El artículo de hoy tiene como finalidad enseñarte cómo afrontar una preocupación, enseñarte estrategias para dejar de preocuparte por aquello que en algún momento te priva de tu felicidad y te paraliza para llevar adelante una vida plena y satisfactoria. Para ello me he servido del libro de Wayne W. Dyer titulado Tus zonas erróneas, un libro que desde ya mismo te recomiendo. Así que no te entretengo más y paso a enseñarte qué trucos propone Wayne W. Dyer para dejar atrás cualquier preocupación y empezar a vivir tu vida con total plenitud.
Imagen extraída de Shutterstock
Acerca de la preocupación.
Creo que no puedo empezar este apartado de otra forma que formulando la siguiente pregunta:
¿Para qué sirve estar preocupado?
En mi opinión me parece una pregunta que deberías hacerte cada vez que experimentas algún tipo de preocupación importante, porque ello te puede ayudar a tener una perspectiva de aquello que por una u otra razón te tiene angustiado.
Hay personas que en esta vida deciden libremente vivir en un estado de preocupación permanente. No pueden evitarlo. Y es una auténtica lástima porque cada una de sus preocupaciones no hacen más que restarles libertad y felicidad. Es más, hay una gran número de personas que se preocupa por el futuro cuando sabemos que nadie es capaz de cambiarlo.
Wayne W. Dyer en su libro Tus zonas erróneas define la preocupación de la siguiente manera:
Sentimiento que te inmoviliza en el presente por cosas que pueden llegar a suceder en el futuro.
Porque tener una preocupación no debe confundirse con hacer planes para el futuro. El síntoma principal de la preocupación es que se trata de un sentimiento paralizante, que inmoviliza a las personas en el presente por algo que sucederá en un futuro.
Lamentablemente, la sociedad en la que vives se ha esforzado para que vivas en un estado de preocupación constante, alimentando tus miedos y tus inseguridades, para luego vendértelas en forma de productos y servicios. Incluso se ha llegado a relacionar la preocupación con el amor por los tuyos, es decir, el mensaje que esta sociedad alimenta es el siguiente:
Si quieres a alguien, preocúpate por él.
Para Wayne W. Dyer la preocupación se ha convertido en un mal endémico en esta sociedad. Ha llegado un punto en que muchas personas dejan de vivir el presente porque están atormentadas por un futuro que saben de antemano que es inamovible. Así que lo primero que has que hacer es tener claro que la preocupación no tiene por qué guardar relación con el amor.
Otro de los grandes inconvenientes que supone estar preocupado es que en muchas ocasiones la preocupación por la que pasas es una preocupación sobre la que no tienes el más mínimo control.
¿Qué tipo de preocupaciones tienen las personas?
Wayne W. Dyer realizó un interesantísimo estudio en el que pidió a un grupo considerable de personas que dijeran cuáles eran sus principales preocupaciones. El resultado fue realmente sorprendente porque muchas de las preocupaciones eran las mismas o casi las mismas en una cantidad considerable de personas.
Aquí tienes algunas de las preocupaciones más comunes y entre paréntesis cómo la gente se esfuerza en justificar todas y cada una de ellas:
- Los hijos (¡Qué padres no se preocupan por sus hijos!, ¿verdad? Si no, ¿qué clase de padres seríamos?)
- La salud (Si no me preocupara por mi salud podría morir)
- La muerte (La muerte preocupa a todos porque nadie quiere morirse)
- El trabajo (Si no me preocupo por mi trabajo, corro el riesgo de perderlo)
- La felicidad (Me preocupa no poder ser feliz)
- El hacer las cosas bien (Me preocupa hacer las cosas bien)
- Los precios (Tengo que preocuparme de si los precios suben o bajan)
- Los accidentes (Tengo que preocuparme por si ocurre algún accidente)
- Lo que piensan los demás (Me preocupa lo que piensan los demás de mí)
- El dinero (Me preocupa quedarme sin dinero)
- La meteorología (Me preocupa que haga una meteorología adversa)
- Envejecer (Me preocupa envejecer y que otras personas deban ocuparse de mí)
- La relación con su pareja (Me preocupa que mi relación con mi pareja pueda ir mal)
- …
Si has leído tanto las preocupaciones como las justificaciones, te habrás dado cuenta de que la sociedad en la que vives está más que interesada en que vivas en un estado de preocupación permanente.
Entonces, ¿cuál es la solución?
Según Wayne W. Dyer para eliminar la preocupación es necesario comprender la razón que la respalda. Es más, Wayne W. Dyer hace una interesantísimo distinción entre culpa y preocupación:
- La culpa está enfocada al pasado.
- La preocupación se centra en el futuro.
7 Estrategias para aprender a superar el estado de preocupación.
1. Empieza a vivir el presente de forma consciente.
2. Reconoce lo absurdo de la preocupación, es decir, pregúntate qué conseguirás cambiar de algo que te preocupa.
3. Reduce al máximo los tiempos de preocupación. Establece durante el día dos momentos de, aproximadamente, diez minutos para preocuparte y luego sigue viviendo de manera consciente el presente. Ve paulatinamente reduciendo estos tiempos.
4. Anota las preocupaciones de ayer, de la semana pasada y del año pasado. A continuación examina detenidamente si tus preocupaciones hicieron algo por ti. Así te darás cuenta de que las preocupaciones son una actividad inútil y vana.
5. Aborda tus miedos con pensamientos y comportamientos productivos, es decir, planta cara a lo que te angustia para que así consigas hacerla desaparecer.
6. Acepta la incertidumbre como algo que forma parte de tu vida.
7. Pregúntate qué es lo peor que te puede pasar a ti y qué posibilidades hay de que ocurran. Si partes de tu propia experiencia te darás cuenta de lo absurdo de estas preguntas
La preocupación como freno de la vida presente. A modo de conclusión.
El gran peligro que corres es pensar constantemente en el futuro sin tener conciencia de que te estás perdiendo el presente. La preocupación es un ladrón del tiempo, de un tiempo presente que se desvanece. Como dice Dyer: «No hay otro momento en el que no sea posible vivir más que el presente«. Así que espero que este artículo te haya servido para reflexionar sobre cómo afrontar una preocupación y, sobre todo, como una preocupación es la verdadera causante de que no puedas vivir el presente en su máxima conciencia y absoluta plenitud.
Acabaré este artículo con una cita de Corrie Tem Boom que reza así:
La preocupación no elimina el dolor del mañana, sino la fuerza del hoy.
Artículo relacionado: Cómo enseñar a superar la necesidad de aprobación
Rufina Fonteles says
Me ha encantado el artículo. A veces me encuentro con estos sentimentos de que trata el texto y de verdad seguiré los trucos.
Santiago says
Muchas gracias Rufina por tu aportación
alma romero says
Bueno,aparte de que esta padrisimo este consejo ,me sirvio de ejercicio, cada mañana,lo he practicado por una semana,y notablemente,han pasado mis preocupaciones por desapervido.gracias.
Santiago says
Muchas gracias Alam por tu valioso testimonio. Un saludo
Jose Luis A. Umaña Yañez says
Gracias por compartir tu documento muy interesante, yo siempre he dicho que debemos tener siempre a la mano la cajita CxHxD ( Cosas por Hacer por Dios), hay problemas y preocupaciones que no están a nuestro alcance y esos debemos ponerlos en la cajita, el tiempo y Dios darán respuesta a ellos.
Que tengan un excelente día
Santiago says
Muchas gracias José Luis. Un saludo
MANUEL ANTONIO SALDAÑA RUBIO says
Un libro muy interesante que nos pone en alerta sobre lo negativo de las preocupaciones. Felicitaciones al autor y mucho más al comentarista y autor del artículo.
Santiago says
Muchas gracias Manuel por la parte que me toca
Adry Soto says
Excelente artículo, definitivamente ideas para poner en práctica, gracias por compartirlo.
Santiago says
Gracias Adry. Un saludo
Héctor Larios says
Muy buen artículo, es difícil cuando uno esta atrapado en el pasado, liberarte de esa prisión, pero con estos consejos, se podrá poner fin a este infame sentimiento.
Ele says
Hola:
Me encantan todos tus consejos y experiencias.
Verás, hace una semana leí este post y me pareció una buena alternativa lo del pacto. Da la casualidad que esta semana me pasó una situación similar, pero en mi caso con un alumno en un curso de desempleados adultos. Me vino a la memoria tu consejo, lo cual me bloqueó y desanimó bastante al resultar inútil plantear pacto ninguno , ya que en este caso veo imposible la opción de negociar nada … Es más yo les dejo usar el móvil porque usan diccionario online y el centro formativo no me respalda frente a cierto tipo de normas similares alegando que son adultos. Este tipo de alumnos declaran abiertamente que están en el curso porque tienen que estar (es más que tenían que pagarles por ir) , que cómo no molesta a nadie va a seguir utilizándolo. Persona que tiene más de 40 años…Empatizo con él, está progresando y me ha declarado que está motivado, mentalizándose poco a poco, pero después de 3 horas de clase acaba cogiendo el móvil.
¿Cómo lo solucionaríais…?
Gracias.
Santiago says
Gracias Ele. No es lo mismo trabajar con adolescentes que con adultos y no se pueden usar las mismas reglas ni el mismo trato. Lo mejor es hablar con él a solas y llegar a actos pequeños que él sea capaz de cumplir.
José Iribas says
De estas cuestiones, Santiago, hablo como @jiribas en una entrada de mi blog «Dame tres minutos».
El post se titula «No te tomes tan en serio» http://t.co/zXt2ao9s5O
Tienes un gran blog sobre Educación. Gracias por todo lo que aportas.
Santiago says
Gracias José. Tomo nota