Me gustaría hablaros en este artículo sobre la igualdad de sexos en el aula a partir de una pregunta muy recurrente y que da título a esta entrada: Profesor, ¿puedo ir al baño?
Siempre he tenido muy claro a lo largo de mi carrera como docente de Secundaria el sentido de la justicia que tienen los alumnos. Es algo que siempre me ha llamado poderosamente la atención y que me gusta tener presente en todo momento en el aula. El hecho de que los centros se rijan por decenas y decenas de normas, hace que no siempre sea fácil encontrar el equilibrio entre la justicia, el reglamento del centro y la igualdad de sexos.
Y traigo esto a colación a raíz de algo que me sucedió y que tiene que ver con la norma de ir al lavabo durante una sesión lectiva. Por supuesto, en el centro donde ejerzo, existe la norma de no poder ir al baño durante la sesión lectiva, a no ser que sea por motivos de fuerza mayor. Pero de lo que me di cuenta es de que no estaba aplicando la misma norma para todos mis alumnos. Percibí que era mucho más permisivo para con mis alumnas que para con mis alumnos. Y eso me dio que pensar. Y me dio que pensar porque tampoco es fácil encontrar el término medio entre la diferencia de sexualidades, las necesidades individuales y fisiológicas de cada alumno y la picaresca propia de la edad. La solución no es fácil y tampoco sé si exista una sola, pero me di cuenta de que debía establecer un protocolo para proceder con equidad ante una situación como la de ir al baño.
Por eso, aquí van algunas recomendaciones que voy aplicando de un tiempo a esta parte y que me han dado muy buenos resultados:
1. Predisponte a tratar a TODOS tus alumnos por igual. Las necesidades fisiológicas no entienden de sexos.
2. Siempre empieza respondiendo que NO y luego negocia con el alumno o la alumna. Resulta tan efectivo como disuasorio.
3. Los alumnos deben recordar que las normas están par cumplirlas. Tiempo habrá para hacer excepciones.
4. Fíjate en el lenguaje corporal del alumno, sobre todo en el de las manos. Si veis que les da mucho apuro y os lo piden con discreción es una señal de que realmente necesitan ir al baño.
5. Ten en cuenta en qué momento de la sesión lectiva os piden ir al baño y si es la clase inmediatamente anterior o posterior al patio.
6. Sé inflexible todo lo que puedas si os lo piden en los cinco minutos iniciales o finales de la sesión lectiva.
7. Anota en tu cuaderno a qué alumnos has dejado ir al baño. Es un arma que tal vez podrás utilizar en el caso de que haya un alumno o una alumna recurrente.
8. Trata el tema con discreción y con la máxima naturalidad.
9. No permitas que vaya más de un alumno o alumna al baño al mismo tiempo.
10. Cuando el alumnoo, tras darle permiso, regrese del baño, busca un momento para recordarle la excepcionalidad de la norma.
Con el tiempo me he dado cuenta de que en una sesión lectiva no podemos dejar nada al azar o a la improvisación. Los alumnos perciben con mucha facilidad a aquellos profesores que no tienen para las normas un criterio claro y eso, a la larga, acaba por ser perjudicial y redunda en la conflictividad en el aula.
El tema del lavabo es una excusa perfecta para trabajar y fomentar en clase la igualdad de sexos y la justicia, con respecto a las normas. Si sois coherentes con las normas y con vosotros mismos os aseguro que os ganaréis el respeto de los alumnos, evitaréis la conflictividad y aumentaréis la empatía hacia ellos.
Muchas veces los adultos nos llenamos la boca de términos como la igualdad social, la igualdad de sexos, la justicia social… Pero para los alumnos son palabras que por su madurez carecen del sentido que tienen para nosotros. Debéis aplicar estos conceptos y explicarlos a partir de las situaciones cotidianas que ocurren en una clase. Una sesión muy buena para llevarlo a cabo es la sesión de tutoría. Os recomiendo encarecidamente lo pongáis en práctica en el caso de que seáis tutores.
Me gustaría que al acabar de leer este artículo reflexionarais sobre lo que he escrito y me dierais vuestras opiniones. Os aseguro de que estaré encandado de oírlas. Ahora, si me disculpáis y con vuestro permiso, me voy al lavabo…
Silvia says
Artículo muy práctico , interesante y divertido!
Enhorabuena!
smoll73 says
¡Muchas gracias! Me alegro de que te haya gustado.
Carme says
És una broma? intentes provocar per veure fins a quin punt els teus lectors tenen capaciatat d’indignar-se?
Els alumnes en ple segle XXI encara han de patir la humiliació d’haver de justificar les seves necessitats fisiològiques?
No ho entenc!, igualtat de sexes? a secundària? i la menstruació què?
Quan els alumnes demanen massa per anar al lavabo també caldria plantejar-se que potser la classe els sembla avorrida!!
Saps que hi ha centres on els alumnes entren i surten de l’aula quan els convé sense haver de demanar permisos i que això els fa ser més responsables?
Cordialment
smoll73 says
Moltes gràcies per la teva reflexió. Sempre enriqueix tenir diferents punts de vista. És interessant l’associació entre l’avorriment i el control d’esfínters.
Salutacions des de Menorca!
María G. says
He descubierto esta página por casualidad. Intuyo cierto tono irónico en su respuesta al comentario de Carme.
En mi opinión, debería plantearse usted una cuestión:
¿Es realmente digno de un post este tema? A mí mis alumnos no me piden ir constantemente al baño, ni ellos ni ellas. Si lo hicieran tanto como para constituir un problema en el aula, me lo haría mirar. No echaría balones fuera. Así nos va en educación, que nadie toma en serio al profesorado.
Y en cuanto a las soluciones que propone para evitar ese «problema», está claro que no es usted ni médico ni psicólogo.
Un saludo y suerte.
smoll73 says
Gracias por su comentario. En mi respuesta a Carme no tenía la intención de ironizar en absoluto. Si se ha interpretado así pido disculpas. Tal vez cabría diferenciar entre primaria y secundaria donde las normas y, tal vez, la permisividad son distintas. En mi caso me refería a secundaria.
Este artículo así como este blog tienen una finalidad divulgativa y se basan en la observación y la experiencia.
Gracias por tu análisis, tu sinceridad y tu objetividad.
Un saludo
María G. says
Gracias a usted por publicar mis comentarios.
Me refería precisamente a Secundaria.
Si fuera usted ginecólogo, sabría las razones por las que ir al baño en determinado momento es, a determinadas edades, crucial para no sufrir, pongamos por caso, una cistitis. Por no hablar de las infecciones de riñón, esto para ambos sexos.
Si fuera usted psicólogo sabría que, sobre todo a ciertas edades, los chicos son más lanzados que las chicas a la hora de tomar el protagonismo. Si una chica le pide ir al baño, tenga por casi (he dicho casi) seguro que es por necesidad.
Y sí, es un blog divulgativo. Eso es lo que intento enseñar a mis alumnos. Que se empapen de lo que se divulga. Pero que tengan en cuenta al divulgador.
Seguro que no se lo toma a mal pero, por favor, por el bien de todos, cuando dé una opinión, que sea desde el estudio y el conocimiento. Y si no tiene los datos para reflexionar, consulte con profesionales.
Gracias de nuevo.
smoll73 says
Gracias por tu comentario.
Me doy cuenta de que el tema ha levantado ciertas suspicacias. Quizá el artículo tiene demasiados frentes abiertos. Supongo que en este caso el buscar el equilibrio entre conocimiento, estudio y obervación hubiera sido lo más acertado. También me da la sensación de que entre la educación de primaria y la secuandaria hay una cierta, no sé muy bien cómo explicarlo, fractura.
Tomo nota para mis próximos artículos.
¿Sabías que la palabra «cordial» proviene del latín «cordis» que a su vez significa ‘corazón’?
Pues para ti, María G., saludos «cordiales» por hacer de este blog una espacio donde tienen cabida todo tipo de opiniones.
María G. says
Es que yo soy muy suspicaz.
Existe una fractura, sí, tanto en el alumnado como en el profesorado. No es lo mismo ser maestro que profesor, la formación es distinta. Personalmente, encuentro que al profesorado de Secundaria le falta formación psicopedagógica, pero de eso andamos sobrados de debate. Bueno, en realidad, andamos sobrados de debate en cualquier tema de educación. ¡Como en política, nadie sabe pero todo el mundo opina!
Un saludo desde el corazón me parece excesivo, pero gracias por contestar.
smoll73 says
Me alegro de que compartas mi opinión sobre lo de la fractura entre primaria y secundaria.
Te invito a que leas el artículo que estoy escribiendo para mañana. Te adelanto como primicia que va sobre «nubes» y «algodones»…
Feliz semana.
Lifelonglearner says
Tema interesante para la reflexión. Hace poco que he empezado a dar clases de conversación en español en un instituto y hay un par de alumnas que a un cierto punto de la clase suelen preguntarme si pueden ir al baño. Aunque imagino que su petición no siempre responde a un impulso fisiológico incontrolable, siempre les permito salir de clase porque son mayores de edad (19 años) y creo que deberían ser responsables de sus acciones.
No sé si es un criterio adecuado para todas las franjas de edad en un instituto, pero es el que he inconscientemente he adoptado para este grupo de alumnos.
smoll73 says
Gracias por tu comentario. Supongo que en mayores de edad la gestión no es fácil. Yo me refería alumnos de Secundaria, principalmente. El artículo ha levantado cierta polémica entre algunos lectores, pero en ningún caso fue mi intención. Simplemente intento ser justo y coherente. Un cordial saludo.
Isabel says
Me parece muy acertado el artículo. Algo habitual que suele pasar desapercibido.
Los que somos profesores de Secundaria conocemos perfectamente de la picaresca de los alumnos frente a este tema. Yo comprendo que un alumno de Primaria tiene sus necesidades y son muy diferentes a las de los púberes.
Uno de los objetivos en Secundaria es hacer al alumno más maduro y esto comienza con educarles en situaciones tan primarias como éstas. Un niño de 12,13, 14 … años ya es lo suficientemente mayor como para «organizar» sus momentos para ir al servicio. Estoy hablando en todo momento no de situaciones excepcionales, como es que se encuentre mal, sino de el día a día.
En mi centro, por ejemplo, entran a clase, tienen 2 horas, recreo, 2 horas y media, comida, y 2 horas. Eso sin contar los momentos en los que tienen Educación Física o alguna actividad fuera del aula, en la que aprovechan para ir. Ninguna persona necesita ir al baño con una frecuencia menor a dos horas porque sino, como yo les digo, tienen un problema y deben ir al médico.
Os pasará compañeros, que a veces salimos de una clase, nos metemos en otra, reunión en el recreo… y de repente te das cuenta a la hora de comer de que no has tenido ni un segundo para pisar el servicio y no te has muerto.
En ocasiones suben del recreo o de la hora de comer y piden ir al baño, ¿por qué no han ido en el momento que tienen para ello? Porque no han querido, prefieren jugar, así pierdo clase, no me he acordado… Y aquí también hay que educarles. Las normas están para todos y no te has responsabilizado en algo tan sencillo…
Creo que la clave de toda esta cuestión está en la diferencia de sexos y es cierto que se suele ser más permisivo con las chicas que con los chicos, pues saben que el gran argumento: «tengo que cambiarme» es infalible. Utilizan la menstruación como la gran excusa, pues saben que frente a ello pocos profesores les darán una negativa por respuesta. Yo también soy mujer y no necesitan ir a cambiarse con menos de dos horas, salvo que sea ese el momento de comienzo, en el que además, se ve el apuro con el que te lo piden y, por supuesto, les dejo ir al baño.
Creo que este post tiene mucho más trasfondo que el simple hecho de que los alumnos vayan al baño o no…
Gracias por ello, Santiago.
smoll73 says
Muchas gracias Isabel. Lo cierto es que el artículo ha generado cierta polémica, sobre todo en docentes de primaria. En ningún caso fue mi intención ofender a nadie. Queda claro que la visón del artículo se enfoca más para la Secundaria. Me alegro muchísimo de que compartas estas inquietudes que también son las mías. Muchísimas gracias por participar e interactuar con el blog. Un cordial saludo.
Isabel says
Y por cierto, el departamento de orientación de mi centro, está totalmente de acuerdo con esto. Los alumnos no van a quedar traumatizados por no dejarles ir al baño.
Isabel Aurora says
Ir al baño…Debería ser un derecho, tanto si es real la necesidad fisiológica, como si es fingida. Porque en este segundo caso, puede ser necesidad psicológica….Más importantante, si cabe. Yo a mis alumnos y alumnas de 6º de Primaria les dejo ir al baño cuando me lo piden. Cierto es que recomiendo algunos horarios. Pero, si me pongo en su lugar y tengo que estar 2 o 3 horas seguidas sentada en una silla, sin moverme, me entran ganas de ir al baño, ir a beber agua o, simplemente ir a darme una vuelta….A veces no nos damos cuenta de los «truños» que les metemos a nuestro alumnado hasta que un par de ellos nos piden ir al baño de manera seguida.
smoll73 says
Muchas gracias Isabel. Agradezco enormemente los comentarios de docentes del cuerpo de Primaria. Si has leído los otros comentarios, habrás visto que el artículo está mas destinado a la Secundaria. Gracias por tu aportación de nuevo y por interactuar con el blog a través de los comentarios.
Eva F. says
Buenas tardes, desconozoco si el tema ya lo teneis cerrado, me ha parecido ver que el último comentario es del mes de enero de 2014, aún asi , intentaré mostrar una breve explicación de los gravísimos hechos que estan teniendo lugar en el instituto donde estudian nuestras hijas.
En el año 2013 empezamos a detectar problemas de comportamiento en las alumnas que habian empezado 1º de ESO . Habiéndo empezado el curso escolar el mes de septiembre, nos encontramos con dos niñas, una de 11 años, y la otra de doce, a las que al llegar a casa y ver el estado en el que se encuentan se las tiene que derivar urgentemente al hospital. ¿ MOTIVO? La niña de 11 años presenta abrasiones de nivel 2 en la vulva y llagas en los genitales, ¿ MOTIVO ? A LA NIÑA SE LE NIEGA EL DERECHO A CAMBIARSE DE COMPRESA EN HORAS LECTIVAS. Como profesores que sois, ¿ como una niña de 11 años se impone al profesor? Esta niña llevó la misma compresa desde las 7,30 de la mañana hasta las 14.30, momento en que la pasan a recoger, ¿ Y el recreo ?, os preguntareis, bién , yo os escribo desde Cataluña, el instituto al que hago referencia se fusionó hace unos años con el de al lado,,,,, ¿la solución para que los niños dejen de ser malos, esconderse embozar los waters, ó » escaquearse en horas de clase? SOLUCIÓN ——Cerrar el acceso a todos los lavabos del instituto, os estoy hablando de un instituto de 1170 alumnos entre los cuales hay 600 niñas. Cuando a la niña ó niño en una acto de piedad se le deja ir al lavabo, debe ir a conserjeria, pedir una llave, la cual corresponde a un cubiculo situado al lado del patio, y sorpresa ¿ sabeis lo que encuentra tras esta puerta? un water repugnante sin tapa, sucio, sin una triste papelera donde estas niñas puedan dejar sus compresas, pero más grave es todavia, que este zulo de mierda no tenga un maldito lavamanos para lavarse las manos despues de cambiarse ó hacer sus necesidades, por cierto, esta mierda es igual al zulo de los niños, la insalubridad también la pagan ellos. Esta normativa es interna del instituto, y esta normativa, ha hecho que todos los meses las niñas padezcan absentismo escolar y se ausenten del instituto al menos dos dias.Por cierto, olvidé decirlo, en los lavabos no hay papel, y al no querer hacer el AMPA un gasto de 20 euros en la compra de compresas ante posibles sorpresas, nos encontramos con el problema de que alguna niña, ha manchado ropa, silla, con la consiguiente humillación, verguenza, y burla de sus compañeros.
Antes que saqueis conclusiones precipitadas, este instituto no corresponde a ninguna zona eitiquetada como de » esclusion social «, es un instituto público como cualquier otro situado en la zona del Maresme, en Catalunya.
Hemos pedido explicaciones a la dirección, al AMPA, por consentir esta barbaridad, pero como profesores que sois, ya debeis saber que contra la ignorancia no se puede luchar.
Así que, como en todo siempre hay una primera vez. En julio me reuno con el » Sindic de Greuges de Catalunya», cuando ven las fotos y los informes que se les presentan, quedan, y esto os lo juro, aterrorizados.
Pero lo peor, es cuando me presento en la delegacion de sanidad en el departamento de salut escolar y exijo hablar con la Inspectora y la Directora de Zona.
Cuando ven las fotos y empiezan a mirarse los informes, sus caras reflejan horror, y ¿sabeis? también pena, muchísima pena, verguenza, asco ¿ Como se ha llegado a esto? Me pregunta una ellas, sencillo, respondo, la dirección y el AMPA del instituto han actuado a espaldas de los padres de los alumnos.
Avisé a dirección, avisé a los profesores, alerte al departamento de orientación escolar, y para nada, no me sirvió de nada. El sindic se ha reunido con el dpto de Sanidad y se van a emprender acciones legales, vulneración de derechos, insalubridad, y varios temas más a los que la direccion va tener que hacer frente, Dudo que el Director, director del feudo y del instituto, pueda jubilarse con honores.
Y por cierto, este es un pais de presuntos, de presuntos chorizos, violadores, ladrones, asesinos. en este centro hay 120 profesores, entre tantos, és lógico que haya alguna » perla negra «, como en cualquier otro trabajo, a mi nunca se me ocurriria pensar, que como hay cinco que son unos sinverguenzas, los otros tambien lo son.
Y para terminar, los niños, al igual que los adultos, estan en todo su derecho a que se respete su privacidad y su intimidad, que no es lo mismo. Estamos en el siglo XXI y vamos retrocediendo en derechos, el que una niña, y pongo a las niñas como ejemplo, ya que es con ellas con las que pobrecitas hemos tenido muchos problemas, tengan que decirle a un » señor » de 60 años » ES QUE ME TENGO QUE CAMBIAR «, ES UN GRAVE RETROCESO EN LOS DERECHOS QUE TANTO NOS HAN COSTADO CONSEGUIR. Estas niñas serán mujeres algun día, porque verán ustedes, el que tengan la menstruación, no las convierte en mujeres.
Gracias a todos.
Un fuerte abrazo.
Santiago says
Gracias Eva por tu sincero y detallado comentario. Lo cierto es que la experiencia que explicas roza el limite desde mi punto de vista. Se trata sin duda de un hecho lamentable y digno de ser conocido. Un cordial saludo.
Eva F. says
Muchísimas grácias Santiago, yo, al igual que tu, creo que roza el límite. Muchas grácias por vuestra comprensión. Los padres siempre tenemos miedo de acabar siendo etiquetados por los profesores cuando opinamos contrariamente a ellos. Yo también creo que es un hecho que merece ser conocido, lo más probable es que acabe saliendo en los medios de comunicación. Aqui en la radio ya tenemos una entrevista programada.
Lo más lamentable de todo amigos, es que todo se ha orquestado con el conocimiento y consentimiento del AMPA. Siempre pensé, y de esto sabeis mucho más vosotros que yo, que el AMPA era el nexo de unión entre instituto y padres, lamentablemente, en este caso no ha sido así. Es una lástima que no se haya podido resolver de la manera correcta. » dialogando «.
Recibir un fuerte abrazo, os reitero las grácias por vuestra comprensión, tal vez me haya colado, ya que de profesión no soy profesora y desconozco si el blog esta enfocado tan solo a profesionales de la enseñanza.
Grácias a ti también Pepa. Un beso y un abrazo muy fuerte.
Grácias Santiago, un saludo a todos.
De corazón. Eva Fornier.
Roja says
A mí me pasó, con catorce años, eso de manchar la silla de sangre porque a un profesor no le dio la gana dejarme ir. Y lo peor, tuve que esperar a que todos mis compañeros salieran al patio para poder levantarme, (hubiera sido la muerte social) sólo para oír al señor preguntar ¿qué haces ahí sentada? ¿no estabas taaan apurada por ir al baño?
Santiago says
Lamento la mala experiencia que pasaste
Sgt. Pepa says
Sinceramente, ir al baño es algo que jamás niego a mis alumnos. No soy quién decide cuándo otra persona puede o no ir. Les inculco una sola idea: ve tú si es momento o no de salir de la sala. Créanme que nunca he tenido problemas al respecto.
smoll73 says
Gracias por tu aportación
Horacio says
Hola! Leí tu artículo y todos los comentarios. Me apena notar tanta agresividad en algunas personas, creyendo poseer la sabiduría absoluta.
Humildemente me planteo la misma cuestión que vos… es un tema complicado y que uno maneja en el día a día, conociendo a los alumnos.
Lo que sí me pregunto es en el porqué tienen tanta necesidad de huir, de evadirse de ese momento presente que es la clase; más allá de que sean adolescentes creo que sería maravilloso que encontráramos (dado que también soy profesor), la manera de generar tanto interés en el aula que sólo decidieran que tienen que ir al baño cuando es una extrema necesidad. Y en ese caso, creo que no sería necesario que pidieran permiso.
Gracias por tus escritos diarios sobre diferentes temas. Desde Argentina, los sigo con mucho interés.
Un gran y cordial abrazo.
Horacio
Santiago says
Muchas gracias Horacio, tanto por tu respuesta como por el tono empleado. Un cordial saludo
G. Lunae says
Buenos días, antes de nada te doy las gracias por tu artículo y por compartir tu experiencia con el resto de docentes, aunque en algunas ocasiones las opiniones no sean iguales, esa es la belleza de la diversidad.
Me animo a comentar por compartir mi experiencia (aunque mi periodo en la docencia pública es muy breve, concretamente mi primer curso escolar). Soy maestra y estoy en un centro de Secundaria, muchos pensaréis ¿querrá decir profesora no? Jeje, no, soy de la especialidad de pedagogía terapéutica, además del aula específica doy apoyos en 1 y 2 ESO. Los apoyos los realizo dentro de clase de manera activa y pasiva, con esto me refiero a que participo activamente en el desarrollo de la clase con mi alumno y en muchas ocasiones con el resto y pasiva cuando el profesor que imparte la clase está realizando una explicación u organizando su clase en lo cual al ser su trabajo no debo meterme y respetarlo aunque es cierto que en muchas ocasiones no comparta en absoluto algunos aspectos, especialmente actitudes que claramente hace que sus alumnos se alejen del docente y de su materia.
Soy una persona que siempre pone empeño en observar y analizar las diferentes situaciones cotidianas, a los alumnos, cómo se sienten, como reaccionan ante una situación verbal y no verbalmemte, que conflicto surgen y como pueden solucionarse y por supuesto también me observo a mí misma tratando de ver mis errores y mis faltas o que puedo mejorar si veo que algo no está funcionando como debería y sobretodo tratar de acercar a mi alumno, motivarlo y especialmente que confíen en sí mismos (ya que la mayoría sólo escuchan fuera y dentro frases negativas que acaban por limitarles).
Pues bien, el tema de ir al lavabo es algo que también me traía quebraderos (y eso que como he comentado no soy yo la máxima responsable…) pero si me he visto en ocasiones en la situación de que te piden o les piden ir al baño, la diferencia de trato en este aspecto entre hombres y mujeres, la picardía tan extrema de algunos y de la necesidad imperiosa y la preocupación que se muestra en su cara cuando le deniegan el permiso. Es un tema muy complicado porque realmente no sabemos ni sentimos en que grado se eymcuentra su necesidad fisiológica ni si nos está mintiendo…Porque lo hacen.
Algunas de las cosas que te hacen dudar es cuando:
Todas las semanas las mismas alumnas que quieren salir achaca como excusa su menstruación, si esto es algo que les ocurre realmente con esa repetición desde mi punto de vista considero que habría que abordarlo por cuestiones médicas (descontrol hormonal, anemia…) y hablar con la alumna.
Pedir ir al baño nada mas llegar del recreo…(además verles dando vueltas por el patio y alrededor del baño sin intención de entrar) y darte siempre la misma respuesta: me acaba de entrar ganas. (Esto lo he apreciado en los chicos generalmente)
Acabar de llegar de una actividad, estar sentado en el banco fuera de clase durante 5 minutos sin mostrar nerviosismo o incomodidez y en el momento de entrar en clase pedir ir al baño y tratar de no ir solo.
Pedir ir al baño antes de que suene el recreo y luego verles con el bocadillo de la cafetería…
Estas situaciones las he observado durante la jornada lectiva, estuviera de guardia, de camino a mi aula, durante mis apoyos dentro de clase o cuando termino mi horario.
Pero…también he visto situaciones en las que personalmente veo la necesidad de la persona de beber agua o de ir al baño y se lo deniegan y por consiguiente me preguntan a mi aunque no sea uno de mis alumnos con la esperanza de que les deje ir…(esos momentos son un poco comprometidos puesto que verdaderamente no es mi clase y no creo que sea muy oportuno desautorizar a mi compañera, pero por suerte tengo buena relación en general y tratamos de equilibrarnos bien), por lo que mi respuesta es: en 15 o 20 minutos (aunque luego son 5 minutos, según observo que lo necesita. Es horrible tener una sed tremenda y que no te dejen beber y te regañen cuando sales entre clase y clase, por eso creo que es un tema muy complicado). También se de una alumna que manchó su silla por no dejarle salir al baño…
Te encuentras tantos casos que situarte es muy difícil para que las normas y los derechos del alumno se respeten, por eso me ha gustado este articulo, lo plantea con las mismas preguntas que yo me hago y refleja observaciones que yo también he vivido. Creo que no iba por mal camino, la verdad es que soy muy mala para negarle a una persona que no vaya al baño, sea hombre o mujer, pero tampoco lo demasiado buena para que me tomen por la Profe con la que puedes hacer lo que quieras, entre ellas saltarte las normas. Trato siempre de buscar el equilibrio y en esa lucha estoy.
Gracias por los diferentes consejos que das en las distintas entradas, soy asidua a compartirla porque no sé cómo lo haces pero cuando estoy en un punto de reflexión aparece un escrito tuyo relacionado, increíble, jeje.
Sólo quise compartir lo que veo en clase, aun me queda muchisimo que aprender y equivocarme, la verdad es que los alumnos son los que más me enseñan, son pequeños, grandes maestros.
Un saludo y gracias por la diversidad de opiniones que te hacen ver diferentes puntos de vista, si no fuera por eso siempre estaríamos encerrados en nuestra idea y aunque esta no fuera la más idónea nunca podríamos salir se ella. La diversidad enseña.
Pd. El último comentario que cuenta la espeluznante historia de sus hijas…Mucha suerte y espero que ya esté recuperada.
Un saludo.
Santiago says
Muchas gracias Lunae por tan completa reflexión. Sin duda es un tema que puede abordarse desde muchos puntos de vista. Creo que todas las aportaciones que como la tuya de han derivado de este artículo no han hecho más que ayudar a esta reflexión. Un placer contar contigo. Mis mejores deseos
Tamara says
Vivo en Holanda y aquí de que los alumnos tienen derecho ir al baño cuando lo necesitan. Lo cual me impactó mucho, porque si hubiese estudiado aquí de pequeña no hubiese tenido la necesidad de crear un maldito trauma infantil al tener que pedir permiso para ir al baño y que me lo negaran y despues mearme encima. Estuve desde 1o hasta 6o de primaria meandome encima por el simple hecho de que al final me acostumbré a que se me dijera «No». Al final qué aprendí? A aguantarme el «pis» porque es lo que los mayore
zoe carbonell says
Hola, leí el post, esperando encontrar otra cosa sinceramente.
Yo no soy docente, soy alumna, y empece a googlear tratando de encontrar si estaba bien o mal que no nos dejen ir, o en el caso de mi colegio (peor) que nos cierren el baño durante la hora de clases.
Después de leerlo pensaba en lo triste que debe ser la situación de un profesor para buscar esto. Pensaba en mis profesores, algunos nos dejan ir sin problema y otros son mas rígidos. ¿Cual es el problema de que un alumnx vaya al baño? ¿Y porque tengo que justificarme? ¿Es necesario que como mujer grite «estoy venida» a los cuatro vientos para que me dejen ir? Creo que este post es retrograda, y hombres y mujeres, si bien hay que buscar no una igualdad como dice arriba, sino una equidad, y es sabido que no tenemos el mismo cuerpo ni el mismo sistema, y tenemos distintas necesidades, y simplemente son eso: NECESIDADES.
gracias 🙂
Bea says
Sé que hace ya bastante tiempo desde el último comentario sobre esta entrada, pero he llegado de casualidad y me interesa mucho. Lo cierto es que, como profesora en Secundaria, me enfrento a este dilema todos los días. ¿Debo dejarle ir al baño o no? Soy consciente de que se aprovechan de mi buena fe en ocasiones, así como de que nos volverán a recordar en algún claustro la necesidad de evitar que salgan al servicio en horas de clase ni en los cinco minutos entre una y otra. Sin embargo, a la hora de la verdad empatizo «demasiado» con los alumnos y me puede más la preocupación por su salud que el conocimiento de la normativa. Y aún así todo ello me crea impotencia porque sé que alguno me está toreando. La verdad, no sé cómo actuar al respecto.
Mª Carmen says
Hola,
soy madre de una alumna de secundaria y otra en 6º de primaria. Entiendo que no se les quiera dejar ir al baño al venir del recreo o a punto de salir, pero no entiendo que no se les permita ir en los cambios de clase. Pese a la edad que tengo, recuerdo perfectamente mis años de estudiante y que, en ocasiones, había tanta cola para ir al servicio, que era casi imposible almorzar y poder hacer pis.
En cualquier caso, salir al servicio es una necesidad y a la vez debería de ser un derecho de los alumnos. Es demasiado lamentable que en un espacio de casi 3 horas, no se les permita ir al servicio y más desde primera hora de la mañana que, al menos yo, es cuando más necesidad tengo.
A mi hija, se le acaba de poner una amonestación por aprovechar un cambio de aula para ir al servicio, después de estar en el centro ya 2 horas. Desde luego, como madre, voy a intentar impedirlo porque se juega con la salud física y psicológica de los alumnos.
Desde luego, creo que en ese tema, los profesores deberíais de mostrar una mayor flexibilidad, pues vosotros además de poder ir al servicio, cambiais de aula con mas frecuencia que los alumnos y parece que se os olvida demasiado pronto que años antes, también habeis sido como ellos. Creo que deberíais de recapacitar en ese tema.
Un saludo. Mª Carmen.