Todos aquellos que sois o habéis sido tutores a lo largo de vuestra carrera como docentes, os habréis encontrado durante las entrevistas realizadas con padres que muchos de ellos se encuentran perdidos a la hora de ayudar a sus hijos a realizar las tareas escolares. Muchos de estos padres manifiestan al tutor su preocupación frente a la dificultad de ayudar a sus hijos en las tareas escolares una vez han acabado la jornada escolar.
Imagen extraída de Shutershock.
Ante estos problemas el tutor puede dar esta serie de consejos u orientaciones:
- Saber diferenciar entre los deberes y el estudio. Muchas veces los padres preguntan a sus hijos cuando llegan a casa si tienen deberes para esa tarde y ellos les responden que no. Y en muchos casos es cierto. Los alumnos y los padres comenten el error de identificar los deberes con ejercicios procedimentales como operaciones matemáticas, comprensión lectora, elaboración de esquemas y resúmenes. La pregunta que hacen los padres, por tanto, está mal formulada. No siempre el alumno tiene actividades relacionadas con los procedimientos de las diferentes áreas. Lo que sí es diario es el estudio de lo que se ha trabajado en clase durante la mañana a través de las diferentes asignaturas.
- Pactar lo que se trabajará durante la tarde. Para que la realización de las actividades escolares por la tarde sea efectiva, siempre que se pueda y los padres tengan la oportunidad de estar en casa, deben pactan con sus hijos qué se trabajará durante esa tarde. De esa manera el padre y el alumno comparten la misma información. Resulta muy útil consultar la agenda, pero no siempre hay que fiarse de lo que hay -o lo que no hay- apuntado.
- Pactar el tiempo que se dedicará a la realización de las actividades escolares. Padres e hijos deben pactar un horario razonable para la realización de las tareas escolares. Hay que evitar excederse en el tiempo y dedicarle a estas tareas un tiempo acorde con la carga de trabajo.
- Las actividades escolares las realizan los hijos, no los padres. La carga de trabajo que tienen los hijos debe ser asumida por los propios hijos. Muchas veces los padres se sienten angustiados ya que no poseen los conocimientos necesarios para ayudarles en los estudios. Esto es un error muy común. Por lo general, los hijos están perfectamente capacitados para la realización de las actividades escolares, porque estas ya se han trabajado previamente en clase con la ayuda del profesor. Los padres, puntualmente, pueden ayudar u orientar, pero no deben cometer el error de acompañarles físicamente en su realización.
- Rendir cuenta de las tareas pactadas. Es muy útil que una vez el hijo ha acabado con las tareas de esa tarde enseñe, explique o demuestre lo que se ha trabajado. Por su parte, los padres pueden revisar las tares, hacerles preguntas, darles algunos consejos u orientaciones. Esto supone poco esfuerzo de tiempo y de dedicación y el hijo se siente en el deber de rendir cuentas de su trabajo ante sus padres.
Si se ponen en práctica estas actuaciones veremos que el tiempo de dedicación que se supone que los padres deben invertir en las tareas escolares de sus hijos no excede de los 10-15 minutos. También hay que recordar si se siguen estas directrices los padres no se verán en la presión de saber los conocimientos que son pertinentes a sus hijos y no a ellos.
A modo de recapitulación, estos serían los pasos a seguir: distinguir entre deberes y estudio, acordar previamente las tareas que se realizarán, fijar un tiempo límite de trabajo, dejar al hijo que haga las tareas individualmente, supervisar si se han realizado las tareas escolares pactadas previamente.
Leoncio says
Importante el aporte soy tutor y me tengo deseos de conocer mas aportes para orientar a los padres con respecto a como deben ayudar a sus hijos en los estudios. gracias
smoll73 says
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Gracias de nuevo
Luis Díaz Contreras says
Con respecto al cuarto consejo, le digo que discrepo con Ud:
4.- Las actividades escolares las realizan los hijos, no los padres.
Me supongo que este consejo estará dirigido a Padres de alumnos que no son diagnosticados en lo mas leve. Entonces, ¿Qué pasa con aquellos que sí son diagnosticados, aunque sea muy leve, y que su rendimiento en el aula se ve dificultado por esta situación? y si a eso se le suma el que los padres no tienen los conocimientos necesarios para apoyar a sus hijos, ¿Quién se preocupa de este problema….?
Es muy común de ver en muchos establecimientos que los tutores miden a todos los estudiantes por igual, sin considerar diversidades entre los niños y niñas. La metodologías no se condicen con lo que se hace en clases puesto que utilizan el mismo instrumento de medición a todos por igual. Pienso que sí debería estar involucrado el padre o la madre en las actividades de los chicos al menos en el inicio, no digo con esto que le hagan la tarea en forma completa, pero sí que lo estén supervisando en todo momento y ayudarle en cosas mínimas.
Por otro lado el acompañar a un niño/a en sus deberes ayuda en lo afectivo algo que sí se valora con el tiempo.