Apreciado suscriptor de Justifica tu respuesta,
La gratitud es la memoria del corazón, Lao Tsé. Hace unos días Justifica tu respuesta superó la barrera de los 10.000 suscriptores. Cuando publiqué mi primer artículo un 22 de abril de 2013, nunca imaginé llegar a esta cifra. No negaré que hay días en los que asoma una cierta sensación de vértigo por la responsabilidad que supone un blog que no cesa de crecer. Y no sólo cesa de crecer en cifras, sino que no cesa de crecer en personas, porque para mí Justifica tu respuesta es un blog de personas para personas.
Justifica tu respuesta. Un blog de personas para personas.
Soy consciente de que las cifras de un blog siempre aportan una información valiosa. Soy consciente de que las cifras de un blog pueden ayudar a mejorar determinados aspectos del mismo. Pero insisto en que un blog no está hecho de números. Un blog está hecho de gente con nombres propios, con nombres como los de Silvia, Montserrat, Daniel, Rosa, Alejandro, Rosa, Gorka, Toni, Lola, Pedro y un largo etcétera. Nombres a los que he podido poner cara, con los que he podido hablar, conversar y aprender. Este es para mí el mayor activo que puede poseer un blog. Este es para mí el gran tesoro de Justifica tu respuesta, un espacio educativo en el que todo aquel que quiera aprender y enseñar será siempre bien recibido.
Justifica tu respuesta. Todo por aprender. Todo por enseñar.
Han sido muchos los suscriptores que me han agradecido lo que he aportado en Justifica tu respuesta. Es por ello que me parece de justicia agradecer en este artículo y de corazón, como deben ser los agradecimientos, la confianza que has depositado en un blog que no me cansaré de repetir que es tan mío como tuyo. Espero que me sigas acompañando en un viaje donde no importa el destino, sino lo que aprenderemos tú y yo por el camino. Ten por seguro que en mi caso seguiré dando lo mejor de mí para ti.
Gracias por estar ahí.
Santiago Moll
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