Decisiones. ¿Te ha ocurrido alguna vez ir a una pizzería y no saber qué pizza elegir? ¿Te ha ocurrido alguna vez elegir una pizza para luego cambiar de opinión? ¿Te ha ocurrido alguna vez haber elegido una pizza y mientras estás conversando con otras personas pensar si has elegido la pizza que realmente te apetecía? ¿Te ha ocurrido alguna vez comerte una pizza y sentirte mal porque sabes que no era esa pizza la debías haber elegido? ¿Te ha pasado alguna vez cambiar de pizza una vez elegida por el mero hecho de que la persona que tienes a tu lado o enfrente ha pedido otra pizza distinta? ¿Te ha pasado alguna vez comerte la pizza que has elegido y mirar la pizza de la persona que tienes al lado y arrepentirte de tu elección?
Si es así, te doy la bienvenida al extraordinario mundo de la toma de decisiones. Si es así te doy la bienvenida a la paradoja de la elección.
Tal vez pensarás que la elección de una pizza no es tan importante. Pero si en lugar de una pizza la toma de decisiones tiene que ver con tu seguro médico, con el colegio de tus hijos, con la elección de un trabajo o con la compra de un coche o de tu casa, entonces la decisión ya no es una decisión baladí.
Es por ello que en el artículo de hoy quiero que aprendas algunos sencillos y efectivos consejos para tomar la mejor opción en cada una de las decisiones que tomes en tu vida, independientemente de si la elección consiste en una pizza o en la compra de una casa. Dichos consejos los he extraído del extraordinario libro titulado The Paradox of Choice. Why more is less, de Barry Schwartz, un auténtico referente a nivel mundial en lo que respecta al concepto toma de decisiones.
¿Quieres aprender cómo tomar las mejores decisiones para ser más feliz? La decisión de seguir leyendo este artículo está servida.
Imagen extraída de Shutterstock
The Paradox of Choice. Why more is less. Cómo se aprende a tomar decisiones y que estas te hagan una persona feliz y realizada.
Como he dicho en la introducción al artículo, esta entrada no hubiera sido posible sin la lectura del libro The Paradox of Choice: Why More Is Less. A día de hoy se considera uno de los libros de referencia en lo que a la toma de decisiones se refiere. Lamentablemente, dicho libro sólo se puede leer en inglés.
No me consta que haya una traducción en español. Es por ello que he querido compartir contigo los aspectos esenciales de este libro en relación a la toma de decisiones, un aspecto que me parece crucial en una sociedad de consumo como la que vives.
En este artículo sobre el libro The Paradox of Choice. Why more is less te voy a enseñar los aspectos básicos que Barry Schwartz enseña en su libro y cómo y por qué tomas las decisiones que tomas y cómo influyen estas decisiones en tu vida y, sobre todo, en tu estado de ánimo y tu relación con los demás.
Dividiré el artículo en dos partes: la primera parte será una selección de los fragmentos que más me han gustado o más me han llamado la atención del libro, mientras que en la segunda parte abordaré los consejos que The Paradox of Choice. Why more is less da para tomar las decisiones con la mayor de las garantías.
PRIMERA PARTE.
Estos son los apartados que más me han llamado la atención de The Paradox of Choice. Why more is less.
Introduccción.
- Cualquier exceso de decisiones tiene un coste.
- La libertad es esencial para la autoestima, la participación, la alimentación, la movilidad, pero no todas las decisiones te hacen más libre.
- Una gran variedad de opciones desalienta porque aumenta el esfuerzo que implica de por sí decidir . Esto hace que cuando debes esforzarte por elegir un producto, por ejemplo, muchas veces decidas no decidir y, por tanto, no adquirir ese producto.
- Cuantas más alternativas tengas para elegir, más problemas tendrás para decidir.
La elección de quién quieres ser.
En la sociedad moderna ha nacido otro tipo de elección sin precedentes. Es la elección de elegir tu propia identidad. Pero, ¿qué significa elegir? Hay una pregunta muy famosa de Albert Camus que reza así: ¿Debo suicidarme o tomar una taza de café?
Esta pregunta aparentemente absurda esconde algo que me parece esencial: no hay un instante en tu vida que no estés tomando una decisión. De hecho, la existencia podría definirse por las decisiones que la gente toma.
Piensa por un instante lo que haces justo cuando te levantas de la cama. Pues bien, todo lo que se te ha venido a la cabeza no son en realidad decisiones o, mejor dicho, no cuentan como decisiones (ir al baño, lavarse los dientes, encender el móvil).
Lo que haces justo cuando te levantas no son decisiones, son automatizaciones. Este aspecto es realmente importante y crucial. Como persona has llevado a la práctica una serie de automatizaciones que lo que te han permitido es evitar precisamente la toma de decisiones desde buena mañana. Y no sólo por la mañana.
A lo largo del día son muchísimas las automatizaciones que llevas a cabo y que suponen para ti el no tener que tomar decisiones que lo único que hacen es aumentar un desgaste en lo personal y emocional.
Tomas buenas decisiones es una tarea difícil. De hecho, las mejores decisiones se basan en los siguientes aspectos:
- Averigua cuál es tu objetivo.
- Evalúa la importancia de tu objetivo.
- Organiza tus opciones.
- Evalúa la probabilidad de cada una de las opciones para la consecución de tu objetivo.
- Escoge la opción ganadora.
- Más adelante, utiliza las consecuencias de tu elección para modificar tu objetivo. Esto marcará el camino de otros futuros objetivos.
De lo que se trata es de que tomes conciencia de que, incluso con un número reducido de opciones, pasar por el proceso de la toma de decisiones puede resultar una ardua tarea. De hecho, cuantas más opciones generes, el esfuerzo para tomar una decisión aumentará proporcionalmente.
Y esto puede provocar que la decisión pase de ser una bendición para convertirse en una pesadilla.
Conociendo tu objetivo para tomar las mejores decisiones.
La pregunta esencial que debes hacerte es la siguiente: ¿Qué quiero? Porque sabiendo lo que quieres te anticiparás a la decisión que quieras o debas tomar.
- Si la noche que vas a la pizzería con tus amigos sabes que «quieres comer verduras», entonces la elección de la pizza será mucho más fácil porque te habrás anticipado a la lectura de la carta de pizzas que tiene más de cuarenta variedades. Por supuesto, el ejemplo que te acabo de poner de la pizza es extrapolable a cualquier faceta de tu vida.
Recopilando información.
Antes de tomar decisiones es muy normal que recopiles información. ¿Cómo? A partir de tu propia experiencia, conversando con amigos o navegando por la red. Continuamente estás recopilando información para tomar decisiones. Por tanto, queda bastante claro que lo normal es que no tomes una decisión sin una ayuda previa.
De ahí que sea tan importante aprender a distinguir entre la cantidad y la calidad de la información. Y aquí es donde entra en acción el concepto de disponibilidad heurística.
La disponibilidad heurística.
La heurística de la disponibilidad es un atajo mental que se produce cuando la gente hace un juicio sobre algo por lo fácil que es recordarlo, es decir, si puedes pensar en algo, ese algo es importante. Cuando te enfrentas a la toma de decisiones, es frecuente que recurras a la disponibilidad heurística, es decir, te decantes por la opción que para ti es más fácil de recordar.
Esto hace ahora que entiendas por qué una y otra vez se repiten los mismos anuncios de una marca en la televisión, por ejemplo. La publicidad juega precisamente con la disponibilidad heurística porque sabe que como consumidor darás más importancia a un producto cuanto más seas capaz de recordarlo.
El precio de recopilar información en un mundo con demasiadas opciones.
Cuando debes tomar muchas decisiones, la consecuencia de un error puede resultar trivial, pero con pocas decisiones a tomar, las consecuencias de un error pueden resultar algo muy grave. Así como las opciones aumentan, también aumenta el esfuerzo de tomar decisiones y, por tanto, los errores importan mucho más.
Así que el aumento de opciones y probabilidades de una decisión tiene implícito tres desafortunados efectos:
- Las decisiones acaban requiriendo más esfuerzo por tu parte.
- Aumenta la probabilidad de cometer un error.
- El error repercute de forma negativa en tu aspecto psicológico.
Diferencias entre un maximizer (persona exigente) y un satisfacer (persona satisfecha). [La traducción es mía]
Brian Schwartz hace una distinción en The Paradox of Choice. Why more is less tremendamente interesante. Es la diferencia entre maximizer y satisficer. Esta distinción se centra en las personas que tienen como objetivo elegir exclusivamente lo mejor (maximizer) y las personas que optan por elegir algo que sea suficientemente bueno (satisfacer).
Esta diferenciación me parece fundamental para la toma de decisiones. Mientras que el maximizer necesita tener la completa seguridad de que cada vez que toma una decisión esta debe ser la mejor que existe, el satisfacer es alguien que se decide por lo que se considera suficientemente bueno sin preocuparse por la posibilidad de que pueda existir algo mejor, aunque sea plenamente consciente de que existe.
Esto hace que el satisfacer tenga criterios y normas que les permiten tomar elecciones a partir de dichos criterios y normas y, una vez ha encontrado lo que quiere, se para. Este aspecto me ha hecho pensar y mucho en la diferencia entre perfección y excelencia.
Por tanto, si eres un satificer el número de opciones no tiene un impacto tan significativo en las decisiones que tomas. Un satificer elige un objeto y, en base a sus normas, decide no ir más allá, es decir, no tiene más en cuenta las otras opciones o las descarta por irrelevantes.
Según Brian Schwartz y en base a sus estudios ha confirmado que las personas que tienden a ser maximizers experimentan menos satisfacción con su vida, menos felicidad, menos optimismo y son más propensos a la depresión.
El problema del tiempo.
En el proceso de tomar decisiones siempre interviene el tiempo. Este es un aspecto del que debes ser muy consciente cuando tomes una decisión, porque el tiempo que inviertas en la toma de una decisión, es tiempo que no podrás dedicar a tu gente, por ejemplo. Para que esto no ocurra es fundamental que desde ya tomes conciencia de cuáles son tus normas y las definas lo antes posible.
Puedes empezar haciendo la siguiente división: las opciones que forman parte de tus normas y las que no. Entonces, cuando tengas que tomar una decisión, sólo tendrás que pensar si forma parte o no de tus normas. Como consejo, puedes empezar a establecer como normas todas aquellas acciones que a lo largo del día haces de manera rutinaria.
Los costos de las oportunidades.
Los costos de las oportunidades se basan no tanto en lo que decides, sino en la repercusión de aquello que desechas tras haber decidido. Uno de los costes de cualquier decisión implica dejar pasar las oportunidades de otra opción diferente.
Lo emocional en la toma de decisiones.
Brian Schwartz defiende la idea de que una emoción positiva produce un efecto positivo, es decir, cuando estás de buen humor, piensas mejor. Y piensas mejor porque tienes en cuenta más probabilidades. Es más, estás abierto a otras posibilidades.
Las decisiones reversibles.
Se ha podido demostrar en diferentes estudios que aquellas personas a las que se les da la opción de cambiar de decisión están menos satisfechas que aquellas que no tienen opción de cambiar la opción que han elegido.
SEGUNDA PARTE.
Aquí tienes los consejos que Brian Schwartz te da para que te sea más fácil la toma de decisiones. Estos consejos requieren disciplina, práctica y, seguramente, una nueva forma de pensar. Pero te aseguro que la consecución de cada uno de estos pasos no hará más que beneficiarte en lo personal y en lo emocional.
10 Consejos para tomar decisiones correctamente.
1. Aprende a elegir qué y cuándo elegir.
- Para evitar el problema de tomar demasiadas decisiones, debes aprender a seleccionar qué decisiones son realmente importantes y dedicar todo el tiempo y todo el esfuerzo necesario, dejando atrás otras decisiones más irrelevantes. Y no olvides que cuanto más selectivo seas en tus opciones, menos tendrás que decidir y mejor te sentirás. Valora y mucho el coste asociado a cualquier decisión que tomes. Para ello toma como norma tener un máximo de dos opciones.
2. Sé una persona capaz de reflexionar sobre lo que convierte una decisión en importante.
- De lo que se trata es de estar dispuestos a depender de los hábitos, costumbres, normas y reglas para así poder automatizar el mayor número de decisiones posible.
3. Prioriza ser una persona satisfecha (satisfacer) por encima de ser una persona extremadamente exigente a la hora de tomar decisiones (maximizer).
- Si aprendes a aceptar «lo suficientemente bueno» simplificarás enormemente las decisiones y aumentarás tu grado de satisfacción. De esta manera te sentirás mucho mejor acerca de las decisiones que tomes. Pero si te conviertes en una persona satisfecha, debes tener en cuenta que deberás definir primero tus objetivos y aspiraciones, así como las normas de lo que tú consideras como suficientemente bueno.
4. Cuanto más pienses en los costos de una oportunidad, menos satisfecho estarás con lo que has decidido.
- De lo que se trata es de hacer un esfuerzo para limitar el número de características que tiene aquello que debas decidir. Para ello, aquí van algunas estrategias:
- A menos que estés muy insatisfecho con tu elección, sigue comprando lo que siempre compras.
- No caigas en la tentación de lo nuevo y mejorado.
- No compres algo sin preguntarte antes si lo necesitas y por qué lo necesitas.
5. Haz tus decisiones irreversibles.
- Cuando puedes cambiar tu pensamiento sobre lo que has decidido, es cuando menos satisfecho estás con lo que has adquirido. En cambio, cuando la toma de una decisión es definitiva, tus sensaciones mejoran acerca de lo que has adquirido.
6. Fomenta una actitud de gratitud.
- El proceso de evaluación sobre tus decisiones siempre se verá profundamente afectado si estableces comparaciones. En el momento en que te imaginas mejores alternativas, lo que has decidido se convierte en una peor decisión.
7. Laméntate menos.
- Define tus normas basándote en lo que consideras como suficientemente bueno.
- Reduce al máximo el número de opciones antes de tomar una decisión.
- Fomenta la gratitud por la decisión que hayas tomado.
8. Aprende a adaptarte a tus decisiones y aprende rápido.
- Invierte el menor tiempo posible buscando la perfección. A mayor búsqueda de la perfección más inversión de tiempo.
9. Controla el exceso de expectativas que una decisión puede conllevar.
- Reduce el número de opciones a considerar.
- Basa tu elección en lo que consideres como suficientemente bueno.
- Permite la seredipia. La serendipia es el descubrimiento afortunado o inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta.
10. Evita compararte con los demás.
- Las personas tienden a compararse las unas con las otras. Pero aunque compararse pueda implicar una información útil, también reduce la satisfacción sobre las decisiones que tomas. Así que cuanto menos te compares con los demás, más satisfecho estarás con las decisiones que tomes. Céntrate entonces en lo que a ti te hace feliz y lo que da sentido a tu vida.
La toma de decisiones. A modo de conclusión.
Si has llegado hasta aquí habrás podido comprobar como este artículo no tiene ninguna relación con la educación, o tal vez sí. Lo que he querido demostrarte con este artículo es que la toma de decisiones es algo inherente a tu vida y a la vida de las personas que te rodean.
Constantemente veo a mi alrededor gente que sufre por tener que tomar decisiones. Constantemente veo gente angustiada e insatisfecha por las decisiones que ha tomado o piensa tomar. Es por esto que he querido hacer este esfuerzo por trasladar los conocimientos del libro The Paradox of Choice a todas aquellas personas que no dominan el inglés.
Pero por encima de todo he escrito este artículo porque quiero que te des cuenta de que tomar decisiones también forma parte de un proceso y de un aprendizaje. Y todo aquello que eres capaz de aprender también hace que seas capaz de enseñarlo.
Por tanto, si crees que este artículo puede ayudar a otras personas, te agradecería que los compartieras y lo hicieras llegar a todos aquellos a quienes ves sufrir tomando decisiones, a todos aquellos a los que aprender a tomar decisiones puede cambiarles la vida para mejor.
Si así lo haces, si me ayudas a difundir este artículo que ha supuesto más de nueve horas de trabajo, puedo asegurarte que el esfuerzo habrá merecido, sin duda, la pena.
Te toca una vez más tomar una decisión….
Si estás interesado en el libro The Paradox of Choice, puedes conseguirlo en el siguiente enlace (afiliado).
Nota: Pido disculpas por si algunos de los conceptos o expresiones que aparecen en el libro no están debidamente traducidos. En este sentido agradeceré cualquier observación que mejore la traducción de los mismos. Gracias por adelantado.
Teresa says
¡Hola, Santiago!
Te sigo desde hace tiempo y creo que es la primera vez que comento. Quería agradecerte este artículo ya que ha llegado a mí exactamente en el momento adecuado (tengo que mudarme y mi niña empieza el cole el próximo curso).
Enhorabuena por el blog. Un saludo.
Santiago says
Gracias Teresa. Mis mejores deseos para ti y los tuyos. Y cómo, no, espero que las decisiones que tomes de ahora en adelante sean lo más acertadas posible. Un saludo
Sonia says
El tema me parece muy interesante. Yo soy una maximizer, sometida constantemente a la crueldad del perfeccionismo y del no conformismo (también con algunas ventajas que ambos tienen, claro), luchando contra esas características de las que soy consciente y de las que me es tan difícil escapar… Pero estoy convencida de que trabajando en ello en el día a día se pueden bajar un poco los niveles de exigencia sobre uno mismo, tomar decisiones con más facilidad y ser, por tanto, más feliz.
No sé de quién es la frase que un día leí, que decía algo así… «¿Qué haces para ser feliz? Tomar decisiones». ¡Es verdad!!!!!
Santiago says
Gracias Sonia. Las decisiones siempre nos seguirán allá donde vayamos. Es por ello que debemos darle la importancia que se merecen sin dejar a un lado qué somos y cómo somos. Un cordial saludo desde la isla de Menorca
Manuel says
Felicidades Santiago por el trabajo que haces con este blog, me es muy útil y me ayuda. Soy consultor de marketing y formador en habilidades de comunicación, ventas, excelencia, etc…
Sólo una salvedad a este artículo… «como norma tener un máximo de dos opciones» para elegir…
Pienso que si tienes una opción es una obligación, si tienes dos opciones es un dilema… necesitamos tener tres opciones para elegir libremente, cuatro ya son muchas!! El mágico número del TRES!!
Santiago says
Gracias Manuel. Coincido contigo. hay aspectos del libro que tal vez son cuestionables y el que comentas posiblemente sea uno de ellos. me ha encantado tu aportación que no hace más que enriqueces un blog que es tan mío como tuyo. Un cordial saludo
CARMEN MACARRO says
Muchas, muchísimas gracias, soy una e las que no podría haber llegado al contenido del libro por no dominar el inglés.
Aprendo constantemente con tus post pero este me ha llegado especialmente.
Gracias, muchísimas gracias por tu gran trabajo.
Felicidades.
Santiago says
Gracias Carmen. Esta fue una de las finalidades del artículo. Espero que el artículo haya sido de tu agrado. Recibe un cordial saludo
maria celia lernoud says
Hola Santiago! el 2014 me dejo en diciembre malos momentos acá en Argentina y en el pequeño pueblo que vivo.Debo tomar algunas decisiones ,por la seguridad de mi familia y la tranquilidad de mis hijos.Es verdad todo lo que dice el articulo, cuesta mucho, pero mas cuando tus decisiones dependen como en este caso de la falta de seguridad… Gracias por estar…
Santiago says
Muchas gracias maria por tu comentario. Espero que las decisiones que tomes sirvan para dar tranquilidad a ti y a los tuyos. Mis mejores deseos
maria celia lernoud says
Gracias Santiago por tus deseos.Necesitamos mas gente como vos que se preocupe y se sienta feliz por compartir lo que sabe a los demás.Feliz de haber conocido este blog, que también fue por casualidad.. vahh , en realidad , por buscar cosas nuevas para la educación y el aprendizaje. Gracias!!!
Niyireth says
Buen día Santiago, quiero aprovechar este momento para agradecerte por este maravilloso blog, te sigo aproximadamente hace dos meses por casualidades de la vida y es una experiencia muy enriquecedora en mi labor docente. Con este articulo me has motivado a sentirme agradecida y segura del nuevo trabajo que inicio y ha poner todo de mi parte para que esto me haga muy feliz y me sienta satisfecha. Continua con tu labor es maravillosa. Gracias.
Santiago says
Muchas gracias por tan bonitas palabras Niyireth. Para mí es un auténtico placer compartir lo poco que sé con gente como tú que hace del aprendizaje y una forma de entender la vida. Mis mejores deseos y. cómo no, gracias por estar ahí.
shelena says
Muy bueno el artículo, sin embargo no coincido en estas dos frases:
– A menos que estés muy insatisfecho con tu elección, sigue comprando lo que siempre compras.
– No caigas en la tentación de lo nuevo y mejorado.
Creo que aunque el objetivo es limitar los elementos a elegir no debemos quitarnos opciones ya que esto puede hacer que elijamos la opción incorrecta. Algo que nos caracteriza es la opción de elegir y creo que aunque a veces es algo difícil y que consume parte de nuestro tiempo está bien saber todas las opciones para no perder nada de vista. Y no creo que tengamos que conformarnos con lo que tenemos. Creo que si algo nos hace un poco infelices, aunque sea un mínimo porcentaje, es hora de intentar cambiarlo o mejorarlo. En el caso de las compras es lo mismo. Si sacan un producto que parece cumplir mejor la función que estas buscando no hay problema por probarlo. Si no te va bien siempre puedes volver a tu decisión anterior.
Un saludo 😉
Danitza says
Muchas gracias
Flavio Enrique Ramos Claros says
Considero que para hablar con más razón, comprensión, entendimiento y respeto acerca de las relaciones que se dan dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje o de enseñanza para enseñar a aprender, el uso de los términos más adecuados para referirse a quienes participamos en estos procesos son los de maestro-estudiante para referirse realmente a quienes ponemos en práctica la didáctica y dejar de mencionar los términos de docente-alumno por que el docente es el que docifica y alumno no tiene un concepto real es como si se dice ateo. El maestro es el que realmente da todo de si y a todos esto es amor-comprensión-conocimiento-incluye y estudiante es quien atiende-analiza-reflexiona-pregunta-comprende-practica-aplica..el rol del maestro y del estudiante debe ser reciproco y en la medida que el rol de quien enseña y de quien aprende tenga respeto mutuo podemos identificar realmente los inconvenientes que se presentan en nuestro trabajo escolar.
Santiago says
Muchas gracias Flavio por tan interesante reflexión. Un cordial saludo
Viviana Torres Rivera says
Agradezco tu labor diaria por mantenernos vigentes e informados a través del blog. Particularmente, este artículo me resulta atinado para el nuevo camino que emprendo. ¡Un abrazo desde Puerto Rico!
Santiago says
Gracias Viviana. Otro fuerte abrazo mediterráneo
Ángela says
Buenas tardes Santiago:
Acabo de suscribirme al blog, aunque te sigo en Facebook desde hace una semana.
Quiero darte las gracias por esta entrada, que leí esta mañana en Face y me ha llevado a tu blog. No he tenido tiempo aún de leer mas que unos pocos de tus artículos de opinión y consejos para docentes, muy pocos, he de decir, pero suficientes para darme cuenta de su calidad. En concreto, en este artículo sobre la toma de decisiones, percibo el esfuerzo que hay detrás, creo que comentas que son 9 horas de trabajo para transmitir de modo condensado las ideas principales del libro. Increíble, por la claridad con que lo transmites. Gracias y mil gracias. He descubierto, a nivel personal, mi perfeccionismo en lo que describes. Nunca sabré si tomé en el pasado de modo acertado una decisión muy importante en mi vida, pero sin duda tu artículo me ayudará a errar menos en el futuro. Gracias, de corazón. Ah, y creo que no hay duda de que las Baleares (he leído que vives en Menorca) impregnan tus reflexiones. Es necesaria la calma (esa calma isleña) y la paz (¡esas puestas de sol!) para pensar y reflexionar con sabiduría. Gracias.
Santiago says
Muchas gracias Ángela por tan sentido comentario. Menorca tiene mucha culpa de este artículo 😉
Lahid Solano says
Es un articulo muy profundo en la parte procedimental sobre toma de decisiones, MUCHAS GRACIAS por publicarlo, espero y siga trabajando asi de bien
Santiago says
Muchas gracias Latid. Un saludo
Ana says
Hola, Santiago:
Muy buen artículo, como todos los tuyos. Sólo una pequeña aportación, aunque seguramente ya muchos habréis caído en ello: un concepto esencial en este libro ya está en nuestro refranero, aquello de que lo mejor es enemigo de lo bueno… Yo trato de quedarme con lo bueno, pero debo esforzarme mucho para no querer siempre lo mejor, con la carga de insatisfacción que ello conlleva.
Y muy, muy buena lección para nuestros alumnos. Hoy mismo me decía uno que no me entregaba el cuaderno (para corregirlo) «porque le faltaban cosas». Le dije que decidiera él, pero le recordé que cada día de retraso era un punto menos sobre la nota obtenida; decidió entregármelo aunque no estuviera perfecto.
Enhorabuena por el blog, siempre. Es un referente para mis clases.
Un saludo
Santiago says
Muchas gracias Ana. Un saludo
Noaman Lopez says
La verdad es que este artículo es genial pero pienso qué también tomamos decisiones sabiendo que no es lo que queramos pero es por el bien estar de lo que queramos o amamos .
Analia says
Una vez más impecable tu contenido, tan edifica te! Antes de leer tu pedido ya había sido compartido con alguien que ayuda a otros a tomar decisiones sanas! Ha servido mucho! Gracias y felicitaciones!
Samuel Pelayo says
De Verdad muchisimas gracias… De verdad Ahora siento que debo implementar todo esto en mi vida… Para mi la toma de decisiones no era tan importante, pero me di cuenta de que es un de las cosas que simplemente me ayudara en mi proceso de cambio y en mi proceso de Crecimiento ya que tengo 15 años… mil y un Gracias amigo de verdad me ha hecho reflexionar y pues me ha ayudado mucho a cambiar mi manera de pensar con respecto a mi vida… Gracias, No sabes cuanto necesitaba saber eso
Guardare esto en mis marcados de Google para cuando lo necesite de nuevo
Santiago Moll says
Un placer Samuel. Cordiales saludos
Itzel says
Realmente no he podido tomar una buena desicion en toda mi vida ya q siempre me an dicho q hacer y ahora que yo tengo q decidir ceme hace realment dificil y apesar de que tu información es realmente buena aun asi me siento muy confundida y lo peor es q no he podido controlar mis sentimientos y la melancolía me esta absorbiendo busque ayuda en internet y te encontré gracias por tu ayuda empezaré a seguir los consejos espero que pronto pueda lograr tomar mis propias desiciones y espero que estas sean buenas 🙂
Daniel varela Moreno says
Estimado no soy profesor de profesión, pero sí supervisor de 20 colaboradores, quisiera comentar que me gustó tu artículo y gracias por darte el tiempo de compartirlo. En esta etapa de mi vida estoy tomado varias decisiones en diferentes ámbitos de mi vida, ya que las había postergado bastante tiempo. Es verdad que cuesta un montón tomar la mejor desición , más cuando afecta a los que nos rodean. Lo que me parte la cabeza a veces, es cuando el universo se confabula para que tomes una decisión apresurada o bajo presión. Quizás sea un tema mio :). Gracias nuevamente.
leydi says
Gracias por el articulo
Esta muy bueno y en estos momentos me cae de perla.
johan buitrago says
Es un articulo valioso, quede muy satisfecho con su aporte.
miryam says
Muchas gracias por el artículo, me sirve de mucho. Te comento que por lo general tengo conflictos al momento de tomar decisiones, pero voy a poner en práctica tus recomendaciones.
Saludos y muchas gracias nuevamente.