Compenetración. Los trucos que quiero enseñarte en este artículo los he extraído de un libro que me ha cautivado desde la primera página. El libro en cuestión se titula Despierta tu encanto. La guía del FBI para influir, atraer y convencer, de Jack Schafer ¿Sorprendido por el título? A mí también me sorprendió, pero te aseguro que es de los libros más prácticos sobre relaciones personales y comunicación no verbal afectiva que he leído en los últimos años.
Pues bien, de los muchos consejos que el autor da en el libro hay una serie de conductas relacionadas con el lenguaje no verbal que creo que pueden serte de mucha utilidad para darte cuente de si existe o no compenetración con otra persona, en especial con tus compañeros de trabajo y, cómo no, con tus alumnos.
Creo que la compenetración con las personas con las que pasas tantas y tantas horas a lo largo de un curso es un aspecto que hay que cuidar y mucho mejor si lo podemos hacer de manera consciente.
Así que no te entretengo más y paso a enseñarte lo que este libro me ha enseñado. Ya te adelanto que te encantará.
Sin más demora, zarpamos…
Imagen extraída de Shutterstock
Cómo saber si hay compenetración con una persona.
Seguro que coincidirás conmigo al afirmar que cuando conectas con una persona, en seguida aparece la compenetración. De hecho, tal y como afirma el autor, es uno de los pilares de cualquier relación duradera que se preste.
¿Y qué se entiende por compenetración?
Para el autor, la compenetración consiste en levantar un puente psicológico entre las personas y facilita el camino para que se desarrollen los distintos niveles de amistad. Por tanto, si uno es capaz de establecer una identificación contigo, puedes estar relativamente seguro de que te gustará más. Así de simple. Así de sencillo.
Señales amistosas que delatan compenetración con otra persona:
1. Inclinación de la cabeza. La inclinación de la cabeza ligramente ladeada es un síntoma de que la persona está prestándote atención y tiene interés por lo que le estás transmitiendo.
2. Sostenimiento mutuo de la mirada. La mirada es una de las puertas que permiten entrar dentro de cada uno de nosotros. Por tanto, es básico aprender a mirar al otro si uno quiere que exista compenetración. No se trata de mirarlo fijamente, sino mirarlo con naturalidad. Para ello, puedes desviar la mirada durante ciertos momentos o asentir con la cabeza.
- Un truco para no tener que estar mirando constantemente a los ojos de la persona es mirar al puente de la nariz de la otra persona. De esta forma la persona que tienes delante interpretará que la estás mirando pero no de forma insistente.
3. Isopraxis (hacer lo mismo que la otra persona, comportamiento reflejo). Las personas que conectan psicológicamente reflejan mutuamente los gestos corporales del otro. Por tanto, reproducir el lenguaje corporal del otro individuo favorece la identificación. Un truco muy simple para saber si hay compenetración con el otro es cambiar conscientemente tu cuerpo de posición. Si ha habido compenetración con la otra persona, lo normal es que dicha persona cambie su posición para imitar la tuya a los veinte o treinta segundos.
4. Inclinación hacia la otra persona. Las personas tienen la tendencia a inclinarse hacia los objetos o personas que les gustas o con las que se siente a gusto.
- Recolocación del tronco. Dos personas que se compenetran orientarán sus cuerpos en dirección al otro. Esta suele ser la secuencia de orientación: Primero la otra persona girará la cabeza hacia ti. Luego reorientará los hombros en tu dirección. Por último, recolocará su tronco de manera que quede directamente frente a ti.
5. Postura corporal abierta. Indica atracción y receptividad hacia la comunicación. Incluye movimiento de piernas, brazos, movimientos de manos mientras se habla, palmadas de manos hacia arriba. Y todo ello con la finalidad de transmitir afecto, confianza y cordialidad. También es frecuente inclinar la cabeza y decir muletillas como ‘entiendo’, ‘continúa’ o ‘ya’.
6. Ojos muy abiertos. Cuando la gente está nerviosa o angustiada, tiende a incrementar la frecuencia del parpadeo. Debes saber que la frecuencia de parpadeo normal en una persona es de unos quince parpadeos por minuto. Por tanto, el hecho de mantener los ojos bien abiertos y sin parpadear es un claro indicio del interés que una persona tiene hacia otra.
7. Arreglarse el pelo. Una sacudida de cabeza acompañada de un rápido meneo del pelo con la mano es indicativo de compenetración. Pero cuidado, durante la acción de arreglarse el pelo debe existir un contacto visual mutuo y sostenido. Por tanto, si mirada sostenida no hay compenetración, sino que se denomina «gesto de fastidio».
Hacia una compenetración eficaz y efectiva. A modo de conclusión.
Estas siete actuaciones que acabas de leer no son más que la punta del iceberg en lo que a comunicación afectiva se refiere. Pero creo que estos puntos pueden suponerte un punto de partida para tomar conciencia de lo importante que es establecer relaciones que se basen en la compenetración porque son estas las que al fin y al cabo se convierten en relaciones duraderas.
Espero que tomes nota de estos consejos y los apliques en tu vida no solo profesional, sino personal.
Acabaré con una frase que me encanta y que me apetece mucho compartir contigo. Dicha frase reza así:
Lo bonito no son los ojos, sino las miradas
Fuente del artículo: Despierta tu encanto. La guía del FBI para influir, atraer y convencer, de Jack Schafer
ADRIANA PATRICA BARRETO MELENDREZ says
Cordial saludo acabo de realizar un blogger que habla sobre la educación en la primera infancia, te invito a seguirme. Yo con gusto seguiré tu blogger. Me gusta tu blogger estaré pendiente de tus entradas.
Hugo says
Otras de las formas de averiguar si hay o no compenetración entre alumnos en realizando actividades educativas que, además, enseñen y se diviertan al mismo tiempo. En Escocultura hemos diseñado una serie de actividades educativas para que, tanto profesores como alumnos, se diviertan y aprendan de una forma diferente.