Alma

      Responder
  35. Juan Carlos Gómez says

    15/09/2016 at 6:10 am

    Tengo un alumno con indicios de depresión aunque aún no llego a esa conclusión, muestra síntomas. Una vez rompió en llanto y como soy primerizo en la enseñanza a niños, no encontraba qué hacer, así que recordé que tenía un trébol de 4 hojas en mi cartera, lo saqué y se lo presté al niño para que lo viera, en cuánto lo vio quedó sorprendido y los demás niños se acercaron para mirar, el niño que lloró se puso feliz y dejó el llanto como por arte de magia e, inclusive, lo relacionó como objeto de seguridad y suerte ya que sus compañeros lo volvieron a incluir al juego.

    Responder
  36. Maria says

    27/10/2016 at 1:08 am

    Hoy tuve una experiencia con una alumna a nivel preparatoria, ella tiene una enfermedad que le provoca grandes dolores (Fibromialgia), hoy se puso mala con un fuerte dolor de cabeza, que no soportaba, llamaron a su madre y la llevaron a la oficina, mientras esperaba a su mama yo entre a la oficina y la vi quejándose y llorando, había otros dos maestros que solo la observaban, yo al verla tan mal, me acerque y le pregunte en que podía ayudarla, y me contesto: En nada, me duele mucho y cuando me pongo así solo esperan hasta que me dopan para que me duerma. Me rompió el corazón y empece a lagrimear por que no pude detener mi llanto al verla sufrir así. La abrace y y ella lloraba cada vez mas tomándose su cabeza. Al rato poco tiempo tiempo llego su mama, ella se arrojo a sus brazos y entonces entre las dos la llevamos a su auto y se la llevaron al medico. Mi punto es, que al rato me hablaron de la dirección, y me dijeron que eso que había hecho no estaba bien, que no debí de ponerme así y llorar, que mis sentimentalismo no era bueno como docente. Ahora me siento confundida, solo conteste: Lo siento no soporto ver el dolor de los demás sin llorar…

    Responder
    • Santiago Moll says

      27/10/2016 at 12:41 pm

      Gracias por tu valioso testimonio María

      Responder
  37. noelia de la torre says

    19/01/2017 at 7:07 pm

    Hola he vivido esas situaciones donde el o la alumna empieza a llorar sin motivo aparente, momento que aprovechó para hacer que aflore la problemática que le esté afectando y en mi calidad de trabajadora social solicito al resto del grupo a analizar la situación y a plantear alternativas de solución que puedan a su compañero aportar salidas a su problemática.

    Responder
  38. ivanna says

    25/12/2017 at 6:39 pm

    Me sucedió un par de veces pero en este caso, no hice nada, lo pasé por alto. Creo que en los institutos de formación deberían enseñar a los futuros trabajadores de la educación a gestionar todo tipo de conducta esperable de sus alumnos. Nos graduamos, conseguimos empleo y estamos solos frente a grupos de 30-40 jóvenes sin la capacitación suficiente para hacer frente a cuestiones que van más allá de los contenidos específicos de la materia que enseñamos.

    Responder
  39. Liliana Beatriz says

    10/04/2018 at 4:52 am

    Tengo un niño que llora diariamente en el aula ,estamos en 4 to ,nose que hacer ??x el momento estoy siguiendo una rutina ,el del consuelo y respondiendo con dar seguridad a sus miedos ,Quique teme que mientras el esté en la escuela a su madre le ocurra algo malo…por favor si me pueden ayudar ..soy Liliana ..de Quitilipi Chaco

    Responder
  40. Isabel says

    27/06/2018 at 10:01 pm

    Mi hijo esta en 2º primaria, le va muy bien en el colegio sin esfuerzo, aprendió a leer y a escribir solo, es inmaduro emocionalmente, todos los días llora en el colegio ya que no quiere escribir mas, incluso a llegado a gritarle a la profesora, cuando ocurre esto llaman al papa que es profesor allí, o le dicen que me van a contar a mi, y llora con mas ganas.
    En la casa es un niño muy tranquilo, amoroso y muy sensible, nunca ha tenido este tipo de comportamiento, me han llamado del colegio por esto. Lo esta pasando mal él y todos en la familia ya que esta situación nos tiene muy angustiados.

    Responder
    • ALEJANDRA GONZALEZ REYES says

      14/09/2019 at 6:18 am

      Hola Isabel! Lamento que tu hijo esté viviendo así su proceso educativo, te hablo desde la voz de la experiencia, yo, igual que él, fui buena sin esfuerzo e inmadura emocionalmente, considero importante trabajar desde casa el autoestima en cuanto a las habilidades del niño sin abrumarlo con ello, asimismo puedo recomendar que hablen con sus maestros asignados para que modifiquen la actividad que se tiene en el aula con él en medida de sus capacidades (en su caso, exigir un poco más para que sea desafiante y estimulante), espero que puedas solucionar junto con tu hijo la situación.

      Responder
  41. Seidy says

    26/11/2018 at 2:01 am

    Buenas me encantan su blog, es correcto como también lo decías, identificar la causa que genera el llanto y actuar en base a ella, no podemos generalizar la solución si las causas son diferentes, me encanta la idea de establecer un protocolo dentro de la clase,pero que pasa cuándo es el mismo niño que constantemente llora en la escuela,? Sería exponerlo? Catalogarlo? Ante los compañeros?

    Responder
  42. ALEJANDRA GONZALEZ REYES says

    14/09/2019 at 6:09 am

    Tengo un mes y dos semanas siendo maestra de inglés en un plan conversacional, siempre les pregunto a mis alumnos cómo están, cómo se sienten y qué les hizo sentirse así. Cuando no pueden identificar sus emociones, les pongo un ejercicio muy chiquito de meditación, una de esas veces, mi alumna (37 años) empezó a llorar, dimos (el grupo) cierre al ejercicio y le dimos un espacio para que se tranquilizar a, una vez que pasó la parte mas fuerte de la emoción, dijo que se había dado cuenta de muchas cosas con el ejercicio e identificó su emoción, otro alumno hizo un comentario desvalorizando su sentir e intervine con un simple «es bueno poder identificar las emociones y sentimientos propios, pero también lo es hacerlo con los de otras personas y es importante darles su lugar, todos vivimos de manera diferente» y la clase continuó. Otro día, uno de mis alumnos (10) lloró abiertamente en clase porque le llamé la atención (antes de eso habia sido la maestra buena onda tranquila con quien se reía), la clase continuó, pero yo me senté a un lado de él para mostrar apoyo, cuando la clase terminó, él seguía llorando, todos salieron y hablé con él, dijo que estaba triste porque lo había regañado porque se había equivocado. Considero importante que, en estas situaciones, siempre se sea claro con el alumno, que entienda las razones detrás de un llamado de atención y por supuesto no desvalorizar sus sentimientos.

    Responder
  43. Agustina says

    11/05/2020 at 3:55 am

    Creo que es realmente fascinante, pero que por supuesto este sistema educativo no tomaria para nada en cuenta.

    Responder

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