Vocación, talento. Todos nacemos para algo. Todos hemos venido a este mundo con el propósito de llevar a cabo alguna misión. Todos llevamos dentro una vocación capaz de inspirar a otros. Pero, ¿cuál el es problema? Que muchas personas aún hoy no se han molestado en encontrar su verdadera vocación. Y no lo han hecho porque no saben cómo buscarla o porque nadie les ha enseñado.
Este artículo tiene la finalidad de darte a conocer algunas pautas sobre cómo enseñar a tus alumnos a que sean ellos mismos los que descubran su verdadera vocación, a que descubran para qué han nacido, a que descubran cuál es su misión en este mundo, a que aprendan a vivir en su Elemento.
¿Quieres saber cómo se descubre una vocación? ¿Quieres ayudar a tus alumnos a que encuentren cuál es su Elemento? Si es así, te invito a que sigas leyendo el resto del artículo. Zarpamos…
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Los 3 aspectos claves para descubrir la vocación de tus alumnos.
1. Lo que les hace sentir bien. Este primer apartado está íntimamente ligado a las aficiones y los sentimientos que posibilitan que tus alumnos se sientan bien. A partir de esta premisa, de lo que se trata es de formular a tus alumnos preguntas como:
- ¿Qué es lo que más te gusta hacer?
- ¿De qué sueles hablar con tus amigos y conocidos con mayor frecuencia?
- ¿Qué te gusta leer?
- ¿Qué te interesa cuando navegas por internet?
- ¿Qué tipo de libros o de revistas sueles leer?
Estas preguntas están destinadas a que tus alumnos sean capaces de tomar conciencia plena de lo que les hacer sentir realmente bien.
2. Lo que les apasiona. Este segundo aspecto guarda relación con la motivación. En el libro Tu futuro es HOY: 40 claves para crear tu destino, Laura Chica nos enseña que las personas poseemos siete tipos distintos de motivación. Son estos:
- Conocimiento
- Seguridad
- Poder
- Servicio
- Reconocimiento
- Reto
- Afecto
A partir de estos tipos de motivación, puedes plantear a tus alumnos con cuál o cuáles se sienten más identificados en función de su forma de ser y de relacionarse con los demás. Algunas posibles preguntas relacionadas con estos tipos de motivaciones podrían ser:
- ¿Tienes un interés costante por conocer cosas que te gustan?
- ¿Te gustaría tener en el futuro un trabajo estable?
- ¿Te sientes atraído por el poder?
- ¿Crees que eres bueno ayudando a los demás?
- ¿Necesitas que lo que haces sea reconocido por otras personas?
- ¿Eres una persona que se marca retos a corto o medio plazo?
- ¿Te consideras una persona a la que le gusta transmitir afecto?
3. Lo que se les da bien. Este tercer punto estaría conectado con las habilidades propias de la personalidad de cada individuo. Aquí de lo que se trata no es de pensar ni en lo que les gusta ni en lo que les apasiona, sino en lo que son buenos siendo quienes son.
El Elemento o vocación que hay dentro de cada uno de tus alumnos.
Ken Robinson defiende la idea de que el Elemento o vocación radica en encontrar el equilibrio entre las aptitudes naturales y las preferencias personales. ¿Qué significa esto? Pues que puedes encontrarte con alumnos con una clara inclinación hacia algo en particular y otros con intereses y habilidades múltiples.
Enseñar a tus alumnos a ser capaces de unir lo que hacen bien con lo que les gusta es la clave para dar con el verdadero talento, para dar con la verdadera vocación. Entonces, ¿en qué consiste estar en tu Elemento?
Consiste en conseguir algo natural para lo que tienes aptitudes
- Capacidad: Facilidad natural para hacer una cosa.
- Vocación: Pasión por hacer una cosa.
Pero además es imprescindible que haya:
- Actitud: Perspectiva personal que uno tiene de sí mismo (carácter, autoestima, autoconcepto…)
- Oportunidad: Rodearse de personas que compartan tus mismos intereses y aficiones.
¿Qué papel juega el docente en el descubrimiento de la vocación de sus alumnos?
- Reconocer. Reconocer el interés, la habilidad o la fascinación, por poner algunos ejemplos, es una manera fantástica de ayudar a tus alumnos a que descubran cuál es su verdadera vocación, cuál es su Elemento. Ese reconocimiento es lo que hace desarrollar y mejorar las habilidades y aumentar la motivación.
- Estimular. Estimular consiste en hacer creer a tus alumnos aquello que ellos creen como imposible o inalcanzable. Porque el estímulo consiste precisamente en recordar y acentuar cada una de las habilidades que posee cada alumno en particular.
- Facilitar. Como docente no eres exclusivamente un facilitador del conocimiento, sino también un facilitador de buenos consejos y técnicas que ayuden a crecer dentro de cada alumno la vocación que llevan dentro. Facilitar no es más que sacar a la luz el enorme potencial que cada alumno esconde en su interior.
El tiempo como enemigo para descubrir la vocación de tus alumnos. A modo de conclusión.
- La educación del hacer.
- La educación del ser.
La escuela del hacer.
Lamentablemente, la escuela tradicional se ha centrado principalmente en lo que he denominado la escuela de hacer o, lo que es lo mismo, la escuela de la productividad, la escuela del currículum, la escuela del estar siempre ocupado, la escuela del conocimiento, la escuela de los resultados, la escuela del tiempo que no pasa.
¿Y por qué se da tanta importancia a lo que denomino la escuela de hacer? Para mí la respuesta es muy sencilla:
Porque es un tipo de educación cuantificable
Dentro de la escuela del hacer, ¿creéis que hay margen para trabajar la vocación y el talento? Para mí la respuesta es un NO rotundo.
Hacia una escuela del ser.
En la educación del ser, el tiempo no se mide en términos de productividad y de resultados. La escuela del ser es aquella que se centra en la persona y su proceso.
En esta escuela del ser el tiempo es otro, es un tiempo centrado en la creatividad, en la imaginación, en la escucha activa, en las emociones. En definitiva, la escuela de ser es la escuela del tiempo que pasa volando.
Y en ese tiempo que pasa volando es donde debemos ser capaces de enseñar a nuestros alumnos cuál es su verdadera vocación, cuál es su verdadero talento, para qué han nacido, cómo pueden hacer de este mundo un mundo mejor.
Sólo transformando el tiempo en el aula, sólo transformando la escuela del hacer por la escuela del ser podremos tener tiempo para otra educación, esa educación que pasa volando. Y para este reto vuelvo a contar una vez más contigo.
Lectura recomendada: El Elemento: Descubrir tu pasión lo cambia todo, de Ken Robinson
Gemma says
Gracias!! Brindo por la educación del SER! Por que se expanda y crezca por todo el mundo. Con gente como tu ya hemos hecho un paso! Con proyectos y pequeños cambios en el sistema el muro ya cayó! Que llegue la información al centesimo mono y que se nos aclare el camino de retorno a lo escencial!
Manolo Bada says
«Cómo algo tan lógico y a la mano puede ser invisible cuando nuestros sentidos no apuntan en la dirección correcta», gracias por el artículo!!!
Santiago says
Gracias Manolo
Martha says
Me parece genial la busqueda por el mejoramiento continuo, y dejar huellas en los chicos es lo mejor y si le sumamos el poder ayudarlos a visualizar su futuro aun más. Deseo encontar la forma de ayudarlos en el proceso de mejoramiento academico de estos jovenes me pueden ayudar.
Santiago says
Gracia Martha
MANUEL ANTONIO SALDAÑA RUBIO says
La escuela del ser, bastante complicado pero no imposible, un cambio gradual de actitud nos ayudará a lograr un aprendizaje del ser.
Buen reto estimados colegas, gracias a las recomendaciones expertas de nuestro amigo Santiago Moll, de Justifica tu respuesta.
FELICITACIONES ESTIMADO SANTIAGO.
Santiago says
Gracias Manuel. Un fuerte abrazo para ti y los tuyos
Pablo ruiz contreras says
Excelente oportunidad de compartir con los demás tus conocimientos, en bien de una buena sociedad y alcanzar a los alumnos nuevos retos y oportunidades de conocer el porque están en este mundo competitivo y hacia donde deben caminar.
Nery Guevara says
Con la construcción del ser, se deja la mecanicidad de la vida, buena reflexión. Gracias por darnos ideas para ser constructores del ser.
Montserrat del Olmo says
¡Qué bonito y qué interesante ayudar a los alumnos a descubrir su vocación! Así debería ser, una escuela dedicada más al ser que al hacer. Por desgracia, las leyes impuestas desde arriba y el sistema educativo en sí deja mucho que desear. La esperanza está en los que deseamos ese cambio. Un saludo.
Sandra Méndez says
Hace años leí El Elemento, que tuvo un gran impacto en mi vida y en la de mi hija menor. Ella fue una niña con dificultades de atención y quinestésica. Gracias a una extraordinaria terapeuta logró superar sus problemas de atención. Sin embargo, el libro me sirvió de guía para canalizar su quinestesia a través de la danza.
Es una extraordinaria bailarina con dotes de actuación, muy apreciada en la academia donde baila. Ha participado en varias presentaciones públicas y en competencias en Nueva York y Las Vegas ganando premios y becas.
Aunque dice que no quiere dedicarse profesionalmente a la danza (cursa 2o semestre de bachillerato), es su pasión. Solo el tiempo dirá. Mientras seguiré eternamente agradecida al amigo que me recomendó el libro de Ken Robinson.
Saludos!
Carlos says
En países como Japón en los primeros grados de educación primaria se trabaja primero la educación del SER. La del HACER se deja para los últimos años cuando ya tienen formación para desempeñar cualquier oficio.
Lo que debe valorarse siempre es el aprendizaje más que el rendimiento académico. Es un craso error hacer énfasis en la calificación (especialmente de los padres cuando exigen calificaciones de apreciación «excelente» o «sobresaliente», cosa que no debe hacerse, es el alumno el que se propone eso). Porque de nada valdría, por ejemplo, obtener un «excelente» en matemática cuando se es incapaz de hacer un cálculo sencillo (para ilustrarlo: no saber resolver una regla de 3).
Lamentablemente, en Venezuela el 99,8% de los profesionales universitarios graduados tienen unas carencias notables (por ejemplo, su ortografía deja mucho que desear) y esto a nivel mundial sería una vergüenza.
Margarita A.Visconti says
Realmente es el planteo que se deben hacer en cada ESCUELA , queremos un numero que haga , o queremos personas donde su ser , se encuentre realizado en su sentir , escuchar y acompañar a los alumnos es de suma importancia, el tiempo pasara volando si se otorga a estas personitas lo que necesitan y lo que desean, encaminarlos como personas ,donde cada uno es ùnico , pero que debe vivir y convivir en comunidad y para lograrlo se necesita estar bien con uno mismo y ello significa descubrir sus capacidades y vocaciòn.
Jaime Esteban says
El mejor de tus artículos, Santiago ¡Gracias por lo que escribes!
Santiago Moll says
Muchas gracias
RAUL BALDERA RIVADENEIRA says
Muchas gracias por estos aportes…