Todos aquellos docentes que trabajamos y convivimos diariamente con adolescentes, somos conscientes de un hecho que para nada pasa desapercibido: la memoria. Nuestros alumnos tienden a ser, por lo general, descuidados y olvidadizos. Para los adultos o docentes es un aspecto que no siempre tenemos en cuenta o, mejor dicho, no siempre gestionamos de la mejor manera. En muchas ocasiones cometemos el error de pensar que el cerebro de un docente es el mismo que de un alumno y no es así. A medida que las personas crecen, también lo hace su cerebro.
En este artículo tengo la intención de dar algunas pautas muy sencillas de cómo podemos gestionar o potenciar la memoria de nuestros alumnos. Vaya por delante que no soy ni mucho menos un experto en la materia. Simplemente pretendo poner de manifiesto algunas prácticas o rutinas muy fáciles de llevar a cabo para que la memoria de nuestros adolescentes pueda optimizarse al máximo.
Imagen extraída de Shuttershock
¿Cómo podemos incentivar la memoria de nuestros alumnos?
Por lo que al cerebro se refiere, nos centraremos en tres regiones:
- Cerebelo: es la parte encargada del equilibrio y de la coordinación motriz, es decir, es la zona encargada de ejecutar todas las actividades voluntarias e involuntarias del cuerpo humano.
- Corteza prefrontal: es la parte que se ocupa de mantener nuestro cuerpo en alerta y regular el comportamiento y la impulsividad. Además regula la inhibición y discierne entre juicios relacionados con el bien y el mal.
- Corteza límbica: es la parte encargada de la memoria, la atención y las emociones.
Junto con estas tres zonas, en el desarrollo del cerebro de un adolescente podemos identificar dos etapas:
- «Florecimiento» -en inglés blossoming– que comprende edades entre 11-14 años y se centra en cinco aspectos: lo moral, lo social, lo cognitivo, lo personal y lo emocional. Al respecto, os recomiendo un interesante artículo de la pedagoga Aránzazu Ibáñez titulado Un modelo de desarrollo positivo adolescente basado en la competencia.
- » Poda» -en inglés pruning– que comprende edades entre 14-25 años. Se trata de un proceso en el que unas neuronas permanecen y otras son eliminadas.
Durante estas etapas se producen cambios significativos en nuestros alumnos que debemos conocer y entender, porque se relacionan directamente con la atención y, por ende, con la memoria.
Es por ello que en este artículo me gustaría referirme a unas pautas de actuación que creo que pueden beneficiar a que nuestros alumnos fortalezcan o consoliden su memoria:
- Rutina. Es fundamental que los docentes seamos capaces de establecer una rutina en nuestra forma de enseñar en el aula. En ocasiones podemos pensar que la rutina es sinónimo de aburrimiento, y creo que no es así. A través de la rutina y la repetición es como nuestros alumnos interiorizarán mecanismos que harán más fácil su proceso enseñanza-aprendizaje. Creo personalmente que la rutina es un gran aliado de la memoria.
- Orden. Otro aspecto muy a tener en cuenta es la importancia del orden. Creo que en una clase es muy significativo ver cómo los alumnos gestionan su propio espacio. Es importante, al respecto, estar muy atento al orden de nuestros alumnos, porque nos puede dar muchas pistas acerca de su forma de ser y de actuar. Con ello no quiero decir que un alumno desordenado sea peor alumno, pero sin duda el orden es un factor que puede mejorar la atención y la concentración, aspectos íntimamente ligados con la memoria.
- Sueño. Aunque pueda parecer una obviedad, las horas de sueño influyen directamente en la memoria de un adolescente. Cada vez hay más alumnos que reducen sus horas de sueño, que debería situarse entre las nueve o nueve horas y media diarias. En muchas ocasiones los docentes observamos cómo afecta la falta de sueño a la memoria y a la capacidad de atención y concentración de nuestros alumnos. En este sentido creo que es importante establecer una comunicación fluida con las familias para que sean ellas las que nos ayuden a que nuestros alumnos duerman las horas pertinentes. En este sentido os recomiendo la lectura del artículo titulado Actividad de tutoría. El horario personal. En este artículo explico cómo podemos detectar y gestionar el horario de nuestros alumnos.
- Emoción. Creo que es innegable la relación que existe entre las emociones y la memoria. A veces tendemos a pensar que las emociones sólo guardan relación con nuestro comportamiento y creo que no es así. Un recuerdo asociado a una información cargada emocionalmente permanece grabado en el cerebro. Seguramente todos estaréis de acuerdo en afirmar que recordamos con mayor facilidad aquellos datos y experiencias que contienen una carga emocional y afectiva. En otros artículos ya me he referido a la distinción entre explicar y enseñar. Pues bien, cuando un docente enseña, en ese procedimiento hay una carga emocional mucho mayor que cuando explicamos. Es por ello que si nos esforzamos a enseñar a partir de una correcta carga emocional, nuestros alumnos tendrán más posibilidades de asimilar aquello que les transmitimos. Para mí no hay educación sin emoción y la emoción es aprendizaje.
- Empatía y simpatía. Muy ligado a la emoción están los términos empatía y simpatía. Mientras que la simpatía es un proceso básicamente emocional, la empatía va mucho más allá, ya que implica la capacidad de ponerse en la piel del otro. Es por ello que debemos potenciar por encima de todo la empatía sobre la simpatía. Porque para la empatía se necesita aprendizaje, mientras que para la simpatía no, al ser mucho más espontánea. Potenciando la empatía, fomentamos la inteligencia emocional y además la atención. Sobre la empatía recomiendo el artículo titulado 5 consejos para aumentar la empatía con tus alumnos.
- Refuerzo positivo incondicional. Ya me he referido en otros artículos a esta expresión. Se basa, principalmente, en premiar de forma activa la participación y el interés del alumno en el aula. Este tipo de refuerzo tiene un valor realmente extraordinario para el alumno, ya que lo valora muy positivamente. Al hacerle un reconocimiento público, incidimos en sus emociones y aumentamos su motivación. Y a mayor emoción y motivación, mayor fijación de la memoria. Además, el refuerzo positivo incondicional fomenta la autoestima y hace que los alumnos ganen en seguridad.
- Anécdota. Para fomentar y trabajar la memoria acerca de los conocimientos que nuestros alumnos van adquiriendo en las sesiones lectivas, recomiendo el uso de la anécdota como un elemento muy válido para la fijación en la memoria de lo que les enseñamos a nuestros alumnos. Me parece que es muy interesante el enseñar a partir de analogías, es decir, cómo a través de una anécdota podré recordar con mayor facilidad aquello que mi profesor me ha enseñado. Además, la anécdota hace que el alumno aumente significativamente el grado de atención. Siempre que el tema me lo permite, me gusta empezar con una anécdota para enseñar posteriormente los conceptos relacionados de forma directa o indirecta con dicha anécdota.
Quisiera acabar este artículo a propósito de una cita que guarda una íntima relación con el concepto que nos ha ocupado en esta entrada: la memoria. Se trata de una cita del filósofo Séneca y reza así:
La buena memoria es el principio de la sabiduría
Deyibeth Rodríguez says
Me parece fundamental en la actualidad tener un acercamiento real con una persona que sepa de pedagogía pero que no sólo sea en teoría sino que vivencia tanto las dificultades como la experiencias positivas que se presentan el aula de clase.
smoll73 says
Muchas gracias por tu comentario. Un saludo
Eva says
La verdad es que me he quedado encantada con los aportes de los diferentes autores por que ayudan a mejorar en nuestro trabajo profesional gracias a justifica tu respuesta.
Santiago says
Muchas gracias. Celebro que los contenidos sean de tu agrado. Un cordial saludo
María Esther says
Muchas gracias Santiago, una vez más tus publicaciones me son de gran ayuda. Mañana, víspera del Día de La Paz, entrego los diplomas al alumnado Mediador que se ha formado en nuestro centro. Hemos realizado un vídeo y finaliza con una cita que me encanta:
Los objetivos básicos de la educación deben ser: Aprender a Aprender, Aprender a Resolver y Aprender a Ser.