El artículo de hoy no tiene otra finalidad que reflexionar sobre qué tipo de exámenes elaboramos los docentes. Dado que se trata de una reflexión, no es mi intención dar lecciones a nadie. Simplemente quiero mostraros qué diferencia existe para mí entre un examen en el que el alumno puede aprender y otro tipo de examen en el que el alumno olvidará con rapidez aquello que habrá memorizado.
Para ello he pensado enseñaros dos tipos de exámenes para una misma Unidad Didáctica y para un mismo curso. Veréis que, aparentemente, tienen muchos aspectos en común. Pero de lo que se trata de ver en ambos no es lo que les une, sino lo mucho que les separa. El ejemplo que pondré para diferenciar entre exámenes para aprender y exámenes para olvidar es sobre el texto argumentativo, aunque podemos aplicarlo a cualquier examen de cualquier materia y para cualquier curso.
Fotografía extraída de Shuttershock
¿En qué consisten los exámenes para olvidar?
Los exámenes para olvidar son aquellos en los que no existe una conexión entre la teoría y la práctica. Son exámenes que se basan en la memorización y en volcar definiciones y características de la Unidad Didáctica en cuestión. Cuando me refiero a los exámenes para olvidar no quiero con ello darle una significado despectivo. Son exámenes para olvidar porque se basan estrictamente en la memorización y no en la aplicación de lo que se ha aprendido. El alumno es incapaz de ver qué relación tienen estos conceptos con su día a día, con su vida real. Son exámenes que se memorizan y al poco tiempo se olvidan. Esto también lleva una consecuencia implícita detrás. Y es que muchas de las asignaturas como las de lengua tienen un carácter eminentemente continuo, es decir, hay aspectos que se enseñan en un curso que luego se utilizan en el mismo curso o en cursos diferentes. Si los alumnos memorizan pero olvidan al poco tiempo lo aprendido, tendremos la sensación de que cada año aprenden algo nuevo, cuando llevan aprendiéndolo durante uno o varios cursos. Seguro te suena el mito de Sísifo…
Aquí tenéis un ejemplo de lo que llamo exámenes para olvidar sobre la argumentación:
- Define argumentación.
- Define tesis.
- Explica la diferencia entre texto divulgativo y texto especializado.
- ¿Cómo se dividen normalmente los argumentos de un texto argumentativo?
- ¿Qué dos tipos de títulos podemos darle a un texto argumentativo?
- ¿En qué partes se divide un texto argumentativo?
- Explica los tipos de argumentos que pueden aparecer en un texto argumentativo.
- Explica la diferencia entre una oración objetiva y una oración subjetiva.
- Escribe dos características lingüísticas propias de los textos argumentativos.
Para hacer este examen he tardado menos de dos minutos. No digo que no sea un examen válido, sino que para mí es un examen que el alumno hará con mayor o menor fortuna, pero que olvidará probablemente ese mismo día.
¿En qué consisten los exámenes para aprender?
Antes de nada debo decirte que en los exámenes para aprender deberás dedicar algo más de dos minutos para su elaboración. Se trata de un tipo de examen que lleva su tiempo prepararlo, pero creo que la recompensa que obtenemos tanto nosotros los docentes como nuestros alumnos es significativamente mucho mayor.
En los exámenes para aprender tiene que haber un texto que ayude a conectar lo aprendido con la utilidad que los alumnos le pueden dar en la vida real. Deben ser textos que capten el interés de los alumnos, es decir, que cuando lea el texto en cuestión, tenga la sensación de que lo que está leyendo no es un examen, sino algo que ha caído en sus manos y que es de su interés.
Una vez hemos elegido el texto que vamos a utilizar en el examen, es el momento de construir todo el examen desde ese mismo texto. Si así lo hacemos, habremos conectado lo que queremos que aprendan con lo que queremos que relacionen. En los exámenes se debe priorizar la conexión por encima de la memorización. Si así lo hacemos, el alumno será capaz de demostrar que ha entendido el texto, que ha aplicado los conceptos estudiados en clase y que puede establecer la relación entre la teoría y el texto.
Aquí tenéis un ejemplo de lo que entiendo por exámenes para aprender sobre la argumentación:
Texto:
«Es conocido por todos, que los videojuegos cada vez más van adquiriendo mayor importancia en nuestra sociedad. ¡Eso no me lo negarán ustedes! Ya no son sólo una distracción para los catalogados «Frikis». Incluso el creador de la Nintendo DS, Shigeru Miyamoto ha dicho: “los videojuegos nos hacen mejores”.
A pesar de esto, son diversos los sectores que no apoyan esta opinión. Por eso catalogan los videojuegos de perjudiciales y no dudan en decir que empeoran la educación de los niños. Y eso es una mentira tan grande como los billetes de 300€. ¿El porqué? Los videojuegos estimulan una parte del cerebro, que mejoran la psicomotricidad en los niños y la rapidez mental en los jóvenes. El punto malo de este tema, es que pueden ser adictivos como todas las otras formas de ocio. Los padres, si no prestan la atención necesaria que un niño necesita, a éste le puede causar daños morales el jugar a videojuegos para mayores de 18 años. Otro punto en contra es el empeoramiento de la vista debido al exceso de horas delante de la pantalla del televisor o del portátil. Yo a los doce años ya jugaba con mi consola a matar marcianitos.
El motivo de estas líneas es para defender la utilización de los vidieojuegos para estimular al niño. Consolas como la famosísima NINTENDO WII ayudará al niño en la percepción de su alrededor y en la movilidad de las muñecas y de las manos. Otro punto a favor de este método es que a los niños les parece muy divertida.
Como todos sabemos, las innovaciones son el pan nuestro de cada día y nos ayudan en la vida cotidiana. Es decir, son buenas. Los videojuegos son innovaciones importantísimas que cada día aporta cosas nuevas y en un futuro, nos deparará agradables sorpresas. Por lo tanto, si los videojuegos son innovaciones, y las innovaciones son buenas, los videojuegos son buenos.»
El examen para recordar sobre el texto argumentativo se basará en su totalidad en el texto que habremos seleccionados. En este caso se trata de un texto sobre los videojuegos que puede captar la atención y el interés de los alumnos. Una vez hemos seleccionado el texto, se trata de realizar preguntas que conecten lo aprendido con el texto en sí. Estos son algunos ejemplos:
- ¿Por qué el texto que acabas de leer puede considerarse un texto argumentativo?
- ¿Cuál es la tesis principal del texto? ¿Por qué?
- ¿Por qué es un texto divulgativo?
- Escribe dos argumentos a favor de la tesis y dos argumentos en contra que aparezcan en el texto que acabas de leer.
- Escribe un título objetivo para este texto argumentativo.
- Divide el texto en tres partes. Di el nombre de cada parte, los párrafos que comprende y explica brevemente cada una de estas partes.
- Localiza en el texto los siguientes argumentos: argumento de la mayoría, argumento de autoridad, argumento de experiencia personal.
- Localiza en el texto: una oración objetiva y una oración subjetiva.
- Localiza en el texto las siguientes características lingüísticas: adjetivos valorativos, conectores textuales.
Si te fijas en ambos exámenes, comprobarás que tienen las mismas preguntas, pero el examen para olvidar se basa únicamente en aspectos teóricos, mientras que el examen para aprender se centra en cómo aplicamos estos conceptos teóricos a un texto de la modalidad discursiva. Personalmente creo que la diferencia es muy significativa. Debemos decidir si preferimos que aprenda qué es un título subjetivo o que sea capaz de elaborar uno, demos decidir si preferimos que memorice las características lingüísticas de los textos argumentativos o que sea capaz de localizarlas en un texto.
A modo de conclusión.
Tal y como he dicho al principio de esta entrada, no vengo a dar lecciones a nadie de cómo debe elaborar un examen. Simplemente me ha parecido útil que conocierais cómo me gusta plantear los exámenes en mi asignatura. Con ello no quiero decir que esté en contra de los exámenes para olvidar. Es más, durante la Unidad Didáctica realizo pruebas de carácter memorístico que tienen un cierto parecido con los exámenes para olvidar. Pero este tipo de pruebas tienen la finalidad de que vayan familiarizándose con los conceptos propios de cada Unidad Didáctica. Este tipo de pruebas son las que denomino pruebas de estudio o pruebas de atención. Para saber más sobre este tipo de pruebas os recomiendo la lectura de dos artículos: ¿Qué son las pruebas de estudio? ¿por qué son útiles para los alumnos? y ¿Qué son las pruebas de atención? ¿Por qué son útiles para los alumnos?
No quisiera acabar este artículo con otra reflexión que me parece fundamental. Como habréis podido observar, el tiempo de dedicación entre un examen y otro es considerable y más cuanto el texto seleccionado lo crea el propio docente. Pero nuestro trabajo no acaba con la realización del examen. Una vez tenemos el examen llamémosle ordinario, hay que elaborar dos exámenes más para los alumnos con Necesidades Educativas Especiales. En mi caso elaboro un examen de refuerzo en el aparecen todos los contenidos del currículo de la Unidad Didáctica pero adaptados, y otro examen con adaptación curricular significativa en el que se eliminan contenidos del currículo de la unidad Didáctica. Ambos exámenes suelo consensuarlos con el Pedagogo Terapeuta de mi centro. Repito, los consenso, pero soy yo el responsable de elaborarlos y de calificarlos. Si quiere saber más sobre cómo adaptar un examen te recomiendo la lectura del artículo Cómo adaptar un examen a alumnos con Necesidades Educativas Especiales.
Sólo dando lo mejor de nosotros recibiremos lo mejor de nuestros alumnos….
Por una Educación Inclusiva y de calidad.
Jordi Rodon says
Educar per competències, i avaluar també d’acord amb elles. Tan fàcil i pel que es veu tan difícil. És una satisfacció llegir-te Santiago.
smoll73 says
Moltes gràcies Jordi. A vegades oblidam que les petites actuacions són les més efectives
Fabio Blandón says
Excelente artículo, me identifico plenamente con él.