Hace ya varios cursos que tomé la decisión de suprimir el libro de texto tradicional. Debo confesar que no fue una decisión fácil porque desde mi primer año como docente siempre lo había utilizado. Sin duda no fue una decisión tomada a la ligera. Fue una decisión personal y consensuada con los miembros de mi departamento que estuvieron de acuerdo con la propuesta. Pero tener la idea de suprimir un libro de texto es muy fácil. Lo difícil es llevarla a cabo.
Esta entrada quiere ser una reflexión sobre lo que para mí supone o ha supuesto en el pasado el tener un libro de texto tradicional. Se trata de una opinión personal y, por tanto, te pido que leas mis razones y luego las juzgues en consecuencia. ¿Estás preparado?
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5 Razones por las que decidí prescindir del libro de texto tradicional.
1. Falta de libertad. Hace unos años me di cuenta de la poca libertad con la que contaba en muchos aspectos de mi profesión. Horarios estrictos, currículos definidos por la administración, calendarios escolares, horas lectivas fijadas. Me di cuenta de que el libro de texto era algo que sí podía decidir por mí mismo. Era algo que podía elaborar a mi gusto. Era algo que podía darme un poco de libertad o, lo que es lo mismo, capacidad de decisión.
2. Poca creatividad. Uno de los problemas con que te encuentras cuando trabajas con un libro de texto tradicional es que te lo dan todo hecho. Para algunos docentes esto es algo realmente valioso, pero en mi caso debo confesar que no hacía más que frenar mi creatividad. La supresión del libro de texto ha hecho que me replantee nuevas formas de enseñar los contenidos de mis áreas y esto me ha producido una enorme satisfacción personal.
3. Relación Unidades didácticas-currículo. Otro de los inconvenientes realmente significativos de utilizar un libro de texto tradicional es la dificultad que supone relacionar el currículo propio de tu asignatura que viene marcado por la administración y la secuenciación de las Unidades Didácticas de un libro de texto tradicional. Esto provoca en muchos casos que el libro de texto tradicional no se dé de una forma lineal, sino que se vaya saltando de un sitio a otro en función de lo que decidas como docente. Creo que ese aspecto perjudica al alumno. A todo esto hay que añadir que en muchas ocasiones como docente te ves en la obligación de elaborar un material extra que no aparece en el libro y también hace que en muchos casos una parte considerable del libro de texto tradicional quede sin impartir.
4. Técnicas de estudio. Los que me leéis a menudo sabéis que soy un gran defensor de las técnicas de estudio como mecanismo para la comprensión de textos. Con el libro de texto tradicional era francamente incómodo trabajar aspectos como el subrayado y, sobre todo, elaborar esquemas de las Unidades Didácticas. Los libros de texto tradicionales dan mucho peso a los contenidos y a los procedimientos, pero dejan muy de lado las técnicas de estudio y no las integran en sus Unidades Didácticas.
5. Zona de confort. Creo que el libro de texto tradicional representa a la perfección lo que entiendo como zona de confort. Una zona de confort que representa el inmovilismo, el conformismo, la comodidad. Desprenderse del libro de texto no es una decisión baladí. En mi caso decidí sustituirlo por mi propio libro digitalizado y ello supuso una inversión de horas muy importante, pero no cabe duda de que a día de hoy ha sido una de las mejores decisiones que he tomado como docente en lo que a metodología de trabajo se refiere. Gracias a que he prescindido del libro de texto tradicional, he podido salir de mi zona de confort y situarme en la zona de aprendizaje. Si quieres saber más sobre la zona de confort, te remito al artículo titulado, Docente, ¿hasta cuando piensas permanecer en tu zona de confort?
Hacia un libro de texto digitalizado. Hacia un libro de texto interactivo. Hacia…
La decisión de suprimir el libro de texto tradicional supuso en su momento la elaboración por mi parte de un libro de texto que he denominado libro de texto digitalizado. Debo confesar que a día de hoy es un libro con el que me siento tremendamente a gusto enseñando, porque:
- Está hecho a mi medida.
- Tiene muy en cuenta las técnicas de estudio.
- Me permite una revisión constante, ya que puedo cambiar aquellos contenidos que crea oportunos de un curso para otro.
- Puedo proyectarlo en la pizarra digital lo que facilita la comprensión de su contenido enormemente.
- Puedo tenerlo en la plataforma Moodle y en dropbox, es decir, tengo el libro digitalizado siempre a mano.
Soy conciente de que se trata de un libro que a día de hoy puedo mejorar. Y ahí creo que está la clave. Ahí es donde radica el verdadero valor de un libro de texto elaborado por ti, un libro de texto que te situará fuera de la zona de confort para instalarte en la zona del aprendizaje, en la zona de la libertad.
Acerca de cómo elaboré mi libro de texto digitalizado, te remito a estos dos artículos del blog:
- 10 razones por las que uso un libro de texto digitalizado en clase.
- ¿Qué necesitas para crear un libro de texto digitalizado?
- Así es una Unidad Didáctica de mi libro de texto digitalizado:
En un futuro no muy lejano me gustaría pasar del libro de texto digitalizado al libro de texto interactivo. Se trata de otra propuesta ambiciosa, pero creo que con un gran potencial, ya que aborda el planteamiento de lo que se considera una flipped classroom o clase invertida de la que te hablaré en otra entrada.
Leira says
Hola, enhorabuena por tu blog.
Tengo una duda; ¿con qué trabajan los alumnos? Con fotocopias? O ellos imprimen su libro? O copian de la pizarra digital? ¿Cómo disponen del material para su posterior consulta y repaso o estudio?
Cuando he prescindido del libro de texto (en 2º de bachillerato) he notado que a mis alumnos les faltaba algo, algo «tangible», páginas del libro que van pasando… Sensación de avanzar… Tenían un lío de fotocopias y cosillas sueltas.
Otra cosa es lo que he visto de compañeros; se fabrican un libro de texto «a su medida» a base de copiar cosas de libros de texto en el mercado, lo que me parece un plagio.
Un saludo
smoll73 says
Gracias por tu comentario Leira. La respuesta que me formulas está en los enlaces del artículo en los que explico con todo lujo de detalles cómo he creado mi libro de texto digitalizado. También te invito a visualizar el vídeo donde enseño un ejemplo de Unidad Didáctica. Un saludo 😉
jORGE says
Eso está muy bien pero quien me recompensa este esfuerzo extra? Quien me paga las horas de mas de mi trabajo?
smoll73 says
Gracias Jorge. En mi caso invertí cuatro cursos académicos. Poco a poco 😉
Arancha says
Pienso que la mejor recompensa.es ver la.evolucion de tus.alumnos y lo motivados que están
Gloria says
Tengo una cuestión con respecto a el libro interactivo que planteas como reto. ¿planteas que los alumnos acudan a clase con un ordenador/tablet? ¿Existe un formato común para todos los sistemas operativos? He visto en el vídeo que empleas el sistema operativo de Apple, en él está la opción de Ibooks Author que permite hacer libros con vídeos etc… Pero solamente se pueden abrir desde dispositivos apple.
smoll73 says
Se haría a partir de videotutoriales y una parte procedimental en papel, seguramente. Aún está me lo estoy planteando. Lo que está claro es que tendría que ser con programario libre (Linux) dadas las características de mi centro.
Chema says
Como tu he optado por abandonar el libro de texto tradicional pero, en mi caso, he optado porque sean los estudiantes quienes hagan un libro de texto a su medida. De esta manera, cada curso tenemos un libro completamente nuevo
smoll73 says
Enhorabuena Chema. Debo confesar que se me hace difícil imagina una iniciativa así. Una maravilla.