Debemos hacer felices a los que nos rodean. En muchas ocasiones pensamos en cómo ser felices y, cuando lo hacemos, cometemos el error de pensar que la felicidad es algo que debemos proporcionarnos a nosotros mismos. Y no tiene por qué ser así. Desde que me propuse hace tiempo ser más feliz, lo que hago es hacer lo imposible para que los que me rodean también sean más felices. Y me he dado cuenta de que cuanto más felicidad doy, más felicidad recibo.
Siempre he pensado que las grandes acciones se realicen a través de pequeños actos. Unos cambios que siempre deben partir de nuestra generosidad para con los demás. Y, por encima de todo, deben ser actos simples, fáciles de ejecutar y gratuitos. Cuando estoy en el aula con mis alumnos, siempre tengo en cuenta qué puede hacerles feliz, porque de su felicidad dependerá el deseo y las ganas de aprender de mí y de ellos. [Read more…]