Kintsugi y resiliencia. Tan lejos, tan cerca. El artículo de hoy es uno de los muchos artículos de este blog que nacen del corazón, pero también de la casualidad.
Hace unas semanas encontré navegando por la red una imagen que me cautivó profundamente. Al principio no supe muy bien por qué, pero se trataba de una imagen que sabía que me quería decir algo, una imagen que trascendía más allá de la propia imagen, una imagen que me ha dado la oportunidad de aprender y de enseñarte qué se entiende por Kintsugi y cómo este término guarda una relación muy estrecha con la resiliencia.
En Justifica tu respuesta no son pocos los artículos que tratan sobre las emociones y, en particular, sobre la resiliencia. De ahí que el artículo tenga como finalidad enseñarte qué se entiende por resiliencia a partir del término japonés Kintsugi. Te aseguro que te va a encantar. ¿Preparado para emociones fuertes?
Kintsugi o la resiliencia convertida en arte.
El Kintsugi es un término japonés, pero también quiero que entiendas este término como un arte. La palabra Kintsugi no tiene una fácil traducción al español pero vendría a significar algo así como la ‘unión con oro’, la ‘reparación con oro’ o la ‘carpintería de oro’.
Este arte japonés que se remonta al siglo XV consiste en arreglar las fracturas de los objetos de cerámica que con el tiempo o por accidente se han agrietado o sufrido algún desperfecto.
Las fracturas de estos objetos de cerámica se arreglan con la ayuda de un barniz de resina mezclado con polvo de oro. El Kintsugi, por tanto, no sólo se convierte en un arte, sino también en una filosofía de vida donde las roturas de los objetos son vistas como un elemento que embellece al propio objeto en lugar de afearlo, es decir, el Kinsugi valora por encima de todo al objeto y tiene especial cura cuando este se rompe.
Su filosofía hace que en lugar de tirar el objeto, este objeto se recupere, se restaure para que, a través de la restauración, luzca de nuevo más fuerte y con toda su historia y esplendor.
Aquí tienes la fotografía que tanto me impresionó y que ha dado pie a este artículo:
Imagen protegida bajo derechos de autor
¿Qué valor se le puede dar al arte del Kintsugi? A propósito del término resiliencia.
Como he dicho al inicio del artículo, lo que me llamó poderosamente la atención de la imagen del plato de porcelana restaurado con vetas de oro fue lo trascendente de su significado.
El plato en cuestión había dejado de ser un plato convencional para convertirse en algo más, algo con un valor añadido y en el que el concepto reparación adquiría un nuevo y valioso significado. Es precisamente el concepto reparación el que me dio la idea de relacionar el término Kintsugi con la resiliencia.
¿Cómo puedes enseñar qué es la resiliencia mediante el Kinsugi?
La cultura japonesa es una cultura con un alto sentido de la espiritualidad. De hecho, junto con el término Kintsugi, también existe la expresión Wabi-sabi que consiste en hallar la belleza de los objetos rotos, viejos o deteriorados. Esto hace que el verdadero valor de un objeto no radique exclusivamente en su belleza externa, sino en la historia que dicho objeto posee.
La sociedad actual, la sociedad occidental ha perdido en interés por restaurar lo viejo o roto. Y esto se debe a que en su escala de valores se relaciona lo bello con lo nuevo o lo que es lo mismo, se aparta lo viejo y roto para ser sustituido por algo nuevo y moderno.
Esto es algo que puedes hacer con un objeto. Pero, ¿qué pasa cuando trascendemos el objeto a una persona, a una persona rota y deteriorada por dentro? Ahí es donde el término resiliencia juega un papel fundamental.
En el artículo titulado 10 Maneras de enseñar resiliencia a tus alumnos ya definí la resiliencia como la ‘capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas’. Por tanto, al igual que el Kinsugi, la resiliencia habla del valor de la reparación como una manera de salir de una situación traumática.
Lo que hace la resiliencia es preparar a la persona ante la llegada de una situación traumática o dolorosa.
El cuerpo y el alma de las personas, al igual que cualquier objeto de porcelana, es frágil y está expuesto al paso del tiempo. Y ese paso del tiempo desgasta la cerámica, pero también desgasta tu cuerpo y tu alma hasta que llega el día en que te rompes no sólo por fuera mediante el llanto, sino también por dentro a través de la pena y el sufrimiento.
Pero lo bueno que tiene dicha rotura tanto en el objeto como en el cuerpo y alma es que tiene la posibilidad de repararse mediante el polvo de oro en los objetos de cerámica y mediante la resiliencia en las personas.
La vida que vives está repleta de grietas, de muchas roturas. Hay momentos en tu vida en que estás roto por fuera y por dentro. La resiliencia te ofrece la oportunidad de devolverte la sonrisa y recomponer tu alma y tu espíritu para que una vez restaurados cuerpo y alma, al igual que un objeto de porcelana expuesto al Kintsugi, pueda resurgir con toda su fuerza y toda la determinación para sobreponerse a los obstáculos que la vida te pone por delante.
Así como la cerámica es reparada con barniz de resina mezclado con polvo de oro, el cuerpo y el alma de una persona se puede reparar mediante la resiliencia con algunos de estos ingredientes emocionales:
- Autoconocerse para ser consciente de cuáles son tus puntos fuertes que necesitarás usar en una situación traumática.
- Descubrir en ti aquellas habilidades que te hacen destacar en algo y que podrás usar para salir de una situación difícil.
- Potenciar al máximo los hábitos saludables basados en una buena alimentación, ejercicio moderado, reducción del estrés y sueño reparador.
- Aprender a escuchar de forma activa y empática a aquellas personas que pueden ayudarte no sólo desde la palabra, sino también desde el corazón.
- Fomentar la autoestima reforzando positivamente aquellas actuaciones que te hacen mejor.
- Aprender a solucionar tus propios conflictos a través de la formulación de preguntas abiertas que tú mismo debes responder.
- Fomentar la bondad y la asertividad contigo mismo y con los demás.
- Tener una actitud ante la vida optimista.
Estos son algunos de los ingredientes de la resiliencia que, al igual que el polvo de oro, harán posible que puedas restaurar tu cuerpo y tu alma y también te permita poder ayudar a todas aquellas personas que, estando a tu alrededor, también se han roto por dentro.
Convertirse en un persona resiliente hará posible que puedas recomponerte por dentro y por fuera. De hecho, lo que fomenta el Kintsugi es que seas tú mismo el que restaures tu propio plato. Con la resiliencia pasa igual.
De lo que se trata es de que tengas las estrategias suficientes para poderte restaurar a ti mismo e incluso tener la capacidad para restaurar a los que más quieres, a los que de corazón te importan.
Kintsugi y resiliencia. Propuesta de actividad.
A raíz de los términos Kintsugi y resiliencia creo que sería interesante poder plantear en el aula una actividad en la que los alumnos pudieran descubrir por ellos mismos el valor de recuperar algo roto.
Una posible actividad sería que tus alumnos trajeran de sus casas una pieza de una vajilla que tuviera algún tipo de rotura. Una vez tus alumnos hubieran traído de casa una pieza vieja, rota y deteriorada, los alumnos se podrían colocar en grupos de cuatro y con su objeto encima de la mesa podrían escribir en un papel un pequeña historia de ese objeto contando:
- Qué significa para ellos.
- Qué han bebido o comido en él.
- Que recuerdo positivo les trae.
- Cómo creen que se ha hecho la grieta.
- etc.
Esto hará que el objeto no sólo se cargue de historia, sino también de un valor emocional. Una vez creada esta historia, podrían ver el siguiente vídeo que dura poco más de dos minutos:
Después de ver el vídeo, tus alumnos podrían tratar de arreglar dicho objeto con algún material como la plastilina, por poner algún ejemplo de material. Lo importante no es el material, sino que vivan la experiencia de restaurar un objeto del que han sido capaces recrear una historia y darle un valor emocional.
Una vez «restaurado» cada uno de los objetos se podrían exponer en el aula y ese sería el momento en el que podrías introducir el término Kintsugi y relacionarlo con la resiliencia utilizando la información de este artículo.
Kinsugi y resiliencia. A modo de conclusión.
Siempre me produce una profunda emoción escribir en Justifica tu respuesta sobre la resiliencia. Como docente vivo cada día las cicatrices que impone la convivencia en un centro educativo. Es por ello que no me cansaré de insistir en la importancia de educar a los alumnos no sólo en conocimientos, sino también en emociones. Este es mi deseo y esta ha sido la finalidad de este artículo.
Acabaré esta entrada con una cita de Marc Levy que reza así: El tiempo cura todas las heridas, aunque nos deje algunas cicatrices. O, si me permites modificar ligeramente la cita:
La resiliencia cura todas las heridas, aunque deja algunas citratrices
- Si tienes algún objeto de porcelana roto y quieres arreglarlo, la empresa holandesa Humade pone a disposición un kit para realizar la labor de restauración. Aquí te dejo el vídeo y el kit de restauración en el siguiente enlace:
Silvia says
Gran post!
Santiago says
Muchas gracias Silvia. Celebro que te haya gustado. Un cordial saludo.
Alicia Mujica says
Excelente comparación ,para enaltecer la Resiliencia. Gracias.
Santiago says
Muchas gracias Alicia
Mercy says
Me ha gustado muchísimo este post, Santiago. ¡Muchas gracias!
Bendiciones.
Santiago says
Gracias a ti Mercy por su lectura. Un cordial saludo
Oscar Pedroza says
Gracias Señor Santiago, cada día nos sorprende positivamente con sus escritos. Usted es mi referente en mis actividades de Docente. Dios lo Bendiga.
Santiago says
Muchas gracias Oscar por tan sentidas palabras
René says
Acabo de encontrarme con su Blog…. sencillamente GENIAL. Un abrazo y gracias por compartir de manera clara y sencilla todos estos temas que ayudan a enaltecer nuestra profesión.
Santiago says
Muchas gracias René. Un cordial saludo 😉
Catalina says
Gracias por compartir su genialidad!
Quisiera hacerle una pregunta muy concreta y si alguien mas la quiere responder, será bienvenida. Si usted tuviera la posibilidad de complementar la educación para formar realmente seres humanos completos, libres y felices ¿Cuál sería el pensum?
Santiago says
Muchas gracias Catalina. Mi pensum es: haz cada día lo que te haga realmente feliz
Lucrecia says
Y si cada día buscas,Y no encuentras lo que te hace Feliz,cual es el camino?
Anabel says
La felicidad radica en la búsqueda …
Ana María Rubio says
Excelente el artículo de hoy. Cuánta generosidad por compartir saberes simple pero fundamentales. Gracias!
Santiago says
Muchas gracias Ana. Celebro que te haya gustado el artículo
jua mario says
Realmente fascinante el articulo, gracias amigo.
Santiago says
Gracias a ti por su lectura
Rosa says
Gracias por ser una excelente persona y compartir temas tan interesantes.
Santiago says
Gracia a ti Rosa por hacerlo posible 😉
Roberto gloria says
Estoy buscando un camino de paz interior,me siento quebrado por dentro,y tal vez encuentre en tus artículos el camino de la sanidad
Nélida Sarduy says
Acabo de descubrirte, he leído un par de cosillas, pienso actualizarme con tu blog, creo que eres un educador inspirado y entregado, da gusto saber que existes. Estos términos eran nuevos para mí y me parece fantástico como lo has convinado y ofrecido incluso esa actividad formativa. Gracias.
Santiago says
Muchas gracias Nélida y, cómo no, bienvenida a bordo 😉
Isaias Gutiérrez says
Voy iniciando mi incursión en su blog, pero de entrada me encuentro con este fantástico artículo, en verdad que es interesante y muy aplicable en mi entorno escolar. Gracias por compartir y hacernos disfrutar. Felicidades!
Santiago says
Gracias a ti Isaías por su lectura y, cómo no, bienvenido a bordo 😉
Armand says
Magnífico artículo. Da para reflexionar sobre nuestra vida y sobre nuestra práctica docentes.
Felicidades por tu blog.
Santiago says
Muchas gracias Arman. Cordiales saludos desde la isla de Menorca
Betty Ramírez Santisteban says
Excelente Señor Santiago, ésta comparación tan oportuna y asertiva hace que éste término, que ya lo había escuchado, lo entienda mejor y sobre todo lo visualice dándome una mejor perspectiva y utilidad en mi formación profesional y educadora. Gracias
Santiago says
Un placer Betty. Celebro que te haya gustado. Cordiales saludos
Abel de la Torre V. says
Sublime. Y urgente en estos tiempos de anti-empatía extrema y pandémica. Luz en las tinieblas de la desesperanza.
Gracias.
ana says
Me gusta ésto! Soy ceramista y restauradora y fui buscando un taller que me enseñara a restaurar, con el arte kintsugi, una antigua pieza , y mira lo que encuentro!
La asociación que haces del kintsugi y la resiliencia, no sólo me parece acertada, sino bella…bellísima!!! Recomponer el SER, enalteciéndolo !!! Muchas gracias. Ana
Santiago says
Gracias Ana. Celebro que te haya gustado. Un saludo
Marta says
Guau. La mejor explicación de lo que es la resiliencia que he visto nunca. Si todos los articulos de esta página son así, desde luego voy a pasar en ella muuuuucho tiempo a partir de ahora.
Santiago says
Gracias Marta
Anna Maria says
Excelente articulo!!!
Utilizare esa actividad en mi salon de clases, me
parecio fantastica.
Felicitaciones por tu blog!!!
Santiago says
Gracias Ana. Muy agradecido
Anna Lourdes says
Un post lleno de emoción y de verdad. Gracias !
Elvia Luz says
Santiago, este articulo es de gran utilidad para mí, me gustaría poder aprender mucho más sobre el concepto que usted tiene sobre resiliencia ya que me encuentro terminando una Maestría en Educación y el proyecto final es sobre este tema. Le agradecería si me puede compartir información sobre talleres de aplicación para fortalecer la resiliencia en mis estudiantes. Muchas gracias
Mur Gistaín, Miquel Àngel says
Estoy introduciendome de nuevo en la practica de «resiliència» …conmigo mismo… y he descubierto Kintsugi…que me ha vuelto a emocionar…poco pero suficiente…Ojalá que este inicio, me ayude a SER …de nuevo. Agradecido,hoy domingo, por este encuentro y de esta manera. Lo necesito y creo que he retornado a «lo esencial» , G.a.D.
Agraït.
Santiago Moll says
Me alegro mucho. Mis mejores deseos
Letty Cossi says
Excelente analogía que genera una profunda reflexión sobre la importancia de la labor docente en formar seres humanos con almas sanas y nobles!!! Te felicito Santiago!
Elisabet says
Me ha encantado lo que comentas
un abrazo muy entrañable
andrés says
En serio, todo hay que ensuciarlo y vanalizarlo con su ideologia?