Pensar más para trabajar menos. Así es. Ni más ni menos. Hoy quiero empezar este artículo pidiéndote un sencillo favor. Me gustaría que antes de seguir leyendo, buscaras tu horario personal de docente de este curso académico. (…) ¿Lo tienes ya a mano? Si es así te pediría que lo revisarás atentamente y luego respondieras a esta pregunta:
¿Cuantas horas lectivas tienes destinadas estrictamente a pensar en tu horario personal?
Déjame que te dé yo la respuesta: cero.
Imagen extraída de Shutterstock
¿Por qué como docente debes pensar más para trabajar menos?
Si revisas tu horario una vez más comprobarás que en él aparecen sesiones lectivas, reuniones, guardias, así como unas horas destinadas a visitas de padres, entrevistas con alumnos, preparación de material, etc. Así es como se completa tu jornada laboral. En ella no aparece ningún hueco destinado a pensar en la mejora de tu labor docente. Y este es para mí uno de los grandes errores de la jornada laboral de un docente. Como no te proporcionan tiempo para pensar, cada vez trabajas más, cuando de lo que se trataría es de buscar fórmulas para que, pensando más, redujeras tu carga de trabajo. No se trata de ser productivo. Se trata de ser más creativo, más imaginativo para poder ser menos productivo.
El día que decidí pensar más para trabajar menos.
Mi jornada laboral viene estipulada en 37,5 horas semanales. Pues te confieso que hace tiempo que no la cumplo. Con esto no quiero decir que no trabaje. Simplemente he eliminado horas de trabajo, lo que se entiende por productividad para pensar en cómo puedo mejorar todos y cada uno de los aspectos de mi práctica docente. Te confieso que el resultado está siendo extraordinario. Cuanto más pienso en cómo trabajar menos, dispongo de más tiempo libre para realizar actividades que me hacen realmente feliz. ¿Quieres que te dé algunos ejemplos de cómo lo he aplicado a mi vida?
10 ejemplos tras los que por pensar más he conseguido trabajar menos.
1. Exámenes. Invierto más tiempo en elaborar los exámenes, pero he conseguido reducir considerablemente el tiempo de corrección de los mismos.
2. Entrevistas. He elaborado un protocolo de entrevista con las familias para que estas no superen los 10 minutos, tiempo de sobra para tratar la gran mayoría de reuniones con las familias.
3. Reuniones. Siempre que ha dependido de mí, he cambiado las reuniones semanales por quincenales. La parte informativa de una reunión se puede realizar por correo electrónico. Las reuniones no deberían servir para informar, sino para llegar a acuerdos.
4. Fines de semana. Este curso no he trabajado prácticamente ni un sólo fin de semana. Lo que hago es planificar lo que hacía antes trabajando los fines de semana y repartirlo durante los días laborales. Esta decisión ha resultado ser trascendental en mi vida.
5. Grupo de Whatsapp. He creado un grupo de Whatsapp para padres de mi tutoría. Ahora tengo menos entrevistas personales y los padres están más informados que nunca de lo que hacen sus hijos, de los deberes semanales y de las distintas actuaciones que se llevan a cabo en el aula. Para saber más sobre cómo creé un grupo de Whatsapp para padres de mi tutoría te recomiendo leer el artículo de este enlace.
6. Búsquedas en internet. He dejado de buscar ejemplos de textos en internet. Me he dado cuenta de que elaborándolos por mi cuenta me ahorro un montón de tiempo y consigo exactamente el texto que tenía en mente.
7. Cuaderno de notas. He eliminado el cuaderno físico de notas. Lo tengo en el ipad. Así no necesito poner la calificaciones del cuaderno de notas de papel y luego en la hoja de cálculo. ¿Para qué hacer dos veces lo mismo?
8. Lectura de artículos. Leer más para trabajar menos. Actualmente leo menos libros. Prefiero el formato artículo. La lectura de artículos me proporciona mucha información en un corto espacio de tiempo y siempre intento darle una aplicación que me sirva para mejorar como docente y disminuir carga de trabajo. En este sentido hay muchas herramientas que me están ayudando a optimizar mi trabajo. ¿Conoces los 50 usos del ipad para docentes? Aquí te dejo el enlace.
9. Preguntas por búsquedas. Prefiero preguntar a buscar. Me explico. Si buscas estás trabajando, te da la sensación de que estás produciendo. En cambio, si preguntas, desarrollas la imaginación y compartes no tu trabajo, sino tus inquietudes. En lugar de buscar una información que me interesa para mi labor docente, lo que hago es preguntarlo a través de redes sociales, por ejemplo. El ahorro de tiempo ha sido realmente extraordinario en este sentido cuando tienes una comunidad virtual importante. En mi caso, cuento con más de 10.000 contactos entre suscriptores y perfiles sociales. ¡Ni os imagináis cuánto me podéis enseñar, cuánto puedo aprender de ti!
10. Deporte. Practico deporte casi todos los días. Nunca llevo ningún equipo de música. Todo el tiempo que practico deporte estoy pensando en cómo mejorar mi trabajo y qué artículos del blog voy a elaborar durante la semana. Es el momento más creativo del día y lo exprimo al máximo. De mi práctica deportiva han surgido más del 70% de los artículos del blog. Es importante fijar en tu vida un tiempo para pensar. A mí me está dando unos resultados fantásticos.
A modo de conclusión.
Ahora que te he confesado que trabajo menos porque pienso más, puedes entender cómo tengo tiempo para practicar deporte a diario, escribir semanalmente cinco artículos y una newsletter para mis suscriptores, todos ellos de más de 1000 palabras, leer un libro cada quince días, leer docenas de artículos a la semana, mantener actualizada todos los días mi Fan Page de Facebook, así como mis perfiles de Twitter, Google+ y Linkedin, elaborar videoturoriales para el Canal Justifica tu respuesta de Youtube, crear un e-book sobre Educación, ver un capítulo de mis series favoritas todas las noches… Cada vez tengo la sensación de que trabajo menos y eso me posibilita poder dedicarme a algo totalmente creativo como es mi profesión de docente, como es este blog, un blog en el que todos los días doy lo mejor de mí para ti…
Hasta que no te valores a ti mismo no valorarás tu tiempo. Hasta que no valores tu tiempo, no harás nada con él.
María Ángeles says
Gracias por tu artículo. Tengo la costumbre de gastar tiempo pensando como hacer para que mi trabajo sea más eficiente. Mientras lo realizo voy comprobando lo eficaz de mis planteamientos iniciales. Sí es necesario modifico. Al final también evalúo el resultado. Frecuentemente suelen surgir ideas de como mejorarlo.
Al principio lo hacía de una forma casi inconsciente, pero después del curso MOOC «Mejora de procesos» lo hago más metódico.
smoll73 says
Gracias a ti María Ángeles por leerlo. Un cordial saludo
irene fdez lopez says
Lo que tu cuentas en este post esta muy bien. Pero a mi no me salen las cuentas.
Por favor, dime como te arreglas para que te de tiempo a todo.
smoll73 says
Gracias Irene. Sé que puede resultar difícil de creer, pero es así. Se puede transformar el tiempo. Un saludo
cesar perez says
excelente tema, creo que te dar tiempo para poder tener un bebe y poder estar atendiendo las necesidades jajaja. gracias por estos detalles de gran ayuda que pondré a prueba y seguir construyendo ese rol que se lleva con gusto. mil Gracias espero tener mas consejos por estas vías. desde Venezuela Estado Mérida. Saludos…
smoll73 says
Gracias César. un cordial saludo desde el Mediterráneo 😉
Anabell says
Es increíble darse cuenta que uno se ahoga diciendo » no me da tiempo» pero con esto nos damos cuenta que solo es cuestión de organizarse y por supuesto querer » pensar mas» muchas gracias por tu artículo y compartir tus experiencias, personalmente puedo decirte que es inspirador y tratare de llevarlo a la práctica.
Saludos desde México.