Problemática compartida. ¿Te ha pasado alguna vez vivir una experiencia y no saber qué nombre tiene dicha experiencia? Pues bien, el artículo de hoy tiene la intención de reflexionar acerca de una vivencia o experiencia personal que como yo, tú también has vivido en incontables ocasiones. Se trata de una experiencia que no sé si tiene nombre. Yo la he denominado la problemática compartida.
¿Quieres descubrir qué entiendo por problemática compartida? ¿Quieres saber si tú también has pasado por esta experiencia? ¿Quieres descubrir cómo se puede evitar? Si quieres la respuesta a estas tres preguntas, te invito a que sigas leyendo porque al final del artículo necesitaré de tu ayuda y de tu colaboración. Así que no me demoro más y doy paso a enseñarte qué entiendo por la problemática compartida.
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La problemática compartida. Cómo comparten y solucionan las personas sus problemas.
La idea de este artículo es darte a conocer qué entiendo yo por la problemática compartida. Debo reconocer que se trata de una expresión que no sé muy bien cómo explicar y si tiene o no solución. Es por ello que he creído conveniente ponerte ejemplos de la vida cotidiana para ilustrar qué entiendo yo por problemática compartida.
10 Ejemplos de lo que entiendo yo por problemática compartida.
Imagina que tienes a una persona delante. Esta persona puede ser un familiar, un amigo o alguien de tu centro educativo. A esta persona que tienes delante le dices:
1. Creo que la nevera se ha estropeado.
2. Me parece que que se ha acabado la leche.
3. Internet no funciona.
4. El proyector del aula falla constantemente.
5. Creo que no me he hecho daño en un pie.
6. El garaje está hecho un desastre.
7. Hace días que este interruptor falla.
8. Estoy harto de oír cómo gotea el grifo del baño.
9. Aún está pendiente de pago la factura del electricista.
10. Me queda por hacer una llamada a los padres de mi alumno Juan.
Creo que con estos 10 ejemplos te puedes hacer una idea de lo que entiendo por la problemática compartida. Si te fijas en los enunciados de estas 10 situaciones de la vida cotidiana, todos se caracterizan por presentar algún tipo de problemática, bien doméstica, bien personal, bien profesional.
Todas las problemáticas que te he presentado en estos 10 ejemplos parten del mismo patrón:
se enuncia el problema, pero no se ofrece ninguna solución
¿Qué quiere decir esto? Pues significa que el problema se comparte con la persona que tienes delante, pero en ningún cado se plantea una posible solución.
¿Cómo responden las personas ante el enunciado de una problemática compartida?
Vamos a olvidarnos por un momento de nosotros para centrarnos en la persona que recibe la problemática compartida. ¿Cómo reacciona? Aquí van algunas reacciones propias que tienen lugar con este tipo de enunciados:
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Asentir de palabra o con la cabeza.
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Ejemplo: Ya.
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Dar fe de la existencia de la problemática compartida.
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Es verdad. Tienes razón.
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Interesarse por el problema sin aportar ninguna solución.
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¿De verdad que…?
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Parafrasear la problemática, pero sin tener intención de solucionar la problemática.
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Entonces me dices que…
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Desentenderse por completo del problema.
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¡Pues vaya!
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Devolver la problemática con otra pregunta que no da ninguna solución.
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¿Y qué crees que…?
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Plantear una solución usando el plural:
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¿Y qué deberíamos hacer para…?
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¿Cuál es el inconveniente de la problemática compartida?
No sé si tengo una respuesta a dicha pregunta, pero por mi propia experiencia me he dado cuenta de que la problemática compartida sólo sirve para eso, para compartir el problema. Pero,
¿de qué sirve un problema sino se es capaz de solucionarlo?
En ocasiones se comete el error de querer que sea el otro el que solucione una adversidad. Lo malo es que se plantea de una forma indirecta y la responsabilidad, que se traslada a la otra persona, se diluye en ese mismo enunciado. Rara vez sucede que con enunciados como los 10 ejemplos que te he planteado sobre la problemática compartida, se pueda llegar a una solución satisfactoria.
¿Cómo se puede resolver la problemática compartida?
No estoy muy seguro de si tengo una respuesta satisfactoria a esta pregunta. Lo que sí tengo claro es que la formulación de enunciados a los que he denominado como problemática compartida no son satisfactorios para mí por la sencilla razón de que no parten de una solución, sino exclusivamente del enunciado de un problema.
Personalmente creo que hay que pasar del “ES QUE...” al “PODRÍA…”
¿Qué significa esto?
Pues muy sencillo. Hay dos maneras de afrontar un inconveniente:
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Desde el problema: Es que se ha estropeado la nevera.
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Desde la solución: Podría llamar esta mañana al técnico para que viniera a arreglar la nevera.
Si te fijas ambos enunciados, la diferencia que hay entre ellos es realmente significativa. Abordando el problema sólo desde el problema no hay ningún avance y la nevera seguirá estropeada. Por el contrario, si se aborda el problema desde la solución, se ve claramente cómo el enunciado parte de una posible solución al propio problema.
El “PODRÍA” como solución a la problemática compartida. ¿Qué papel juega la persona que se tiene delante?
Si te has fijado bien en el enunciado de la frase que empieza por PODRÍA, te habrás dado cuenta de que no sólo se planta una posible solución al problema, sino que dicho problema no necesita de la otra persona, sino que la solución parte de ti, es decir, tú conoces el problema y la solución pasa por ti, sin necesidad de compartir ese problema con la otra perdona.
Otra manera de resolver la problemática compartida.
Si te has fijado bien, muchos de los problemas tienen la ventaja de que pueden solucionarse por uno mismo. ¿De qué sirve enunciar un problema si sabemos que ese problema no podrá resolverlo la persona que tienes delante? ¿Por qué hacer partícipe de ese problema a esa otra persona?
Sé que no todos estaréis de acuerdo con este planteamiento, pero hay personas que hacen un abuso de lo que entiendo por la problemática compartida. Creo que este tipo de personas tienen en ocasiones un perfil tóxico, ya que esperan que los demás les resuelvan aquello que podrían solucionar por sí mismos. Si quieres saber más sobre qué entiendo por un docente tóxico te invito a leer el artículo en este enlace.
Aún así, si se quiere que la otra persona participe de un problema, creo que el punto de partida está en replantear el enunciado de ese problema y afrontarlo desde la solución. Puede ser que la persona que tienes delante sea mucho más competente que tú para resolver ese problema, pero es una opción de la que hay que hacer un buen uso y no un abuso. Aquí va un ejemplo:
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¿Puedes llamar tú al técnico de la nevera? Como le conoces mucho mejor que yo seguro que puedes convencerle para que venga lo más pronto posible. ¿Te parece bien?
Si te fijas en el planteamiento del ejemplo, observarás que eres tú mismo el que planteas una solución y delegas el problema porque la otra perdona tiene una situación de ventaja de la que tú no gozas. En el propio enunciado está planteada una solución.
La problemática compartida. A modo de conclusión.
¡Cuánto me apetecía escribir sobre el concepto del la problemática compartida! Sé que se trata de un artículo que parte de una inquietud personal, pero creo que de una forma directa o indirecta habrá hecho que te sientas identificado con él. La vida es una suma de problemáticas. En tu mano está la manera de resolver estas problemáticas. Y digo
resolver, no plantear
¿Qué opinas sobre la problemática compartida? ¿Me ayudas con tu opinión?
Ahora que has leído acerca de la problemática compartida, ¿cuál es tu opinión al respecto? ¿Sabes si tiene otro nombre? ¿Cómo la vives en tu día a día? Me encantaría que pudieras aportar tu punto de vista al respecto. Para ello tan sólo tienes que dejar un comentario que, por otra parte, no hará más que enriquecer y completar el propio artículo. Yo, como siempre, cuento contigo.
Gracias por estar ahí.
Gloria says
Opinio con respecto al tema propuesto que la palabra y solución a ello es la «proactividad» , cito lo siguiente «Ser proactiva/o está basado en la necesidad de elegir nuestra reacción frente a cualquier situación, según nuestros principios y valores. Somos responsables de lo que somos ahora, y los únicos que podemos elegir cambiar. Por eso no hay que decir “tengo que hacerlo”, sino “yo elijo”. “Sólo nosotros mismos tenemos la iniciativa y responsabilidad de hacer que las cosas sucedan”.
Pilar says
¡Cuántas veces escucho yo esas frases!. En el cole, en casa…creo q las personas q hacen ese tipo de afirmaciones son personas muy cómodas, poco resolutivas, scostumbradas a q los demás les resuelvan sus problemas.De todas formas creo q también tenemos q cambiar de actitud los q las escuchamos y no responder con una solución, por el contrario debemos oftecerles a esas personas opciones para tesoverlas y q se vayan acostumbrando a resplverlas por si solos. Un saludo Santiago y descansa q estamos en tiempo dd descanso y tu cabeciña no para. Una vez más muchas gracias por tus artículos
Mayra Cruz says
Al igual le daría ese mismo nombre, tomando en cuenta que hay personas que siempre tienen una problemática que contar. Y aunque tengan una solución quieren que sea otro quién cargue con la culpa de sí le va mal, no sentirse culpable, si no culpar a otro.
Gloria Bermudez says
El problema compartido se vive también en los establecimientos educativos de Colombia, pensaría que se dejan las situaciones por resolver a otros por la falta de «vocación, compromiso y sentido de pertenencia», en mi entorno educativo existen docentes que son expertos en no valorar el trabajo de los otros y cuando se presenta una propuesta, se esfuerzan por desbaratar o desfigurar las buenas ideas e intenciones. Realmente es un gran problema contar con compañeros de trabajo, con los que es muy difícil hacer «equipo de trabajo». De verdad que desmotiva y se puede contagiar. Me sirvió el articulo para auto evaluar mi quehacer docente. Gracias
MANUEL ANTONIO SALDAÑA RUBIO says
Me parece que el tema vivencial, muy interesante por cierto, en las diversas situaciones problemáticas que se presenten, siempre se intentará buscarle una solución, la misma que está dentro de nosotros, no dentro de los demás, en todo caso en una segunda instancia, tal vez nos ayuden a solucionarlos los otros.
La problemática compartida, en verdad, no debería ser compartida, al contrario, pienso que debemos tener la capacidad suficiente y necesaria para sin compartirla, buscarle soluciones y no solamente una sino más de una solución.
Gracias estimado Santiago Moll.
Pepa Concepción says
Interesante como siempre esta aportación tuya. Yo lo veo como una falta de madurez para resolver las situaciones por uno mismo. Comodidad tambien. Y pasar los problemas a los demás.
Se da con mucha frecuencia. Y deberíamos preguntar a quien se comporta asi ¿Que piensas hacer?
Maite Carreras Victory says
A veces también nos encontramos con personas a quienes aunque se les plantee una problemática, que en principio es compartida, no la sienten como suya por más que sea un asunto común y siempre esperan a que sea otro u otra quien resuelva.
Creo que aprender a expresar las necesidades o los problemas es la clave tal y como propone Santi.
Gracias =)
Oscar says
Esta situación tiene que ver directamente con lo que en Sicología se conoce como el Locus de control, que está referido a la forma en que asumes la responsabilidad de tus actos y las consecuencias del mismo. Este Locus es de dos tipos. el Locus de control interno en el que asumes plenamente tu responsabilidad frente a la situación problemática y el Locus de control externo ( que es el más usado y sirve para justificar tu comportamiento) en el que expresas que lo que sucede está fuera de tu control y es producto de causas de tu entorno. La misma educación, la familia y la sociedad en su conjunto propicia este comportamiento cuando para evitar la sanción estimula buscar justificaciones y culpas ajenas. El niño que jugando en el patio del colegio rompe una luna y se acerca al profesor a decirle que lo hizo él ( asumir el control interno), es llevado al Director, llaman a sus padres y encima lo castigan o suspenden ( consecuencia social), ese niño no volverá a decir la verdad( asume Locus de control externo), buscará una justificación «fue un niño que pasaba corriendo y no lo vi bien» ( respuesta justificada) y eso se convierte en un hábito que lo lleva toda su vida y en el que se convencerá con el tiempo que él no controla su vida sino que son los eventos externos los que la dirigen y controlan. Creo que se debería llamar «la problemática auto-responsable».
Vicente Orza says
Creo que el nombre esta muy bien, y si me identifique muchisimo con el tema desde las dos visiones desde el que escucha la problemática como el que la enuncia, pues bien coincido con que el ser humano debe ser proactivo y estar dispuesto a asumir y resolver situaciones como las que describes en cualquier momento y lugar, me parece que como expones debemos cambiar el como se enuncia el problema a manera de que no solo comuniquemos el problema sino que al hacerlo aportemos una posible solución, y los que escuchen si bien esa solución les brindara un bienestar apoyar para que se logre la solución.
David says
Cierto, en el grupo de trabajo es muy difícil encontrar participación ante el sinnúmero de problemas que se pueden abordar como equipo de docentes. No obstante tengo un equipo de trabajo en el hogar, con mis hijos, planteamos la problemática, regularmente en la hora de comida, y por lo común se presentan varias soluciones y se determina cuál es la mejor opción para abordar el problema. Planteamos día, hora, forma y quiénes lo harán, los demás están pendientes por si se presentan inconvenientes.
VIOLETA RICO ORTIZ says
Para poder compartir una problemática es que este problema, pueda afectar a las dos partes y que ambas busquen solución o en su defecto la parte que tenga el problema tenga la capacidad de hacer del otro que se interese en la solución del problema. mientras no suceda esto la problemática aunque se trate de compartir no tendrá solución que es lo que se está buscando. La educación es uno de los grandes problemas a nivel mundial, cada maestro desde su centro de trabajo trata de solucionar los problemas de aprendizaje de los alumnos pero si los gobiernos no se interesan en buscar soluciones efectivas, no soluciones que disminuyan el contenido curricular de los programas sino buscar una solución de como crear estrategias para que esos conocimientos lleguen a los alumnos e incrementen su nivel intelectual, la problemática no está siendo compartida, se debe de tratar de sumar soluciones no restar conocimientos.
Patricia Mercedes says
Considero que cuando uno desea que le colaboren a solucionar una problemática debe explicitar al interlocutor que desea su aporte al tema en cuestión, esto permite una mejor y efectiva comunicación y por tanto la resolución mas pertinente.
Santiago says
Gracias Patricia
Edith says
Me parece muy importante sus artículos, ellos me han ayudado a enriquecer mi formación como persona profesional.Los he llamado alimento que enriquece la vida de un profesional.
Si, en nuestro diario vivir solo se escucha problemas, sabiendo que éstos son asuntos que implican algún tipo de inconveniente o trastorno y que exigen una solución. Cuando aparecen, éstos aparentemente son obstáculos para alcanzar un objetivo ; es por esto que en nuestra misión como maestros está en ayudar a construir en nuestros educandos expresiones correctas que los conlleven a dar soluciones a la problemática detectada. cito la frase que siempre suelo decirle a mis estudiantes «a mí no me den problemas, denme soluciones».
Estoy de acuerdo con su titulo.
Pilar says
Hola Santiago y cía.
Qué bien poder darnos cuenta de estas situaciones.
Sí. Yo las he vivido mucho. He escuchado muchas veces estas problemáticas compartidas.
Pienso que deberíamos dar paso a querer hallar una solución nosotros mismos y bueno… si en un momento dado no la tuviésemos, siempre se puede pedir consejo o ayuda, claro.
¿Qué opinas, Santiago? Gracias y saludos.