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9 Ejemplos de respuestas no empáticas a tener muy en cuenta

03/05/2015 Escrito por Santiago Moll 39 comentarios

Ser una persona empática no es fácil. Así lo reflejé en su momento en el artículo La escucha empática. ¿Por qué la gente no escucha? Y no es fácil porque en muchas ocasiones se cree estar en la obligación de dar una respuesta a la persona que se tiene delante. Esto hace que  las respuestas que damos a dichas personas tengan una propósito empático pero, lamentablemente, en multitud de ocasiones no lo son. En el artículo de hoy tengo la intención de enseñarte los 9 tipos de respuestas no empáticas más comunes. Así que no te entretengo más y doy comienzo al artículo. ¿Me acompañas?Empáticas

Imagen extraída de Shutterstock

Las respuestas empáticas. ¿Hasta qué punto son necesarias?

A ver si me explico. Cuando nos referimos al término empatía es necesario tener en cuenta que en muchas ocasiones no es necesario dar una respuesta a la persona que tenemos en frente, es decir, queremos ser empáticos dando respuestas que en la mayoría de ocasiones no son empáticas. Entonces, ¿cuál es la mejor respuesta empática? Pobablemente la mejor respuesta empática es no dar ninguna respuesta. Así es. Las personas empáticas son aquellas que destacan no por lo que responden, sino por su capacidad de escuchar.

Para ser empático no necesitas dar respuestas, sino saber escuchar de manera activa al otro. Es lo que en su momento denominé la escucha empática o escucha con y desde el corazón Puede que esta afirmación te sorprenda. Por ello mi intención es la de mostrarte tipos de respuestas que en apariencia son empáticas, pero que, si las examinas en profundidad, te darás cuenta de que no lo son.

¿Cuál es entonces la mejor respuesta empática?

La mejor respuesta empática es la que puedes dar a través de la escucha, no de la respuesta. De lo que se trata es de ser capaz de estar presente, de estar presenta frente al otro con los cinco sentidos. Y eso se consigue vaciando tu mente y escuchando a la otra persona con todo tu ser. Por tanto,

La empatía consiste en la capacidad de estar presente

De hecho, cuando una persona se acerca para comunicarte algo, en la mayoría de ocasiones no busca una respuesta, sino consuelo. Y el mejor consuelo no tiene por qué ofrecerse en forma de respuesta, es decir, lo que realmente quiere la gente es ser escuchada, transferirte sus sentimientos. Es saber interpretar el momento en el que la otra persona te transmite el siguiente deseo

Sólo quiero que me escuches

Escuchar sin responder tiene un enorme valor porque la escucha activa está normalmente exenta de juicio, opinión y valoración. Cuando se escucha sin dar respuesta, lo que se consigue es centrar toda la atención en el mensaje que te está transmitiendo esa persona. Escuchar sin responder ofrece el tiempo y el espacio al otro para que exprese de forma libre sus sentimientos y pensamientos, facilitando así que se sienta comprendido por ti. En este sentido hay un dicho que lo resume a la perfección:

No hagas nada, limítate a estar

Los 9 tipos de respuestas no empáticas.

1. Asesorativa. Creo que deberías…

2. Reconfortante. No te sientas culpable. Lo has hecho lo que mejor que has podido.

3. Personal. ¡Eso no es nada! Yo una vez…

4. Narrativa. Eso me recuerda la historia…

5. Relativa. ¡Anímate! Seguro que…

6. Condicional. Puedes aprender de esto si…

7. Correctiva. No es así.

8. Interrogativa. ¿Y por qué…?

9. Excusadora. Me hubiera encantado ayudarte, pero…

Ejemplos de respuestas no empáticas.

Imagínate que un alumno te dice la siguiente frase:

“He suspendido el examen de matemáticas con un cuatro.”

Ahora aplicaré los nueve tipos de respuestas no empáticas. Juzga tú mismo las respuesta:

1. Asesorativa. Creo que deberías haber planificado mejor la semana, puesto que tenías muchas pruebas concentradas en pocos días. 

2. Reconfortante. No estés triste. Seguro que en el examen has dado lo mejor de ti.

3. Personal. ¡No te preocupes! Yo a tu edad solía suspender matemáticas y fíjate hasta dónde he llegado.

4. Narrativa. Acabas de recordarme el día en el que me suspendieron un examen de música con un cuatro. Me acuerdo como si fuera hoy del examen y de las preguntas.

5. Relativa. ¡Ánimo! Ya verás como en el siguiente te va mucho mejor. No es para tanto.

6. Condicional. Seguro que puedes aprobar el siguiente si te fijas en los errores que has cometido en este examen.

7. Correctiva. Sabes perfectamente la razón por la que no has aprobado este examen de matemáticas.

8. Interrogativa. ¿Y por qué crees que has sacado esta nota en el examen de matemáticas?

9. Excusadora. Me hubiera gustado haber podido ayudarte con el examen, pero las matemáticas no son mi fuerte.

Cuando la mejor respuesta no es una respuesta. La respuesta no empática. A modo de conclusión.

En este artículo he querido incidir sobre un aspecto que me parece francamente importante y es el siguiente: no es posible la escucha activa y la búsqueda de una respuesta al mismo tiempo. ¿Qué significa esto? Pues que se da más importancia a lo que queremos responder que a lo que te está diciendo la otra persona. Hay que escuchar con la mente vacía. Y para escuchar con la mente vacía no puedes estar planteándote posibles respuestas. De ahí el peligro de determinadas respuestas empáticas, respuestas que tal y como has visto en el ejemplo no aportan soluciones. Porque, tal vez, la empatía no está pensada para dar respuestas, sino para regalar tu presencia, tu espacio y tu tiempo al otro.

 

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Firme defensor de la educación inclusiva, apasionado de las nuevas tecnologías y un enamorado de la educación emocional.
Profesor de secundaria, formador presencial y online y blogger autor de 'Justifica tu respuesta'.

Archivada en: Educación emocional Etiquetada con: empatía, escucha empática

Comentarios

  1. Jordi Rodon dice

    03/05/2015 en 10:18 pm

    Hola,
    creo que la empatia está relacionada con la acción, podemos ser muy empáticos pero si no actuamos sirve para poco. Les primeros estudios sobre empatia los llevaron a cabo psicólogos que estudiaban conductas de víncula entre madre y bebé, recien nacidos. La madre empática no era la que se conmovia ante el llanto del hijo sino la que iba hasta él y lo tomaba en brazos. Hace unos días en el instituto la conserje me comento que la madre de una alumna había venido a reclamar el retorno del importe de una salida, no había en aquel momento nadie de junta directiva y ella no sabia qué hacer. Fui empático con la conserje, la escuché y ella sintió que su desconcierto era lógico y que no podía tener una respuesta clara para la madre, me dió las gracias tras nuestra pequeña conversación. Yo tan sólo pasaba por el pasillo. Pero mi empatía creo que consistió en decirle, cuando ya marchaba hacia la entrada, que yo hablaría con la madre pues sabía cómo era normativa sobre las salidas y la situación de su hija. Puedo asegurar que la conserje sintió alibio por mi intervención.

    Responder
    • Santiago dice

      04/05/2015 en 8:41 am

      Gracias Jordi por tu valioso testimonio. ¿Crees que lo que le dijiste a la madres tiene que ver más con el consuelo que con la empatía? No sé. Es algo que se me ha venido a la cabeza en este momento. Un saludo y gracias por preocuparte por la gente. http://justificaturespuesta.com/wp-admin/edit-comments.php#comments-form

      Responder
      • Jordi Rodon dice

        05/05/2015 en 3:23 pm

        Hola,
        la acción de empatía fue con la conserge. Ponerme en su lugar implicaba resolver algo.

        Responder
        • Santiago dice

          06/05/2015 en 8:50 am

          Gracias Jordi

          Responder
    • MANUEL ANTONIO SALDAÑA RUBIO dice

      04/05/2015 en 2:58 pm

      Es muy interesante saber escuchar a nuestros semejantes, tratar de comprender sus problemas, saber estar en el lugar de ellos, muy atentos, viviendo la situación pero en silencio, me parece que hace mucho bien.
      Felicitaciones Santiago Moll en Justifica tu respuesta.

      Responder
    • Jorge Edinson dice

      04/05/2015 en 3:31 pm

      La empatía podríamos decir que es una conexión cognitiva-afectiva, en donde se debe practicar la capacidad de escucha pero también actuar positiva-mente ente la adversidad del escuchado

      Responder
      • Santiago dice

        06/05/2015 en 8:53 am

        Muy interesante tu definición Jorge. Muchas gracias

        Responder
  2. Cuca Gálvez dice

    03/05/2015 en 11:27 pm

    Pues lo siento; pero yo uso muchas respuestas no empáticas. No siempre, no en todos los casos, no con todo el mundo. Pero a mí, será deformación profesional, no me parece que el niño que ha suspendido mates con un 4 quiera que le escuche y me calle. Creo que quiere respuestas: a su rabia, a su posibilidad de superarlo, a su nosaberquéhacer con su cuatro… Cuando mis hijas me buscan para contarme algo, tampoco quieren que me calle; precisamente me buscan porque quieren escuchar algo. Con los amigos o los adultos en general, tal vez, es diferente, y esté más de acuerdo con el artículo.

    Responder
    • Santiago dice

      04/05/2015 en 8:38 am

      Gracias Cuca por tu testimonio

      Responder
      • Alba dice

        04/05/2015 en 1:45 pm

        Me parece un artículo realmente interesante y me encanta esta página por lo que antes de nada quiero felicitar al autor.
        En este caso estoy y totalmente de acuerdo con este comentario.
        Puedes escuchar con todo tu ser pero, en mi opinión, cuando alguien nos cuenta algo no lo hace solo por hablar sino que espera algo de vuelta por parte del interlocutor (bien sea comprensión o apoyo, ayuda, consejo, opinión…). Creo que más todavía en el caso de los niños y adolescentes pues yo, siendo ya adulta, cuando recurro a una persona para contarle mi problema elijo a la persona que creo que me puede aportar algo, sino bien podría hablar sola…
        Entonces, al leer el artículo realmente estaba esperando el apartado ¿cómo responder de forma asertiva? Ojalá puedas completarnos el artículo con esta información

        Responder
        • Santiago dice

          06/05/2015 en 8:53 am

          Gracias por tu valioso testimonio Alba

          Responder
  3. Rosa Blanca dice

    04/05/2015 en 12:04 am

    Hubiera sido interesante no solo poner las respuestas no empáticas sinó tambien las respuestas empáticas, segon tu criterio y de acuerdo al contexto expuesto. Eso también enseña y hubiese dado más motivos de comentario. Gracias de todas formes.

    Responder
    • Santiago dice

      04/05/2015 en 8:38 am

      Gracias Rosa. A veces las mejores respuestas están hechas de silencios. Un cordial saludo

      Responder
      • Nuria Sánchez dice

        05/05/2015 en 12:21 pm

        Como siempre que te leo, tus entradas me parecen de gran interés.
        En este caso me siento próxima a Rosa porque me pasa lo mismo, siempre he pensado que la escucha también se nutre de la respuesta, este artículo me sirvirá para callar más…pero sé que me costará esfuerzo porque a lo mejor pensaba que la empatía también se apoyaba en sentirte cerca y ponerte en el lugar del otro a través del diálogo. Muchas gracias por darme otra perspectiva de la empatía. Un saludo y admiración por todo lo que haces!

        Responder
        • Santiago dice

          06/05/2015 en 8:51 am

          Muchísimas gracias Nuria por tu valiosa aportación

          Responder
  4. Mercedes dice

    04/05/2015 en 12:09 am

    Muchas gracias por este artículo, que ayuda a entender el autentico significado de la empatia. Hoy en día, todo el mundo utiliza esa palabra, pero creo que pocas conocen su verdadero sentido. Mercedes.

    Responder
    • Santiago dice

      04/05/2015 en 8:38 am

      Un placer Mercedes. Un cordial saludo

      Responder
  5. Francisco López dice

    04/05/2015 en 12:47 am

    Es sorprendente cuánto me veo reflejado en algunas de las actitudes descritas. Lo difícil es interpretar qué espera la otra persona de ti. Sin perder de vista el estado en que ésta se encuentra, la conexión entre ambos debe existir compartiendo no sólo tiempo y presencia. Debe notarse que hacemos nuestros sus sentimientos, lo que adquiere más fuerza cuando la otra persona percibe que sabemos de qué nos habla por experiencia. Esto está especialmente presente en los grupos de autoayuda, por ejemplo.
    De cualquier manera, estoy de acuerdo en que hay que “resetear” y estar mentalmente abierto a la escucha.
    Saludos

    Responder
    • Santiago dice

      04/05/2015 en 8:37 am

      Gracias Francisco por tu testimonio

      Responder
  6. Santiago Jose Tonsich dice

    04/05/2015 en 1:26 am

    Últimamente la gente da más atención a sus móviles que a la conversación, te cuento que he dejado de frecuentar varias familias y personas por este defecto social, ellos terminan de decir lo que quieren y luego ignoran a su interlocutor o interrumpen con otro tema y hasta que no terminan su tema no se callan, como si lo suyo es más importante.-
    Cuando el diálogo se produce de esta manera meto violín en bolsa y hago mutis y dejo para otra oportunidad el tema tratado y me remito a escuchar solamente

    Responder
    • Santiago dice

      04/05/2015 en 8:37 am

      No te falta razón en tu comentario Santiago. Lamentablemente ocurre más de lo que nos gustaría. Un cordial saludo

      Responder
  7. Towy Solorzano dice

    04/05/2015 en 2:33 am

    Entre dar respuestas empaticas, ser util. y dar todo lo mejor de si. El problema, en ocasiones esta en querer ser de ayuda, mas que por la ayuda, por la arrogancia de ser el que sabe mas.. O, porque han acudido a ti, debes tener todas las respuestas… Es dificil guardar silencio y saber escuchar y, en definitiva saber que decir o no decir en momentos determinados. Gracias !!!!! Me ha sido de mucha utilidad este articulo

    Responder
    • Santiago dice

      04/05/2015 en 8:36 am

      Un placer Towy. Cordiales saludos

      Responder
  8. jaime dice

    04/05/2015 en 2:49 am

    me ha parecido muy simple
    la inteligencia puede compartir mas recursos y dar opciones
    aportar analisis y reparaciones posibles…

    Responder
    • Santiago dice

      04/05/2015 en 8:36 am

      Gracias Jaime. Un cordial saludo

      Responder
  9. Bella dice

    04/05/2015 en 2:55 am

    Muy interesante… siempre después de la escucha deberías dar un abrazo, eso reconforta y alivia. Gracias Santi por tus recomendaciones!!

    Responder
    • Santiago dice

      04/05/2015 en 8:36 am

      Gracias a ti Bella por su lectura

      Responder
  10. Héctor Castañeda Saldaña dice

    04/05/2015 en 4:29 am

    Hola Santiago;
    Creo que ya habías hablado del tema, y junto con la escucha activa, proponías que se le ayudara al joven a buscar la respuesta que espera, a veces como tú dices sólo quiere ser escuchado, otras veces, se le debe de canalizar activamente a que descubra la razón del por qué actuó de tal o cual manera. No niego que he caido en dar una respuesta no empática y a veces los seres humanos no nos damos cuenta de que no sirve de mucho el contestar de esa manera.
    Muy difícil el accionar frente a los alumnos y se requiere de disciplina y constancia en la escucha activa.

    Responder
    • Santiago dice

      04/05/2015 en 8:35 am

      Gracias Héctor por tu aportación. Un saludo

      Responder
  11. Maria Jose Perez Caballero dice

    04/05/2015 en 5:47 pm

    Creo que ante los dramas o fracasos que una persona expresa con una determinada emoción no se puede sin más escuchar. Porque una escucha activa supone dar alguna respuesta no enfática, de manera que la persona que sufre sienta nuestro apoyo y relativice su reacción para hallar la forma de tomar un nuevo impulso y apreciar otras soluciones. Yo construyo mi ser en relación a lo que otros construyen el suyo. El lenguaje se limitaría a decir lo que es oportuno o está bien decir cuando toca hablar. No hablaría más que el que le toca la lotería, da conferencias, dirige un programa de radio o es el guia de viaje.
    Tampoco se trata de estar esperando a que alguien te cuente su mala nota de matemáticas para darle la respuesta que quiere oir, pero si se le puede ayudar a reflexionar o a buscar causas en su forma de encarar el estudio de un examen. Sin imponer determinadas respuestas no enfáticas podemos escuchar y establecer un diálogo constructivo.

    Responder
  12. RAUL LOPEZ dice

    05/05/2015 en 3:54 am

    SIGO LEYENDO TUS ARTICULOS PUBLICADOS Y HAN SIDO DE GRAN UTILIDAD PARA MI COMO DOCENTE Y COMO PADRE DE FAMILIA. EN MI PAIS, IGUAL QUE ALGUNOS OTROS DEL AREA SE HAN PRESENTADO ACONTECIMIENTOS QUE HAN AGRAVADO LA TRANQUILIDAD DE LOS CIUDADANOS POR ESO ES IMPORTANTE PRESTAR ATENCION A HIJOS Y ALUMNOS. GRACIAS POR SUS PUBLICACIONES.

    Responder
  13. LORENA REBOLLO AZNAR dice

    05/05/2015 en 10:02 am

    Hoy en día, muchas personas utilizan la palabra empatía sin saber realmente su significado. Es un término que se ha puesto muy de moda y por eso se utiliza a la ligera, sin saber ni comprender lo que significa de verdad. Sin saber que la empatía es ponerse en el lugar del otro, escucharle con total atención a la persona y a los sentimientos que está expresando. Normalmente, se limita a responder o dar una opinión al otro sin tener en cuenta todo lo dicho anteriormente.
    Personalmente creo que si todos entendiésemos el término empatía y fuésemos un poco más empáticos, el mundo sería mucho mejor.

    Responder
    • Santiago dice

      06/05/2015 en 8:51 am

      Muchas gracias Lorena por tu comentario

      Responder
  14. Martin dice

    07/05/2015 en 10:12 pm

    COMO SERIA UNA “RESPUESTA EMPATICA” POR WHATSAPP??

    EL SILENCIO NO SIRVE EN ESE CASO.

    Responder
    • Santiago dice

      08/05/2015 en 6:18 pm

      Buena pregunta Martín.

      Responder
  15. Nacho dice

    15/05/2015 en 6:37 pm

    ¿Esto no entra en conflicto con el concepto de “escucha activa”? Tal vez no necesite SOLO de una respuesta, pero sí de AL MENOS una acción que no sea pasiva. O sea, si un alumno, compañero… persona… me viene a contar un problema, puede ser que tenga dos motivos:
    – Sólo está ordenando sentimientos e ideas
    – Realmente está buscando una ayuda.
    En cualquiera de los dos casos me considero incapaz de sólo escuchar. Tal vez en el primer caso no responda nada, pero haré algo en el futuro para que lo que se me cuenta se solvente, palíe, varíe… y posiblemente, en el momento en el que esa misma persona se tope con un problema similar entremos en el “¿recuerdas cuando…? ¿Has notado alguna diferencia?”.
    En el segundo de los casos, mi respuesta sería “no empática”.

    ¿Es una enfermedad ser un arreglalotodo? Pues necesito un médico urgente 🙂

    Responder
    • Santiago dice

      16/05/2015 en 8:36 am

      Gracias Nacho por tan interesante reflexión. Un cordial saludo

      Responder
  16. EVANGELY dice

    12/07/2015 en 7:46 pm

    Hola excelente la publicación, pasa que algunas veces las personas nos exponen situaciones difíciles y quieren escuchar respuestas que le justifiquen o le hagan sentir “bien” por un momento, creo que en esos casos es mejor callar, ponernos en una posición neutral, me ha ocurrido y si la persona entiende esto la pondrá a refexionar.

    Responder
  17. EVANGELY dice

    12/07/2015 en 7:49 pm

    rQuise decir reflexionar.

    Responder

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