Escuchar para aprender. Este artículo que hoy escribo para ti es probablemente uno de los artículos de Justifica tu respuesta que más necesidad tenía de escribir. Llevo tiempo dándole vueltas a la idea de por qué a la gente le cuesta tanto mantener una escucha activa, por qué somos tan buenos hablando y tan malos escuchando. El artículo de hoy ha sido una auténtica revelación para mí porque incide en 10 razones por las que a ti y a mí nos cuesta tanto escuchar a otra persona cuando esta está hablando.
¿Quieres saber por qué la gente no escucha? ¿Quieres descubrir las diez razones por las que a las personas nos cuesta tanto escuchar? Si es así, te invito a que me acompañes en la lectura de este artículo que ya te adelanto que supondrá para ti, como ha supuesto para mí, una auténtica revelación. Sin más dilación doy inicio al artículo. Zarpamos…
Imagen extraída de Shutterstock
¿Conoces la diferencia entre escuchar y oír?
Antes de abordar las razones por las cuales la gente no escucha, me gustaría incidir en la diferencia que existe entre escuchar y oír, dos verbos que, aunque parecidos, guardan diferencias significativas.
Según la RAE, escuchar significa en su primera acepción ‘prestar atención a lo que se oye‘, mientras que oír en su primera definición significa ‘percibir con el oído los sonidos’. Si te fijas bien en ambos términos, te darás cuenta de que escuchar implica de por sí oír, pero se trata de oír e interpretar aquello que la persona te está diciendo. Cuando una persona se dispone a escuchar lo hace de forma activa, es decir, hay una intencionalidad en ello, algo que no sucede con el verbo oír. Por tanto, la persona que escucha lo hace de forma voluntaria e intencionada. Para oír es suficiente un oído sano y un sonido perceptible. En cambio, para escuchar se necesita premeditación.
10 Razones por las que la gente no escucha.
Ahora que sabes un poco más acerca de la diferencia entre oír y escuchar, ha llegado el momento de que descubras qué 10 motivos son los que hacen que a las personas les cueste tanto escuchar de forma activa. Para ello he elaborado esta infografía a modo de resumen:
Infografía realizada con Piktochart
1. Compara y se compara. Es muy común que cuando una persona habla, la que está enfrente se compare con la persona que tiene delante. Esta comparación puede deberse a múltiples razones, entre ellas la comparación física, indumentaria, peinado, gestos… Al comparar o compararse lo que sucede es que la atención hacia lo que dice la persona se diluye y hace que dejes de escuchar.
2. Hacer suposiciones. Otra de las razones por las que la gente no escucha tiene que ver con el hecho de que hay personas que en todo momento están pendientes de adivinar lo que piensa el otro. Este esfuerzo por adelantarse hace que la atención hacia el discurso desaparezca y afecte a la escucha de lo que la persona que se tiene delante está diciendo.
3. Preparar el próximo comentario. Personalmente creo que esta tercera razón es la que con más frecuencia se da a la hora de mantener una escucha. En muchas ocasiones no se está pendiente de lo que se habla por la sencilla razón de que lo que ocupa tu pensamiento no es lo que se habla, sino la respuesta que quieres dar sobre aquello de lo que se habla. El intentar formular una respuesta hace que la atención y la escucha prácticamente desaparezcan.
4. Estar interesado en una parte de la información. Otra razón muy frecuente de por qué la gente no escucha es porque decide seleccionar aquello que quiere escuchar del otro, es decir, al saber que sólo le interesa una parte de su discurso, automáticamente desconecta en aquellas fases del discurso que no cree pertinentes.
5. Juzgar, etiquetar y prejuzgar. Hay que ser conscientes de que cuando tienes a una persona delante, esa persona no está exente de tu juicio y de tu opinión, una opinión que implica que, independientemente de lo que hable, sea juzgada, etiquetada y prejuzgada incluso antes de que empiece su discurso. El hecho de hacer juicios de valor de la persona que se tiene delante hace que la atención hacia el discurso se vea claramente afectada.
6. Pensar en otras cosas. Por regla general, un adulto es incapaz de escuchar de forma activa más de tres minutos seguidos. Esto da fe de lo difícil que resulta escuchar a las personas de forma activa. Son muchas las razones que hacen que las personas que escuchan desconecten en algún momento de lo que dice la persona que tienen delante. Por tanto, de lo que se trata es de reflexionar si el hecho de pensar en otras cosas viene motivado por la persona que escucha, por las circunstancias que rodean esa comunicación, o por la persona que habla.
7. Dar consejos. Hay un tipo de personas a las que les cuesta mucho escuchar por la sencilla razón de que se ven constantemente en la necesidad de dar consejo a la otra persona acerca de lo que esta está diciendo. Esto hace que la atención hacia el discurso desaparezca justo al inicio de la intervención de la persona que habla. La persona que da el consejo está en ese momento más interesada en lo que va a responder que de lo que le está hablando esa persona.
8. Discutir o buscar desacuerdos. Hay un tipo de personas que entiende la escucha como una confrontación, es decir, lo que buscan no es escuchar al otro, sino entablar una discusión sobre lo que dice el otro. Se trata de un tipo de persona que no suele escuchar y que interrumpe constantemente el discurso del otro. Este tipo de persona es probablemente la que peor se le da escuchar.
9. Cambiar de tema. Son varias las razones por las que las personas cambian de tema interrumpiendo el discurso de quien está hablando. Al hacerlo, se está dando a entender que lo que se escucha no interesa, no es pertinente, es incómodo o inapropiado, por poner algunos ejemplos. Las personas que escuchan a otras y cambian de conversación son personas que antes de cambiar de tema ya llevan un tiempo sin escuchar.
10. Estar pendiente de gustar al otro. El interés por agradar a la persona que te está hablando hace que te pierdas buena parte de lo que está diciendo. Cuanto más preocupado se está por gustar al otro, menos atención se puede poner en el discurso del otro.
¿Cómo se puede aprender a escuchar a la gente?
Aunque no existen fórmulas mágicas para aprender a escuchar de forma activa a las personas, hay cuatro factores que sí pueden ayudar a mejorar la escucha. Son estos:
[sociallocker]- Implicarse en lo que dice el otro mediante resúmenes, aclaraciones o formulando preguntas abiertas.
- Practicar la empatía, es decir, intentar no sólo escuchar lo que el otro te dice, sino entender lo que te está diciendo y sintiendo.
- Escuchar de forma abierta y sin prejuicios, es decir, aprender a escuchar sin juzgar.
- Ser capaces de pedir aclaraciones y reaccionar ante las discrepancias. [/sociallocker]
El valor de escuchar. A modo de conclusión.
Hablar y escuchar. Escuchar y hablar. Toda interacción humana parte de forma ineludible de un acto de comunicación. Un acto de comunicación que nos define como personas y que dice mucho de ti y de la persona que tienes delante. Personalmente creo que escuchar al otro se ha convertido a día de hoy en un verdadero acto de generosidad.
Aprender a escuchar debe convertirse para ti en una prioridad porque es lo que te convertirá en una persona empática. Espero que el artículo de hoy te haya servido al menos para detectar algunas de las actuaciones que te impiden escuchar de forma activa al otro. Sólo siendo consciente de los errores se puede llegar a corregirlos.
Acabaré esta entrada con un proverbio egipcio que reflexiona precisamente sobre el valor de escuchar. Reza así:
Oír es precioso para el que escucha
Biliografía:
Santiago Mañas says
Como decía Fernando Díaz Plaja. muchas conversaciones son monólogos interrumpidos.
En este, como en muchos otros casos, sirve la máxima budista que insta a prestar atención al presente.
Cuando escuchamos, igual que cuando hacemos cualquier otra cosa, no hay que dejar que nuestra mente se distraiga, divague y se vaya por los cerros de Úbeda: hay que concentrar nuestra atención y nuestro ser en quien nos habla.
No es fácil, pero es bueno intentarlo.
Santiago says
Gracias Santiago. Un saludo
estefanny says
grasias valiosa y util reseña para nosotras las personas que no sabemos escuchar y siempre queremos la atencion para si mismo cuando la leo es como si algunas de las razones que das me las dijeras personalmente ami, las pondre en practica y tratare lo mas posible de hacerlo realidad mil grasias …
Santos Palacios says
Gracias amigo Santiago, esto justifica mi interés de aprender de los demas. Para practicar y enseñar…¡justo!
su servidor : Santos Palacios
Rosa says
Muy, muy útil. Gracias, Santiago. Qué verdad es esta….
MANUEL ANTONIO SALDAÑA RUBIO says
Excelente artículo, felicitaciones amigo Santiago Moll, de Justifica tu respuesta.
GRACIAS.
Santiago says
Como siempre, gracias Manuel. Un cordial saludo
Fco. Javier Ruiz Rojas says
Me ha gustado. Muy interesante. Gracias por tus aportaciones.
Sofía Pincay Ibarra says
Gracias amigo Santiago x compartir este hermoso e importante artículo.
Santiago says
Un placer Sofía
Alejandro de Pablo says
Santiago, tus entradas tienen el punto de sensatez que se necesita a menudo.
Gracias
Santiago says
Muy agradecido Alejandro
Luma says
Miranda, Cauca Colombia
Agosto 26 de 201015
Felicitaciones SANTIAGO MOLL, por tan importante artículo, para llevarlo a la práctica con los estudiantes. Le estoy muy agradecida.
Santiago says
Muchísimas gracias
Rodolfo Bastardo says
excelente articulo y nos permite reflexionar de lo importante que es saber escuchar
Santiago says
Gracias Rodolfo
Alicia says
Excelente artículo. Muchas gracias.
Santiago says
Un placer Alicia
javier nicolas mosquera says
Escucha al torpe e ignorante también ellos tienen su propia historia
David Palma says
Unicamente deseo oir el surruro del viento, la música suave y el silencio perene.
Porque escuchar implica analizar lo que el interrlocutor está tratando de transmitir. Y ser coherente con el tema, no divagar, encajonar o desviar.
Por eso me encierro en mi mundo de egoísmo, dondé únicamete vale lo individual y no lo colectivo.
Si la gente habla puras trivialidades.
Por eso no se aprende y no se crece en su humanidad.
Santiago says
Gracias por tu testimonio David
Raúl says
Estoy aburrido de conversar con personas que caen en todos eso errores y a lo que se le suma la ansiedad o sea, cuando planteas algo no puedes ni respirar porque te interrumpirán para contarte algo similar a lo que les comentas. A mis amigos les pido que me manden audios de WS con tooodo lo que quieran decir, y los escucharé, pero….que no me llamen por teléfono para tenerme de rehen y largar un monólogo. Me sobran los dedos de una mano para contar las personas con las que me siento a gusto en un diálogo, con exposiciones cortas, sin irse por las ramas, agotando los temas, haciendo pausas, con convicciones pero sin fanatismos, etc.
Monica says
Después de leer tu artículo he llegado a la siguiente conclusión. La gente no escucha por varios motivos, creo que estar preparando tu propia respuesta es lo más habitual, pero por otro lado, ¿cuánta gente habla y dice cosas realmente interesantes?, ¿cuántas personas aportan valor con su conversación?
Yo sinceramente creo que hablamos la mayor parte de las veces porque no sabemos estar callados, el silencio nos incomoda, y claro los resultados son un poco mediocres.
¿Cómo mantener entonces la atención?
Patricia says
Yo creo que la gente que habla y habla es porque necesita a ser escuchada .necesita desahogarse, e observado eso en muchas personas
Magali says
Muy bueno tu artículo Santiago, un saludo a la distancia!!!
jose jesus says
excelentes articulo, para reflexionar y llevarlo a cabo..
Santiago says
Gracias José
Raúl Morante Tello says
Escuchar es de sabios. Excelente artículo para corregirse defectos que no nos damos cuenta que los poseemos. Gracias
Santiago says
Muchas gracias Raúl. Un cordial saludo
Irene says
Hola Santiago!
He descubierto tu blog hace poquito, y entre mis cotilleos por tus artículos me encuentro con éste tan interesante.
La verdad es que creo que en esta sociedad pecamos de una gran falta de escucha activa. Yo, además, por suerte o por desgracia, soy una persona de mucho escuchar, así que atraigo a muchos «habladores» que luego, claro, no están dispuestos a escucharme activamente cuando yo también tengo cosas que decir.
¿Qué me sucede muchas veces? Que dejo de contar mis cosas, porque no me siento escuchada por muchos. Hace unos años me di cuenta de que era una perfecta desconocida para muchos de mis amigos recientes, con los que había entablado relación después de asumir esta actitud de «pues bueno, si no vas a escucharme, mejor me callo».
A partir de ese «darme cuenta» he empezado a equilibrar mi comunicación y, aunque favorezco la escucha sobre el habla, ya cuento más sobre mí, y acepto que otros no van a saber escucharme del todo. Pero con paciencia y dando ejemplo también he visto cómo muchas personas de mi entorno se han ido contagiando de esa escucha activa que a mí, mira por dónde, se me da bien 🙂
Gracias por tu artículo. Me dejaré caer por aquí bastante. Un saludo desde Valencia!
Santiago says
Muchas gracias Irene y bienvenida a bordo
Marti says
Encontre este articulo buscando entender porque me quedo horas escuchando gente que no le interesa nada de mi. Yo soy escuchador y atraigo a los habladores. Todavia no se imponer me a explicar algo que al hablador no le interesa escuchar. Los habladores que atraigo hacen monólogos y piensan en voz alta. Ahira mismo estoy pensando en una amiga que cuando me explica un problema no solo se va por las ramas sino que agrega detalles que no vienen a cuento y se toma mucho tiempo para buscar palabras y ademas salta de tema y luego vuelve a lo que decia. Cuando dos habladores se encuentran parece una competencia a ver quien habla más. Saludos
Alfredo Gomez says
El punto 3 es el más común, además de preparar su comentario, tratando de retenerlo no prestan la debida atención. En el punto 2, creo que el hecho de presuponer y tratar de adelantar la contestación se debe a la ansiedad que domina a muchos seres humanos.
Además en algunos casos creo que influye a veces el disertante cuando hace demasiado largo y/o repetitivo su tema.
Muy interesante lo tratado, saludos.
Iria says
Ahí está mi tema,ME ADELANTO COMO SI NO ME FUERAN A ESCUCHAR.ALGO ANSIOSO PERO LO ESTY TRABAJANDO,NO ES BUENO.BUUUU
raul Baldera says
SI,muy importante en el proceso de enseñanza sabe escuchar al educando y a cualquier persona.esto sirve mucho a las personas que quieren ser escuchadas, porque logran una descarga emocional importante es su personalidad ,que le aliviara algún malestar pendiente. Muy inteesante.
Jesus P Osorio Zuñiga says
Querido amigo, siendo un hombre adulto… reconozco no hace mucho que padezco del sindrome de ser escuchado más que escuchar… siendo adulto francamente me da un poco de verguenza no haber sido mas atento a delegar un poco mas atras mis deseos egoístas.
(*egocentristas) Felizmente me estoy dando cuenta de quizás mis muchas falencias… atravez de tu articulo en Facebook, por lo cual quiero agradecerte por tu tremendo aporte.
Desde esta maravillosa tierra, que también la culpo por no haber tenido profesores con una capacidad en enseñarnos, cómo compartir en nuestras salas de clases sin sacarnos los ojos para dar nuestras opiniones y de paso ser más tolerantes en nuestras vidas aprendiendo mucho mejor.
isidro Mondragon says
excelente trabajo, he ha servido mucho para fortalecer un sermón que prepare en mi congregacion cristiana sobre el tema de la importancia de oir a Dios, pero siempre me he preguntado porque la gente no escucha?
muchas gracias. saludos.
Graciela Monserrate Ruíz says
Me ha gustado mucho
Leandro Olivera says
En general las personas que creen que sus propias opiniones e intereses son más importantes que las de los demás y esto es abre otra línea de discusión el EGO (YO) y centro.
Entonces el egocéntrico, coloca sus pensamientos sobre los otros, lo que él piensa, opina, razona, cree y decide es primero y más importante que el resto, por tanto, el mundo gira alrededor de su individualidad.
Alejandra says
has dado en el clavo
Luis Armando BeNAVIDES says
Muy agradecido por publicar este artículo, gracias por beneficiarme con su excelente trabajo. Dios le bendiga
Representante neurodivergente says
TDAH