Hoy empezaré este artículo sobre resolución de conflictos con una preciosa cita de Elisabeth Kübler-Ross y que es a la vez toda una declaración de intenciones. La cita reza así:
«Sólo hay dos emociones: el amor y el miedo. Todas las emociones positivas nacen del amor y todas las emociones negativas, del miedo. Del amor fluyen la felicidad, la paz y la alegría. Del miedo nacen la rabia, el odio, la ansiedad y la culpa. Porque no podemos sentir estas dos emociones a la vez, en el mismo instante. Son opuestas. Si tenemos miedo, no nos encontramos en el lugar del amor. Cuando estamos en un lugar de amor, no podemos estar en un lugar de miedo.»
Esta cita la he leído en el último libro de Elsa Punset titulado El libro de las pequeñas revoluciones. Un libro que a su vez es una fuente inagotable de ideas e inspiración.
Pues bien, el artículo de hoy está inspirado precisamente en una de esas píldoras que Elsa siempre nos regala a aquellos que entendemos la educación emocional como parte integral de la vida de cualquier persona. En este caso el artículo de hoy quiere darte a conocer cuáles son las cuatro frases que hacen posible transformar un conflicto en una solución.
Sin más demora, zarpamos…
Imagen extraída de Shutterstock
La fórmula para transformar conflictos en soluciones.
Uno de los artículos que mejor acogida están teniendo en Justifica tu respuesta de un tiempo a esta parte es el titulado Técnica del sandwich. ¿Cómo se logra un cambio de conducta? En este artículo explico un método para hacer de un problema una oportunidad y hacerlo desde la asertividad. Pues bien, el artículo de hoy creo que está muy en consonancia con este artículo que pone su acento en cómo el lenguaje, bien estructurado, es capaz de hacer de un problema latente una posibilidad de resolución.
Del «TÚ»…
Muchos de los problemas que tienen las personas no se resuelven simplemente porque el enfoque del mismo no es el adecuado. Y no es el adecuado porque parten del «TÚ» en lugar del «YO». El problema del «TÚ» es su connotación provocadora que no facilita en nada la posibilidad de resolver un problema. Por ejemplo:
- (Tú) No me escuchas
- (Tú) No me quieres
- (Tú) No has cumplido tu promesa
- (Tú) Siempre me interrumpes cuando hablo
Si te fijas en estas frases, podrás observar que la persona que las pronuncia está en una clara actitud defensiva que no invita a que se pueda hablar del problema con la finalidad de solucionarlo.
… al «YO».
Por el contrario, cuando enfocamos el problema centrándonos en el «YO», pones la atención, pones el foco en lo que sientes. Y ahí es donde la empatía juega un papel fundamental para posibilitar la resolución de un problema. Cuando hablas de lo que sientes y lo haces con sinceridad y de manera clara y objetiva la crítica no se ceba con el «TÚ». De ahí que sea más fácil iniciar un diálogo que dé pie a transformar un problema en una solución y hacerlo con esta sencilla fórmula, con estas cuatro frases mágicas.
4 Frases mágicas para convertir problemas en una soluciones.
En su libro, Elsa Punset propone una sencilla fórmula que creo que puede serte muy útil para revertir una situación. Esta fórmula consta de 4 sencillas frases que tendrían la siguiente estructura.
1. Yo me siento… (se expresa un sentimiento lo más claro y sincero posible)
2. Cuando tú… (se describe el problema que da pie a ese sentimiento)
3. Porque… (se explica la razón del problema)
4. Y me gustaría… (se sugiere a la persona de qué manera podría solucionarse el problema)
Veamos un ejemplo de cómo podemos transformar problemas en soluciones:
1. Yo me siento muy triste
2. Cuando tú me interrumpes mientras estoy hablando en una cena con nuestros amigos
3. Porque estas interrupciones hacen que no valores lo suficiente mis opiniones
4. Y me gustaría que me escucharas en silencio hasta que acabara lo que tenga que decir cuando estamos con nuestros amigos
Si te fijas en esta fórmula, el mensaje es claro, se centra en tú sentimiento y carece de agresividad. Es un mensaje que se enfoca desde la empatía, pero sin renunciar a las posibles soluciones existentes. Además, tampoco es agresivo y se centra en una solución factible al final del mismo.
Del «TÚ» al «YO». A modo de conclusión.
Somos lo que pensamos, hacemos, pero también lo que sentimos y expresamos con nuestras palabras. Desde la empatía se puede conseguir que muchos de los pequeños problemas cotidianos que asoman por nuestras vidas se conviertan en soluciones desde una comunicación efectiva y sin renunciar a ser asertivos.
Espero que esta fórmula que hoy he compartido contigo haya sido no sólo de tu agrado, sino también te sea de utilidad para ti y los que te rodean. En caso de que así sea, te invito a que compartas generosamente este artículo con otros padres y educadores o bien des tu opinión en los comentarios de esta entrada.
Fuente del artículo: El libro de las pequeñas revoluciones, de Elsa Punset.
Pereza says
para empezar… para recordar… para llamar
Zuleyner says
Excelente frases para disminuir los conflictos dentro y fuera del aula de clase. Como siempre santiago tus publicaciones ayudan a orientar nuestra labor docente. Mil gracias
Alexandra Miranda Espinosa says
Este es un enfoque basado en asumir que el conflicto es una patología y que, por lo tanto, tiene cura. Echa por tierra años de trabajos sustentados (Schelling, 1978) sobre la base de que el conflicto es parte de la vida cotidiana en la que intereses compartidos se sobreponen a intereses antagónicos (dos personas ocupan en espacio cuando interactúan mediante la escucha activa). El conflicto y su reconocimiento es el estadio esencial de la negociación, donde el objetivo es la gestión y no la cura. El reconocimiento del conflicto no es «me siento triste» sino «me molesta que utilices mi turno de palabra, acepto la escucha activa, siempre que el tiempo de intervenciones sean equilibrados, porque tengo problemas de concentración (o de autoestima) cuando ejerces una escucha activa excesiva». Este reconocimiento del conflicto y una propuesta de negociación basada en tiempos con cesión para ambas partes es el enfoque de gestión, previo a la misma resolución. Se puede incluir la comunicación tácita «y si te miro mal es que has abusado de la escucha activa». Las partes deben reconocer su poder «tengo derecho al uso de palabra, no es un privilegio, sino un derecho» sin sumisión ni chantajes sentimentales «me siento triste», del todo incorrecto en una negociación entre iguales con empatía inducida (soy igual y tengo derecho y por eso debemos negociar la forma de gestionar los intereses compartidos).
bismark villanueva fajardo says
Cuanto he dejado de interactuar con los saberes y vivencias que tan magistralmente compartes con los que tenemos la suerte y fortuna de accesar a Justifica tu respuesta. Este artículo me ha emocionado porque generalmente así actuamos en todo momento y nunca buscamos alternativas de solución como las que planteas.Trataré de cambiar y ser más empático.Gracias
Santiago Moll says
Muchas gracias Bismark
Ruth says
Excelente y sencillo. Me viene muy bien para trabajar con los niños que no suelen expresar lo que les molesta y luego están enfadados porque los demás no se dan cuenta. A los mayores también nos pasa. No decimos lo que nos molesta, esperamos que los demás se den cuenta.
Gracias Santiago!
Nuvia Umaña says
Me encanta recibir este tipo de texto instructivo para la labor docente , me parece fabuloso , como docente me servira de mucho en mi salon de clases…
Gracias Santiago por compartir
Silvia Vajnenko says
Hola Santiago!!!! Inteligente blog!!! Y si bien utilizás conceptos que conozco porque soy Lic. en psicologia, terapeuta familiar y de pareja, sexóloga clínica…bla bla..etc…etc…me resultó muy pero muy interesante , divertido, original tu artículo porque mencionas conceptos desde la seriedad de tu profesión pero con tanta creatividad …y de manera simple cómo para que todos entiendan y resulte atractivo leerlo.
María Esther says
Soy mediadora escolar y en mi centro llamamos a esa actividad CONSIGNA. De esta manera facilitamos que se cumpla el Principio de intervención mínima en un conflicto haciendo que se favorezca el diálogo y la expresión de emociones Gracias Santiago eres genial. Me encanta tu blog.
MA. VICTORIA HERNANDEZ DUEÑAS says
Estoy de acuerdo en que los problemas que existen en los centros escolares son muy recurrentes porque caemos en el error de buscar un culpable que siempre está en el tú y no nos permite encontrar una solución partiendo de la acertividad enfocando el yo como el punto de partida y favoreciendo el dialogo. Gracias por éste artículo.
Isabel Martínez says
Hola Santiago… me suscribí a tu blog hace tiempo, pero me resetearon la compu y perdí informacion… y la verdad no te había buscado… pero me volví a inscribir y espero seguir recibiendo tus consejos.
Feliz Navidad y que el próximo año sea muy exitoso en tu vida.
Isabel.
Sandra Mielana Hoyos Mesa says
Hola buenos felicitaciones por estas maravillo de articulo q nos lleva a reflexionar cada día en nuestra labor docente .Son conceptos q aun no he definido mucho , porque nos dejamos llevar de las emociones negativas,. Es reflexionar de las emociones positivas se puede solucionar problemas q estén a nuestro alcance. Quisiera conocer más .