A lo largo de nuestra vida son pocas las personas que nos han dejado una huella imborrable. Si volvemos la vista atrás y nos ponemos a pensar qué personas han mejorado o han transformado e incluso inspirado nuestras vidas, nos damos cuenta de que en muchas ocasiones se pueden contar con los dedos de una mano. Pero entre estos dedos estoy seguro que muchos de nosotros tenemos a algunos de los docentes que nos han impartido clases en nuestra infancia, juventud, adolescencia e incluso en nuestra vida adulta. Son profesores que nos han llegado muy adentro y a los que nos gusta recordar porque nos han hecho o nos han ayudado a ser lo que somos.
En este sentido el artículo de hoy quiere mostrados algunos de los aspectos que a mi modo de ver resultan imprescindibles si queremos formar parte de ese selecto grupo de personas que han transformado una vida.
Imagen extraída de Shuttershock
¿Por qué 19+1 razones te recordarán tus alumnos?
1. Por tu vocación. Siempre he defendido la idea de que la docencia es una profesión claramente vocacional. Los docentes vocacionales son aquellos que no viven sólo de su trabajo, sino que hacen de su trabajo una parte esencial de sus vidas, porque viven la profesión día a día, sesión a sesión.
2. Por tu dedicación. Ser docente exige una enorme dedicación. Aquellos que entendemos la docencia como un modo de vida, somos conscientes de que nuestro oficio no acaba con las sesiones lectivas. Todo lo contrario. Muchas son las horas que pasamos en nuestras casas y en nuestros centros intentando ser mejores docentes, reinvéntandonos y formándonos constantemente.
3. Por tu proximidad. Para mí la cercanía de un docente con sus alumnos es un factor fundamental a la hora de dejar nuestra huella en esta profesión. Y reconozco que no es algo fácil. En mi caso creo que debemos ser personas cercanas y accesibles y hacer ver a nuestros alumnos que les acompañamos en su proceso de enseñanza-aprendizaje.
4. Por tu empatía. No hay profesor que deje huella en sus alumnos que nos sea empático. Tener la capacidad de ponerse en la piel del otro es una cualidad que desde siempre he valorado enormemente en esta profesión. De hecho, ser empático tiene mucho que ver con ser cercano y accesible. Sobre la empatía os recomiendo la lectura del artículo 5 consejos para aumentar la empatía de tus alumnos.
5. Por saber escuchar. Los profesores que no se olvidan son aquellos que no oyen, sino que escuchan. El buen docente es aquel que en lugar de oír a sus alumnos es capaz de escucharlos, y de escucharlos de forma activa, mirando al alumno a los ojos, dejando lo que estaba haciendo para centrarse en ese alumno, asintiendo con la cabeza para demostrarle que lo que ese alumno le está diciendo a nosotros nos importa tanto como a él.
6. Por ser resilente. Es inevitable que a lo largo de nuestra trayectoria como docentes nos hayamos topado en algún momento con algún hecho que ha afectado negativamente a un alumno o a un grupo. La enfermedad, la marcha de un compañero, la pérdida de algún amigo, la muerte de un familiar… Son momentos en los que los docentes debemos mostrar más que nunca nuestra capacidad de ser residentes, de mostrar nuestra capacidad de poder superar entre todos los momentos difíciles, hacerles frente y hacerlo con la mayor honestidad posible. El buen docente hace de estas circunstancias una gran oportunidad para enseñar a sus alumnos lo que la vida les deparará fuera de las paredes de un aula.
7. Por dar ejemplo. En muchas ocasiones no somos conscientes de la influencia que ejercemos en nuestros alumnos. Son muchos los momentos que pasamos con ellos. Es por ello que debemos tener muy en cuenta en todo momento que nuestra forma de ser, de vestir, de ver el mundo, de comportarnos debe ser en todo momento ejemplar, porque de nuestros actos se nutrirán muchos de nuestros alumnos en un futuro.
8. Por ser amable. Siempre he tenido claro que nunca hay que enseñar desde el miedo, sino desde el respeto y la amabilidad. Muchas veces enfocamos de una forma errónea lo que se enciende por respeto. El respeto se puede enseñar de muchas formas, y la más efectiva se centra en cómo tratamos nosotros a nuestros alumnos. Si enseñamos desde el miedo, no nos ganaremos su respeto, sino su miedo. Por el contrario, si somos capaces de enseñar desde la cortesía y la amabilidad, les daremos a conocer una pauta de actuación que les servirá también fuera de su centro escolar.
9. Por ser divertido. Siempre les digo a mis alumnos que nunca hay que reírse de, sino reírse con. Siempre he defendido la risa y la diversión como un arma tremendamente efectiva a la hora de enseñar. La diversión en el aula, el saber reírse con, es una forma de rebajar la tensión en el aula, de realizar una transición entre una actividad y otra, de crear un clima de trabajo distendido, de conocernos mejor entre todos. Se puede y se debe enseñar divirtiendo.
10. Por enseñar a aprender. Cada vez tengo más claro que los docentes estamos en las aulas no para enseñar, sino para que nuestros alumnos aprendan a aprender. Fomentando el trabajo cooperativo lo que haremos es sustituir la clase magistral en la que sólo el docente enseña, por una clase cooperativa, en la que todos aprendemos de todos, empezando por nosotros mismos.
11. Por ser creativo. Think different fue el eslogan que la compañía Apple lanzó en 1977. Es un eslogan que me gusta tener presente en mis clases, porque simple he defendido la idea de que siendo creativos, podremos enseñar a nuestros alumnos a ser diferentes a ser especiales a ser ciudadanos excepcionales. Aquí teneís una versión reducida de lo que nos querían transmitir con su mensaje el eslogan de la marca Apple:
«Por los locos. Los marginados. Los rebeldes. Los problemáticos. Los inadaptados. Los que ven las cosas de una manera distinta. A los que no les gustan las reglas. Y a los que no respetan el “status quo”. Puedes citarlos, discrepar de ellos, ensalzarlos o vilipendiarlos. Pero lo que no puedes hacer es ignorarlos… Porque ellos cambian las cosas, empujan hacia adelante la raza humana y, aunque algunos puedan considerarlos locos, nosotros vemos en ellos a genios. Porque las personas que están lo bastante locas como para creer que pueden cambiar el mundo, son las que lo logran.»
12. Por saber adaptarse. Los docentes vamos superando curso académico tras curso académico. Vamos haciéndonos mayores, pero nuestros alumnos siempre tienen la misma edad. Es por ello que resulta fundamental que con el paso de los años tengamos la capacidad de adaptarnos a los que nos pide la sociedad, porque esta adaptación nos permitirá entender y conectar mucho mejor con nuestros alumnos.
13. Por ser coherente. Todos sabemos el sentido de la justicia que tienen nuestros alumnos. Pues bien, este sentido de la justicia también debe aplicarse a nuestro día a día en las aulas. Creo que no hay mejor forma de ganarse el respeto de nuestro alumnos que no sea siendo coherentes con lo que somos y lo que transmitimos.
14. Por saber integrar. No existe una Educación que no pase por la defensa de una Educación Inclusiva. Y no hay docente que sea capaz de dejar huella que no sea sensible a la defensa de una Escuela en la que todos los alumnos, sin excepciones, tienen cabida. Porque incluso de ellos nosotros tenemos mucho que aprender.
15. Por saber inspirar. Si enseñamos a aprender, entonces seremos capaces de inspirar. Y si somos capaces de inspirar, será entonces y sólo entonces cuando dejemos una huella imborrable en nuestros alumnos.
16. Por no rendirse. Muchos son los días que no nos planteemos por qué hemos elegido esta profesión. El desgaste físico y emocional es enorme y nos hace plantearnos si hemos elegido correctamente. Yo os digo que dudar de nuestra profesión es un aspecto enormemente positivo, porque la duda al final nos hace más fuertes y nos da la convicción deque somos una pieza clave para cualquier pueblo, para cualquier sociedad.
17. Por motivar. Hay una expresión que me gusta mucho aplicar en mis sesiones lectivas y es la del refuerzo positivo incondicional. Creo que motivar a nuestros alumnos pasa por explotar al máximo sus capacidades. por transmitirles seguridad, por hacerles creer ni que sea por un instante que ese es su momento, que son especiales. Dad a vuestros alumnos gratitud y os la devolverán por duplicado.
18. Por recordar. No hay buen profesor que se preste que no tenga buena memoria. Recordar los pequeños detalles, las anécdotas, las confidencias que nos han transmitido nuestros alumnos tiene un enorme valor para ellos y debemos ser capaces de aprovecharlo para calar en sus corazones.
19. Por orientar. Este apartado va dirigido especialmente a los tutores que con su esfuerzo y dedicación se entregan a sus tutorandos. La acción tutorial es un elemento clave a la hora de mostrar lo mejor de nosotros, de demostrar lo mucho que nos importan nuestros alumnos. La tutoría se ha convertido en una oportunidad excelente de tender puentes entre la Escuela y la Familia y los tutores somos la pieza clave para que en este puente los alumnos puedan caminar desde la ayuda y la confianza.
20- Por..
He querido dejar esta última cualidad para que seas tú esta vez que decidas qué crees que hace que un profesor deje huella en sus alumnos. No dudes de que estaré encantado de escucharte.
Espero que este artículo os haya sido de utilidad.
juana says
20- Por tener las 19 anteriores presentes en todo momento a lo largo de nuestra carrera.
smoll73 says
Gracias Juana. La verdad es que se trata de todo un reto. ;))
Élodie says
Gracias Santiago por el artículo pero, quisiera decir que has enfocado en los aspectos positivos, en las cualidades propias del buen profesor. Si partimos del título, «19 + 1 razones por las que te recordarán tus alumnos», diría que nunca se olvida a un profesor que es nos calificó injustamente o que nos castigó exageradamente.
Pau says
Muy interesante. Gracias por tus reflexiones
smoll73 says
A ti Pau por interactuar con el blog . Un saludo.
Antonio says
20.- Por tener conciencia plena de la importancia de nuestro trabajo.
smoll73 says
Sin duda Antonio. Gracias por tu aportación
Jordi Rodon says
Por no ser heroes y mostrar también nuestras debilidades.
Miriam says
Porque no solo somos nosotros los que les enseñamos,sino que también aprendemos de ellos y nos dan motivos para seguir amando esta profesión.Para mí son todos especiales con sus defectos y virtudes, y aunque pase el tiempo,los recuerdo a todos con mucho cariño.Y despues de varios años,he tenido la suerte de comprobar que ese sentimiento es recíproco.
smoll73 says
Gracias Miriam. Si hay algo que tengo claro es que quien enseña aprende dos veces. Gracias por interactuar con el blog. Un saludo.
Majo says
…y por ese beso y ese abrazo que muchas veces piden, sin pedir.
Sol says
Por amar de todo corazón a todas y cada una de las personas que Dios pone en nuestro camino, en especial a nuestros alumnos.
Katherine says
Por ser receptivos. Dispuestos a escuchar sus consultas, preguntas y sus historias familiares o de juegos.
Hada says
20- Por sonreír cada día y hacerles ver que cualquier día es bueno para ello.
smoll73 says
Sin duda Hada. Gracias por tu aportación
Alicia says
Totalmente de acuerdo. :-).
Nicolás says
20- Por creer en ellos. Decirles que uno tiene fé en que él/ella va a entender un tema, o en que van a hacer grandes cosas en la vida, es muy importante.
Soy instructor en escuelas de aviación y usalmente les digo esto uno por uno… en el hall, en el salón. Muchas veces se me acercan y me dicen: «¿Profe, de verdad cree que soy bueno con este tema?» o «profe, yo no entiendo mucho, pero ¿de verdad cree que lo voy a poder manejar más adelante?»
Creer en ellos, y hacérlos saber, siempre tiene buenos resultados.
Gracias por la página. He aprendido mucho leyéndola.
smoll73 says
Sin duda Nicolás. Es lo que yo llamo refuerzo positivo incondicional. Gracias por tu aportación
Damian says
en 3 palabras: comunicar altas expectativas. la fe mueve montañas y el aprendizaje de los chicos.
smoll73 says
Gracias por tu aportación, Damián
Isabel says
de acuerdo con Nicolás: por creer en ellos y hacerselo saber.
y por ayudarles a descubrir que del error se aprende
otra vez gracias por tus artículos. Un saludo
Héctor says
Porque merece la pena el esfuerzo y la dedicación, porque ellos merecen eso y más.
smoll73 says
Gracias por tu comentario Héctor
Adán Pérez says
20 – Por cambiar el enfoque: por cambiar el enfoque de una materia, por convertir una clase en algo totalmente diferente que nos ilusione, que nos motive a hacer ver al alumno la materia como una actividad, quitémosle peso a la dificultad para que cualquier alumno se vea capacitado para hacer cualquier ejercicio que nosotros propongamos, dejemos que el alumno aprenda a llevar una bicicleta creyendo que aún sigue con sus dos ruedecitas, cuando sea consciente que lo hacía sin ellas será todo un ciclista, porque es el miedo al fracaso lo que limita a la gran mayoría de genios que en el futuro y como nosotros serán capaces de cambiar el mundo.
smoll73 says
Muy buena aportación. Muchísimas gracias
Nautila says
Por recordarles que duden siempre «hasta de lo que os estoy diciendo»…
mamadocente says
20. Por hacerles sentir importantes.
Me encantan tus artículos. Enhorabuena
smoll73 says
Totalmente de acuerdo 😉
Pia says
Porque la Vocación no se improvisa…y nuestros estudiantes lo notan! Gracias por tus aportes a nuestra linda labor….tocar corazones.
smoll73 says
A ti por leerme Pía. Un saludo
Francisco Javier Velásquez says
Por ser lúdico convirtiendo la escuela en un espacio para el juego.
smoll73 says
Homo ludens. Sin duda! ;))
Luis says
Porque si haces lo que te gusta lo diafrutas el doble y esto se refleja en el trabajo que haces con ellos.
smoll73 says
Gracias Luis 😉
Paki says
Por rostros de felicidad: los suyos y los nuestros.
Gracias por recordarnos, a los que disfrutamos con nuestro trabajo, que aún podemos hacerlo mejor.
smoll73 says
Un placer Paki ;))
Angela says
Por no aburrirlos. Creo que a veces nos volvemos monótonos. Es importante ser capaz de darse cuenta de cuándo pasa eso y dar un giro a la clase. En general se sorprenden y vuelves a captar la atención
Enhorabuena por tu blog. Te sigo a través de Google+
smoll73 says
Muchas gracias Ángela. Nos leemos entonces 😉
Rosendo Arenas says
Pon a prueba tu inclinación natural de servicio. Pese a contar con ella de forma innata es una capacidad que debes decidir ejercitar. Por ejemplo, un maestro debes ejercer su la bor interesándose por los alumnos entanto que personas: atendiendo a sus circunstancias de vida, sus deseos, sus dificultades…. Sin una toma de desición clara en este sentido, no podrá experimentar los efectos beneficiosos de esa poderosa facultad que posee.
briceida says
Porque cada año la familia de un maestro crece, y adoptamos como nuestros a esas niñas y niños que comparyen nuestro dia a dia
briceida says
Comparten*
yesenia says
Por ser quien eres, sin Caretas, sin falsas posees =)
smoll73 says
Gracias Yesenia
lupita says
20.- por q se da la vida en las aulas y si dejas alguna huella en 3alumnos por lo menos estamos en el camino ( no soy docente de profesion , soy de vocación)
smoll73 says
Gracias Lupita 😉
LEONEL ARVEY PADILLA GOMEZ says
Sostengo que un docente debe tener LA CAPACIDAD DE IMPROVISAR RESPONSABLEMENTE..me explico: mucha veces lo que preparamos no nos sale tal como lo teníamos planeado, por x o y circunstancia…Eso no puede tirarme al traste la actividad académica correspondiente: debo tener un plan B: improvisar responsablemente signifca desarrollar inmediatamente una actividad que aborde el mismo tema o uno afín. Nunca debo quedarme con el sentimiento de frustraccion.Debo hacer algo inmediato, pero con método, con alegría, con responsabilidad, con didactica, con un objetivo claro…
smoll73 says
Gracias por tu aportación Leonel. Un saludo
Adriana Gándara Cardiel says
Por imprimir el aspecto lúdico en mis secuencias didácticas, creando ambientes atractivos, jugando aprendemos y nos divertimos, a la vez que vamos descubriendo nuevas facetas de nuestras personalidades, hacemos de nuestros días algo maravilloso, nos conocemos mejor e ideamos estrategias para ayudarnos a superar desafíos: cognitivos, emocionales, descubrimos talentos, en fin…también recordaré a cada uno de mis alumnos.
Isaac Expósito Fernández says
Por que cuando en los años sucesivos te los encuentras por la calle sigues llamándolos por sus nombres.
Mil gracias por verbalizar el tipo o método de trabajo que a muchos-as docentes nos gusta aplicar.
smoll73 says
Gracias Isaac. Totalmente de acuerdo
Silvia says
Porque el tiempo que son mis alumnos, los adopto como si fueran un poco mis hijos, y los quiero con sus virtudes y sus defectos.
smoll73 says
Gracias Silvia. No puedo estar más de acuerdo contigo. Un cordial saludo 😉
quaedam says
20- por ser revolucionario: al luchar porque aprendan algo estamos luchando por su libertad, si una persona aprende muchas cosas tiene la libertad de elegir y de tomar decisiones.
Dámaso says
Actualmente trabajo con alumnos adultos, y ellos siempre manifiestan estas cualidades al terminar cada curso. Y siempre destacan que el Relator (en este caso yo), «tiene paciencia para escuchar y responder nuestras consultas»… Tal como comenta Angela, a veces nos volvemos monótonos, y …cambiar de actitud es lo que vale! Gracias por poder compartir esto a través de este medio.
smoll73 says
Gracias por tu comentario Dámaso 😉
ROG says
Por enseñarles a asumir el error como algo de lo que se aprende y animarles a intentarlo siempre sin miedo a equivocarse. Lógicamente sí nosotros cometemos un error, lo asumimos rápidamente y corregimos con naturalidad.
Sandra says
Por ponernos en su lugar, en las penas y en las alegrías… Excelente artículo!!! Gracias!!!
smoll73 says
Muy acertado comentario. Un cordial saludo 😉
Gabby says
Por amarlos….a todos por igual!!!
smoll73 says
Gracias Gaby
Marta says
Por no tener precisamente como objetivo que nos recuerden. Nuestra gloria no es el reconocimiento de nuestros chicos, sino ver sus cambios, su crecimiento. Ponemos semillas que cuidamos cada día pero rara vez llegamos a ver el fruto. Existe mayor gratuidad y generosidad? Que afortunada e inmensamente «rica» me siento al poder dedicarme a esta labor tan preciosa…
smoll73 says
Gracias por tu comentario y sinceridad Marta.
Elena usma says
Por tener ese toque de «Conexión humana» con los estudiantes…..y no creerse dueño del conocimiento.
smoll73 says
Así es. Gracias Elena 😉
Gely Melo says
Por involucrarnos en las actividades y disfrutarlas con ellos. Soy educadora desde hace 26 años y mis alumnos son felices cuando me ruedo con ellos en el césped, o cuando me arrastran con un costal, ni que decir si logran bañarme en la recreación acuática!! Ellos me sienten parte del grupo y yo me divierto como niña
smoll73 says
Sin duda Gely. Comparto plenamente tu opinión 😉
jaime says
es muy ideal …la realidad es otro cantar !!! hay q ser realista y adaptarse a cualquier situacion donde nos desenvolvemos
smoll73 says
Gracias Jorge por tu aportación
Claudia says
Por saber reconocer los errores propios y demostrar abiertamente que no lo sabemos todo y no tenemos por qué saberlo todo. En este sentido, cuando además comunicamos que en la clase por algún alumno hemos aprendido algo la clase de vuelve un semillero; ellos crecen enormemente y además nosotros nos engrandecemos.
Eduardo says
De acuerdo al cien por cien, díficil pero no imposible, cansado pero no agotador, gratificante siempre…se ve que es un buen profesor
La Seño Sara says
Por hacernos sentir grandes e importantes y sobre todo por la capacidad de emocionarnos con todos sus momentos.
Danilo Torres says
Por creer en ellos, en que son capaces de cumplir sus sueños y lograr metas.
andrea reyes says
por querer entregar todo lo que tengo
Francisco says
Por exigir… es decir, por moverlos hacia capacidades que no sabían que tenían. Por hacer de ellos alguien mejor y que ellos lo sepan.
Emma says
Por hCerles saber que trabajar con ellos y ellas nos hace felices. Yo lo soy en el trabajo desde hace 25 años. La única vez e mi vida que tuve una «casidepresión» lloraba pir las esquinas… Menos cuando e traba en clase. 🙂
Melchor López Hernández says
20. Por publicar sus escritos en medios impresos.
MARIA ISABEL PEREDA ALTAMIRANO says
gracias por estar siempre animándonos a querer nuestra profesión
MARIA ISABEL PEREDA ALTAMIRANO says
GRACIAS POR LA INFORMACIÓN QUE NOS HACES LLEGAR, INTERESANTES, ÚTILES PARA NUESTRA LABOR. SIGUWE COMPARTIENDO CON NOSOTROS.
Santiago says
Un placer María
Maria del Pilar Suarez says
MARAVILLOSOS CONSEJOS, siempre deseamos ver caritas felices en nuestros niños y como dices, DEJAR HUELLA…
Carlos Augusto says
20. Por entender que la vocación no es algo humano, es un llamado divino y que en los planes de Dios está el que nosotros, como docentes, le demos a cada uno de nuestros alumnos un fragmento de felicidad, un pedazo de Sabiduría y un trozo de paraíso. Si somos docentes no es por voluntad propia, es por decisión de Dios, ya que, de verdad, ¡no cualquiera vive esta vocación!
Santiago says
Muchas gracias Carlos por tan sentida respuesta
Reny says
Gracias por hacernos reflexionar en el privilegio y gran responsabilidad que tenemos como formadores de vidas.
Santiago says
Gracias a ti Reny. Un saludo
Margarita Vallejo M. says
Por ser HUMANO y descender del trono en el que la cultura lo situó con el falso argumento de «ser poseedor del conocimiento». Somos sencillamente una figura adulta de referencia privilegiados todavía por contar con la confianza de nuestros estudiantes.
Reinaldo Morel says
Por innovar cada día, buscando nuevos y mejores métodos para lograr lo que queremos, de manera que nuestros estudiantes puedan adquirir el conocimiento científico pero ademas la formación en valores a partir de las estrategias que empleamos para tal fin.
Sandra says
Por mirarle a los ojos y preocuparte por su estado de salud o anímica, y la de su familia. Eso crea una empatía infinita.
Santiago says
Sin duda, Sandra. Muchas gracias por tu aportación
Amaia says
Porque nuestros alumnos que nos recordarán saben que nosotros nunca les olvidaremos!!! no sabes cuánto disfruto y aprendo leyéndote a ti y al resto con los comentarios.
Feliz final de curso y disfrutad de las vacaciones !!!
Pilar says
Siempre es buen momento para la reflexión, en la educación también es motivadora la espontaneidad, pero en estos tiempos en que todo va tan deprisa, vamos a parar y reflexionar, la educación lo necesita. Los errores de improvisación están haciendo mucho mal a las futuras generaciones.
Tengo en la pizarra a Mafalda diciendo: ERRARE HUMANUM EST, pero siempre les digo a los alumnos:»…de sabios es rectificar».
Santiago says
Muchas gracias Pilar. Un cordial saludo
Luis E. Espinoza Valverde says
Por ser auténticos, no actuar un papel, sino ser quien se es en cualquier circunstancia.
Santiago says
Mil gracias Luis. Totalmente de acuerdo
kelen says
Por ser también amigo.
Creánme que aveces lo que ellos necesitan es un buen amigo (a)
Julián Andres Tijo y Diana María Hernández. says
Elaborado por: Julián Andres Tijo y Diana María Hernández. PPPNL
consideramos que los aspectos más relevantes del texto del Moll, S. (2013) articulo 20 razones por las que recordarán tus alumnos recuperado de http://justificaturespuesta.com/educacion-191-razones-por-las-que-te-recordaran-tus-alumnos/ son los siguientes:
por tu…
-vocación
-dedicación
-saber escuchar
-ser resiliente
-enseñar a aprender
-ser creativo
-saber adaptarse
-motivación
-no rendirse
podemos evidenciar que la vocación del docente es una decisión propia y autónoma del mismo, ya que es él quien enfrenta las diferentes consecuencias ya sean positivas o negativas según los objetivos personales propuestos y los resultados obtenidos. Por otra parte debe responder no sólo con la carga académica sino también a las emociones que se dan en el aula de clase, pues debe haber un entrenamiento en habilidades previo para responder asertivamente, esto con el fin poseer una auto-regulación para analizar y comprender las dificultades personales de los estudiantes, cabe resaltar que la dedicación y el saber escuchar son elementos claves para la comprensión grupal. El docente también se enfrenta a variables externas tales como sus pares o compañeros de trabajo o los mismos estudiantes quienes pueden entrar a desvalorizar el trabajo realizado por la elección vocacional.
Por otra parte la vocación va muy de la mano con la pedagogía, pues allí se resalta la creatividad y la recursividad del docente, desarrollando sus clases amenas para los estudiantes sin dejar que ellos pierdan la capacidad de asombro, ya que se sale de los parámetros “normales” y el docente se incluye en el aprendizaje.
Por otra parte se resalta la importancia de la sociedad en el aprendizaje de los estudiantes y en la adquisición de la norma, pues como docentes no debemos rendirnos, por el contrario apoyar el proceso de acomodación y brindarles espacios de acompañamiento a lo que la sociedad les brinda para propiciar los valores y el respeto por sí mismo.
En este sentido, Vásquez (2005) expresa que:
Los valores pueden ser transmitidos de múltiples formas, como signos publicitarios, códigos legales y en la escritura en general. Por sus características, resultan fundamentales en la estabilidad de un sistema social. La literatura es partícipe de la transmisión de valores, sea o no consciente el escritor de ello. Mediante su lenguaje connotativo y su polifonía se presenta al lector como un espacio abierto en el que la presencia de valores contribuye en el proceso comunicativo que se genera con el lector (p.72).
En este sentido se vislumbra cómo los libros, los códigos, la escritura y la publicidad visual y auditiva poseen un contenido axiológico que muestra la carga cultural en la cual están inmersa los estudiantes y en la que se espera que se identifiquen, lo que hace que el docente debe tener en cuenta a la hora del acompañamiento y/o enseñanza.
Elaborado por: Julián Andres Tijo y Diana María Hernández. PPPNL
Julián Andres Tijo y Diana María Hernández. says
Referencia: Vásquez (2005). Juan Farias: Una propuesta axiológica. Revista pensamiento actual, 5 (6), pp. 71-82
carmen elena castaño says
El artículo anterior es muy interesante y aterrizado a las necesidades educativas actuales; llamó mi atención especial tres aspectos.
1. Respetar y alentar a que nuestros estudiantes sean y piensen diferente. Qué tal que todos fuésemos iguales!
2. El hecho de que somos ejemplo para ellos y en muchas ocasiones no somos conscientes de esto, ellos siempre están pendientes de nuestro actuar.
3. Y por último adaptarse y esto sí que es complejo, adaptarnos a los estudiantes, que cada uno es un mundo tan diferente y no pretender que sean ellos quienes se adapten a nosotros.
20. Mirar a nuestros estudiantes como iguales (ser humano) con muchas capacidades y dones y desde allí querer lo mejor para ellos, comprender que somos sus guías en toda la extensión de la palabra y entender lo amplio que es pensar que estos estudiantes son el futuro y que somos forjadores de él.
Santiago Moll says
Gracias por enriquecer el artículo con tu comentario Carmen
Lourdes Cardenal says
20.- Por no verles olvidar nunca que por encima de ser alumnos son personas con sus miedos, sus problemas, sus días buenos y malos, sus ilusiones y sueños, sus limitaciones y sus habilidades, sus situaciones particulares… Por intentar conocerles (qué difícil cuando tenemos tantos alumnos cada curso!!) y hacerles llegar nuestra pasión (filosofía, historia, matemáticas, biología…) enganchándola con su realidad.